A fondo. La bóveda del Casón del Buen Retiro, Luca Giordano
El pintor Napolitano Luca Giordano (1634- 1705) se enfrentó en el Casón del Buen Retiro a uno de los retos más importante de su carrera como decorador de enormes superficies murales. La misión de Giordano era decorar la bóveda del Salón de Embajadores, una superficie de 12 metros de ancho por 20 de largo. Su pintura debía ensalzar la monarquía en un momento de crisis política provocada en parte por la cuestión sucesoria, una vez que resultó evidente que el monarca Carlos II no iba a tener hijos. Durante su residencia en España entre 1692 y 1702, Giordano se convirtió en el pintor más relevante del final del reinado del que sería el último rey español de la Casa de los Austria.
"Sin duda que allí pensó este artífice [Giordano] unir lo bello, lo grande, y lo extraordinario, que cabalmente, son las tres mejores calidades que desean las nobles artes, y que inmortalizan a los profesores que han sabido unirlas. No se puede negar que esta obra, mirada en todas sus circunstancias, es una de las excelentes que se han ejecutado al fresco, donde, desechada toda idea trivial, puso Jordán la mira en la buena disposición y en la nobleza, dando á la obra cierta novedad, y armonía que a todos sorprende"
Antonio Ponz, Viaje de España o Cartas en que se da noticia de las cosas más apreciables y dignas de saberse, que hay en ella (1772-1794), 1947, t. VI, p. 554
El Casón, junto con la Iglesia de los Jerónimos y el Museo del Ejército, es uno de los tres vestigios sobrevivientes del Palacio del Buen Retiro, edificado por Felipe IV en la década de 1630. El proyecto del Casón fue realizado por el arquitecto Alonso Carbonel que entregó las directrices para su construcción en 1637 .
En la actualidad, el edificio está completamente enmascarado por las reformas que tuvieron lugar durante el último tercio del siglo XIX, incluyendo sus dos fachadas monumentales, proyectadas en esta época por los arquitectos Mariano Carderera y Ricardo Velázquez Bosco.
El edificio desempeña diferentes funciones a lo largo de la historia:
El Estamento de Próceres, 1834.Grabado. Madrid, Museo Romántico
1834 -1877 Cámara del Estamento de Próceres (precedente del actual Senado)
1877 -1960 Museo de Reproducciones Artísticas
El Museo de Reproducciones Artísticas, h. 1900. Fotografía. Madrid, Museo Nacional del Prado
1960-1971 Salas de exposiciones temporales, de la dirección general de Bellas Artes
Exposición sobre Zurbarán en el Casón del Buen Retiro, 1964. Madrid, Museo Nacional del Prado
1971- 1997 Se adscribe al Museo Nacional del Prado para la exhibición de sus fondos del siglo XIX procedentes del Museo de Arte Moderno.
1981-1992 Exposición del Guernica de Picasso ( hoy en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía)
Salón Central con la pintura del siglo XIX, 1997. Madrid, Museo Nacional del Prado
1997- 2006 Realización de las obras de restauración de la bóveda y ampliación de los espacios.
Recreación de la Biblioteca del futuro Centro de Estudios del Museo.
2007 Apertura del Casón habilitado para dar cabida al futuro Centro de Estudios del Museo de Prado, incorporando los departamentos de Conservación y Biblioteca.
Cronología de la bóveda del Casón del Buen Retiro
Luca Giordano, bóveda de la sacristía de la Catedral de Toledo, 1698. Toledo, Catedral Primada. Tracer Restauración.
La cronología de la bóveda del Casón debe deducirse de fuentes indirectas, sobre todo acomodando ésta a otros conjuntos de fecha más fácil de establecer. Siguiendo la historiografía que habla sobre la obra de Giordano realizada España, el historiador Antonio Palomino (1655-1726) cita las obras emprendidas por el napolitano en una sucesión cronológica que hasta ahora sigue vigente.
Por esta crónica se sabe que tras la decoración del despacho de Carlos II en Aranjuez , pasa al Casón, y continua después con la sacristía de la catedral de Toledo. El primero de los tres proyectos decorativos, se ha fechado en 1696 o primeros meses de 1697, mientras que, para el fresco de Toledo se tiene la fecha del 27 de noviembre de 1698. Por tanto, se puede proponer la fecha de 1697 para la realización de esta pintura.
Técnica mural
Desglose de la estructura de madera: Cimbra y encamonados.
Conocido desde su infancia por su talento y rapidez de ejecución, -se le llegó a llamar Luca “fa Presto”- manifestó una especial habilidad en la pintura al fresco, desarrollando un estilo plenamente identificable. En España, evolucionó buscando una paleta más clara y una pincelada más suelta y jugosa, soluciones que anticipan la pintura de la centuria siguiente.
Desglose de la estructura de madera: Cimbra y encamonados. Vista superior. Ágora S.L
La estructura de la bóveda se construye con la cimbra y los camones de madera – armazón realizado con molduras que soporta el peso de la fábrica durante el proceso constructivo- fijados entre sí con puntas y cuerdas que son cubiertos por el mortero.
Giordano pinta sobre mortero seco – una mezcla de cal y arena– con una pincelada menos empastada y extensa que cuando lo hace sobre un mortero de yeso. Estando aún húmeda esta segunda capa, se trasladan los diseños realizados previamente en cartones a tamaño natural, a través de incisiones y se aplican las tonalidades básicas. Una vez seco el pintor matiza y detalla volúmenes y sombras.
Desglose de la estructura de madera: Cimbra y encamonados. Vista inferior. Ágora S.L
Por otra parte, los bocetos se caracterizan por una imprimación muy oscura, casi negra, dispuesta sobre una preparación rojiza, y por el uso de una pincelada gruesa que señala volúmenes y luces con sorprendente economía de medios. Son, en términos estrictos, sus célebres "manchas", que permitían con asombrosa facilidad anticipar el efecto de la pintura final y que en un momento concreto debieron de sustituir a los dibujos.
Luca Giordano, Hércules arrastrando a los Cércopes. Óleo sobre lienzo. Colección particular.
Giordano «saqueó» sus propias pinturas en busca de temas o figuras que pudiera incluir en el Casón. Así, muchos de los asuntos tratados proceden de obras realizadas por el propio artista antes de su llegada a Madrid.
Luca Giordano, Bóveda del Casón del Buen Retiro, Detalle de Céfiro.
Un ejemplo de ello es la imagen de Céfiro –personificación del viento en la mitología romana- y el numeroso grupo que le acompaña, todos ellos asociados a la Edad de Oro. Sus principales figuras y símbolos proceden de una pintura correspondiente al periodo florentino y que en 1697 pertenecía al marqués de Santisteban, virrey de Nápoles y uno de los mayores protectores españoles del artista.
Allí se observan todos los elementos utilizados posteriormente en el Retiro: el propio Céfiro, los animales de plumas, el niño al que colocan alas y el que porta un molinillo.
Luca Giordano, Céfiro, 1687-89. Óleo sobre lienzo. Colección particular
Pietro da Cortona, Triunfo de la Divina Providencia del palacio Barberini
Pietro da Cortona, Triunfo de la Divina Providencia, 1633-39. Roma, bóveda del palacio Barberini.
De allí obtuvo figuras aisladas, tipos físicos y recursos compositivos tal y como vemos en el grupo de la Gigantomaquia –la lucha de Hércules contra los gigantes-. Además, Giordano copió descaradamente el Furor (que reproduce invertido), la mujer que sujeta sus cadenas (Mansedumbre, en otra posición para mantener la simetría con el resto de las sibilas), la Fama que sobrevuela el conjunto y la Felicidad Pública, que forma pareja con la Abundancia.
Thommaso Campanella, estampa incluida en la edición de 1653 De Monarchia Hispanica
Giordano toma este modelo para el grupo de la Monarquía Hispánica (situado en el testero oeste). España portando los cuatro cetros y la cartela en la que se lee «ÓMNIBUS UNUS». Los vencidos y los trofeos a la derecha; el león y la hidra a la izquierda, y coronas y joyas a los pies.
Jan Hevelius y Johannes van Keulen, ilustraciones de los atlas
Giordano toma la bóveda celeste de los dibujos de ambos artistas. Del primero, los detalles. Del segundo, las figuras y la disposición de las mismas.
Dibujos y bocetos de Giordano para el Casón del Buen Retiro
Giordano hizo una serie de dibujos y bocetos para el Casón para estudiar las distintas partes de la bóveda. Para las alegorías y las personificaciones se inspiró en gran medida en los manuales iconográficos de Cesare Ripa y Vicenzo Cartari.
La existencia de inscripciones en los dibujos parece deberse a que en algún momento fueron usados para informar o para buscar la aprobación de los artífices intelectuales de la pintura –los responsables de decidir el programa iconográfico-, a los que suministró datos suficientes para aclarar el significado de las figuras representadas.
Baco entre nubes. Lápiz negro y aguada. Sepia sobre papel, 165 x 262 mm. Madrid, Museo Nacional del Prado
Las cuatroestaciones y el Tiempo. Lápiz negro y aguada gris sobre papel agarbanzado, 266 x 384 mm. Madrid, Biblioteca Nacional
Minerva, Marte, el Terror y la Ira. Lápiz negro y aguada sepia sobre papel, 222 x 335 mm. Florencia, Galleria degli Uffizi, Gabinetto dei Disegni e delle Stampe
La Edad de Hierro. Lápiz negro y aguada gris y sepia sobre papel agarbanzado, 210 x 120 mm. Madrid, Museo Nacional del Prado.
La musa Polimnia. Lápiz negro y aguada sepia sobre papel verjurado, 150 x 110 mm. Museo de Bellas Artes de Valencia
La musa Talía. Lápiz negro y aguada sepia sobre papel verjurado, 150 x 110 mm. Museo de Bellas Artes de Valencia
Pareja de filósofos. Lápiz negro y aguada sepia sobre papel verjurado, 215 x 297 mm. Museo de Bellas Artes de Valencia
Pareja de filósofos, Lápiz negro y aguada sepia sobre papel verjurado, 213 x 275 mm. Museo de Bellas Artes de Valencia
Pareja de filósofos. Lápiz negro y aguada sepia sobre papel verjurado, 186 x 291 mm. Museo de Bellas Artes de Valencia
Angelito portando los emblemas de la Justicia. Lápiz negro sobre papel, 170 x 130 mm. Florencia, Galleria degli Uffizi, Gabinetto dei Disegni e delle Stampe.
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La Apoteosis de la Monarquía española
Testero oeste: La Majestad de España.
Los responsables del programa iconográfico trataron de representar una historia del mundo, cuyo eje y elemento fundamental es la Monarquía española. En un extremo aparece la escena del origen de la Orden del Toisón, entregado por Hércules, mítico fundador de la corona española a Felipe, el Bueno, antepasado de Carlos II.
Desde este origen mítico, la historia del mundo avanza de la mano de la historia de la Monarquía española, pasando sucesivamente por las Cuatro Edades del Hombre hasta el momento presente, la Edad de Hierro, con la figura poderosa de España asentada sobre el globo terráqueo al que domina. Todo queda supeditado a su poder omnipresente: las estaciones, los dioses del Olimpo, las artes y las ciencias, el cosmos (representado por el Sol que ilumina su devenir histórico), etc.
Los encargados de definir su significado concibieron un doble recorrido geográfico y cronológico que avanza desde el este hasta el oeste siguiendo el camino del Sol, cuyo avance aparece reforzado por el ritmo procesional marcado por alguno de los grupos allí dispuestos.
Testero este: La fundación del a orden del Vellocino de Oro.
El programa iconográfico se estructura en dos grupos fundamentales colocados en los testeros este y oeste que responden a una misma idea: La exaltación de la Monarquía española. Desarrollan ambos esa idea conmemorativa que querían comunicar a todo aquel que accedieran al salón bien por los jardines o por el palacio. Al este: La fundación del a orden del Vellocino de Oro. Al oeste: La Majestad de España. Las Edades de la humanidad en las esquinas y en la base de la bóveda, la balaustrada a la altura de los lunetos: las Musas y filósofos. Los trabajos de Hércules, hoy perdidos se representaban en los muros, entre los vanos.
La fundación de la Orden del Toisón de oro
La entrega del vellocino a Felipe el Bueno, de manos de Hércules, origen mítico de la orden del Toisón de Oro.
La Alegoría del Toisón de Oro, es un homenaje a la monarquía española precisamente en el reinado del último rey de la dinastía de los Habsburgo españoles o Casa de Austria. Se conmemora en ella la fundación de la Orden del Toisón de Oro, creada por los duques de Borgoña, que trajo a España el rey Carlos I señor de aquel ducado. En torno a una esfera celeste con los signos del Zodíaco de la que pende la condecoración, se agrupan multitud de figuras alegóricas, que aluden al poder político de la monarquía.
Neptuno, Anfítrite y unas ninfas
La escena es contextualizada con la proa del Argos –la nave que permitió a los argonautas, con el héroe Jasón a la cabeza, conquistar el vellocino de oro–. Neptuno, Anfítitre y unas ninfas, personifican el mar. Giordano, se permitió la licencia de sustituir a Jasón por Hércules.Todo ello, queda coronado por el escudo de los territorios sometidos a la Casa de Austria que bajo la protección del sol reune a los Reinos de Castilla y León, Aragón , Sicilia, Granada, Austria , Borgoña, Brabante, Flandes y Tirol. A ambos lados aparecen ninfas portando la diadema (signo de la Realeza) y el olivo (la Paz).
Bóveda Celeste representada por las constelaciones
También aparece la Bóveda Celeste representada por las constelaciones de Géminis, Argos, Tauro, Leo, Draco… y la escenificación del Parnaso con los dioses del Olimpo presididos por Júpiter y el águila que le identifica. En las esquinas de esta parte de la bóveda: asuntos protagonizados por Hércules: la Gigantomaquia –lucha contra los gigantes- a la izquierda. A la derecha, su lucha con Anteo.
Escudos de los territorios sometidos a la Casa de Austria
La representación alegórica de España a través de una figura femenina que aporta en su mano derecha los cuatro cetros de sus reinos que aluden a sus virtudes: Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza.
A sus pies, a la derecha, pueblos de diverso origen y religión que se someten mansamente a su autoridad. La herejía (dragón), el Furor Bélico, el Poder temporal (león con cetro), así como los reinos sometidos (armiños y coronas) y las riquezas ganadas en las campañas militares (monedas, joyas y objetos de oro y plata).
A la derecha de España se encuentra un niño que porta la sentencia latina: “omnibus unus” (uno para todos).
Las Edades de la Humanidad
En las cuatro esquinas de la bóveda se representan las cuatro edades de la humanidad: La Edad de Oro, La Edad de Plata, La Edad de Bronce y La Edad de Hierro; siguiendo el relato de Las Metamorfosis de Ovido y la Iconología de Cesare Ripa (1560- 1645).
“La primera edad que se creó fue la de oro, la que cultivaba la lealtad y el bien , sin autoridad, por propia iniciativa, sin ley”. (Ovidio, Las Metamorfosis, Libro I 89-90)
Se representa junto a la Gigantomaquia (lado este) y viene personificada por una mujer con una manto dorado y cobijada por una encina –el árbol de Júpiter-, que vuelve su rostro hacia el escudo de la Monarquia española. Céfiro –el benéfico y suave viento del este- le acompaña desde la izquierda y precede a todo un cortejo que refuerza su siginificado: amorcillo con un molinete, Flora porteadora del cuerno de la abundancia, ninfas con espigas y frutos, un águila, una mujer que coloca unas alas al segundo niño.
“... apareció la guerra, que lucha con uno y otro, y blande las armas tintineantes con mano sangrienta”. Ovidio, Las Metamorfosis, Libro I, 142- 143)
La más destructiva y temible, en la que tenemos la desgracia de habitar. Personificada por una figura de aspecto herrumbroso con casco en forma de cabeza de lobo y que porta en sus manos guadaña y escudo, en el que aparece la representación del fraude : personaje de aspecto humano y cola de serpiente.
A la izquierda el carro de Cibeles que al igual que Minerva, se la considera protectora de las ciudades y cuyos atributos tales como la llave, el cetro y el orbe son portados por un niño que precede al cortejo junto a un personaje barbado con casco y lanza –sacerdote de la diosa.
Musas y filósofos
En los vértices: parejas de filósofos en grisalla. En la base de la bóveda las nueve musas: Clío (Historia), Melpomene ( Tragedia), Polimnia ( Retórica), Calíope (Poesía), Urania (Astronomía), Talía (comedia), Euterpe (Música), Tersícore (Danza) y Erato (Amor).
Todas ellas estuvieron en su origen acompañadas por Apolo que más tarde, en una restauración posterior, fue sustituido, inexplicablemente, por un libidinoso fauno.
Como diosas de las artes y las ciencias y junto con las parejas de filósofos que coronan los lunetos sostienen la historia del Mundo, que se narra en la bóveda y adornan a la Monarquía española.
Los trabajos de Hércules
Giordano representó dieciséis escenas con los Trabajos de Hércules –cuatro más de los doce canónicos- para adecuarse a los huecos disponibles en los entrepaños de las ventanas, debajo de la línea de la cornisa. A modo de tapices fingidos, como acostumbraba a hacer en sus frescos españoles sobre paramentos verticales, se añaden temas relacionados con España y el momento en el que Mercurio, Palas y Vulcano suministran armas a Hércules.
Todos ellos se perdieron y se conoce su aspecto gracias a las estampas de Juan Barcelón y Nicolás Barsanti, realizadas a partir de bocetos de José del Castillo.
Hércules: origen mítico del rey Carlos II
Su elección constituye una clara referencia al origen mítico de los Austrias, por su condición de héroe dotado de una superior fortaleza moral y física, que le había permitido superar enemigos aparentemente invencibles.
Francisco Fernández de Heredia, en un volumen publicado en 1682 dedicado a la figura de Hércules, incluye una «Cronología sucesiva de padres á hijos de los Reyes de España» en la que presenta al héroe mitológico como el primero de los soberanos españoles, continuando con una lista de supuestos monarcas que alcanzan tiempos históricos hasta llegar al monarca número ciento diecisiete: Carlos II.
La restauración
El deterioro físico de la bóveda y sus restauraciones
El 23 de septiembre de 1915, aparece una noticia publicada en el periódico El Imparcial que dice:
"Un techo de Jordán en peligro [...] De no procederse con urgencia a hacer una restauración muy concienzuda en obra decorativa tan notable, ésta desaparecerá antes de pocos años, lo cual debe evitarse a toda costa por la hermosura de la obra y por la significación del famoso pintor Jordán. La obra de este gran artista decorador, sin llegar a la sublimidad de las pinturas de Miguel Ángel, de la Capilla Sixtina; sin ser de la exquisitez de los frescos de Tiépolo; sin poder compararse a ese ensueño de color, gracia y técnica que dejó Goya en los muros de San Antonio de la Florida, es de un mérito extraordinario, digna de ser tenida en gran consideración".
Gráfico de las grietas encontradas en la bóveda © Ágora S.L.
A lo largo de la historia del Casón, diversos artistas e historiadores que visitaron el edificio y pudieron contemplar la bóveda de Giordano, se pronunciaron sobre el valor de las pinturas y el alarmante estado de conservación debido, sobre todo, a filtraciones de agua y movimientos de los cimientos con la aparición de diversas grietas. Intervenciones perjudiciales como el hecho de que se pegaran telas directamente sobre las paredes decoradas previamente por Giordano con los Trabajos de Hércules, los numerosos repintes que alteraron el diseño original e incluso trabajos de albañilería para enlucir grietas y faltas; hacen que la bóveda decorada por el artista napolitano, llegue al siglo XX casi completamente ocultada como ha demostrado la reciente restauración (2001-2006).
Así, desde la decoración realizada por Giordano, se suceden las intervenciones de Corrado Gianquinto (1753), José del Castillo (1777), Hernández Amores (hacia finales de 1800) y José Garnelo y Alda (1918- 1927).
Antes de la restauración © Ágora S.L.
Los frescos son mucho más luminosos que lo que mostraban los repintes. A parte, los segundos planos de Giordano, son muy transparentes, casi como acuarelas.
Después de la restauración © Ágora S.L.
El fresco está acabado cuando ya los morteros y la pintura han secado, y se ha aplicado encima una capa de clara de huevo, siendo este material, un pigmento transparente que vela colores y tonos, acentuando las sombras y matizando detalles.
Obras de Giordano en el Museo Nacional del Prado
• Abraham escucha las promesas del Señor, óleo sobre lienzo, 66 x 180 cm, 1695-1696 [P151].
• Abraham adorando a los tres ángeles, óleo sobre lienzo, 65 x 168 cm, 1695-1696 [P152].
• Lot embriagado por su hijas, óleo sobre lienzo, 58 x 154 cm, 1695-1696 [P153].
• Sacrificio de Abraham, óleo sobre lienzo, 85 x 124 cm, firmado, 1655 [P154].
• Isaac y Rebeca, óleo sobre lienzo, 84 x 122 cm, (en dep. en el Museo de Belas Artes da Coruña), h. 1655 [P156].
• Viaje de Jacob a Canaán, óleo sobre cobre, 59 x 84 cm, h. 1687 [P157].
• Lucha de Jacob con el ángel, óleo sobre lienzo, 251 x 112 cm, h. 1694 [P158].
• El cántico de la profetisa María, óleo sobre cobre, 58 x 84 cm, h. 1687 [P159].
• La derrota de Sísara, óleo sobre lienzo, 102 x 130 cm, 1690-1692 [P160].
• Victoria de los israelitas y el cántico de Débora, óleo sobre lienzo, 102 x 154 cm, h. 1692 [P161].
• Hércules en la pira, óleo sobre lienzo, 224 x 91 cm, h. 1697 [P162].
• Sansón y el león, óleo sobre lienzo, 95 x 142 cm, 1695-1696 [P163].
• David vencedor de Goliat, óleo sobre lienzo, 96 x 106 cm [P164]. Atribución dudosa.
• Bethsabé en el baño, óleo sobre lienzo, 219 x 212 cm, 1697-1698 [P165].
• La prudente Abigail, óleo sobre lienzo, 216 x 362 cm, 1696-1697 [P166].
• El sueño de san José, óleo sobre tabla, 62 x 48 cm, h. 1697 [P167].
• Sagrada Familia con san Juanito, óleo sobre tabla, 104 cm de diámetro, h. 1665 [P168].
• Sagrada Familia, óleo sobre tabla, 49 x 38 cm, h. 1697 [P169]. Copia de Rafael.
• Sagrada Familia con san Juanito, 78 x 104 cm, 1675-1680 [P170].
• El beso de Judas, óleo sobre cobre, 43 x 66 cm, 1655-1660 [P171].
• Pilatos lavándose las manos, óleo sobre cobre, 43 x 66 cm, 1655-1660 [P172].
• San Pedro arrepentido (lágrimas de san Pedro), óleo sobre lienzo, 66 x 55 cm, h. 1697 [P173].
• Cristo con la cruz a cuestas, óleo sobre lienzo, 77 x 71 cm, h. 1697 [P174].
• Pentecostés, óleo sobre lienzo, 61 x 82 cm (en dep. en el Museo de Salamanca) [P175].
• La Asunción, óleo sobre lienzo, 61 x 82,2 cm, 1700 [P176].
• San Jerónimo, óleo sobre lienzo, 62 x 83 cm (en dep. en el Museo de Bellas Artes de Granada) [P177].
• San Antonio de Padua, óleo sobre lienzo, 121 x 93 cm [P178].
• Santa Rosalía, óleo sobre lienzo, 81 x 64 cm, h. 1697 [P179].
• Santa Águeda, óleo sobre lienzo, 83 x 56 cm (en dep. en el Museo Provincial de Lugo) [P180].
• San Francisco Javier, óleo sobre lienzo, 97 x 71 cm [P181].
• Santa Brígida salvada de un naufragio por la Virgen, óleo sobre lienzo, 62 x 77 cm, h. 1700 [P182].
• Toma de una plaza fuerte, óleo sobre lienzo, 235 x 343 cm, 1697-1700 [P183].
• La batalla de San Quintín, óleo sobre lienzo, 53 x 168 cm, h. 1692-1693 [P184].
• Prisión del condestable de Montmorency, en la Batalla de San Quintín, óleo sobre lienzo, 51 x 167 cm [P185].
• La batalla de San Quintín, óleo sobre lienzo, 53 x 168 cm (en dep. en la Biblioteca-Museu Víctor Balaguer de Villanueva y Geltrú, Barcelona), h. 1692-1693 [P186].
• Prisión del condestable de Montmorency, en la batalla de San Quintín, óleo sobre lienzo, 53 x 168 cm, (en dep. en Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación), h. 1692-1693 [P187].
• El sitio de San Quintín, óleo sobre lienzo, 53 x 168 cm, 1692-1693 [P188].
• Felipe II, con sus arquitectos, inspecciona las obras de El Escorial, óleo sobre lienzo, 53 x 168 cm, h. 1692 [P189].
• Rubens pintando: alegoría de la Paz, óleo sobre lienzo, 337 x 414 cm, h. 1660 [P190].
• La diosa Flora, óleo sobre lienzo, 169 x 109 cm (en dep. en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid), h. 1697 [P192].
• La muerte del centauro Neso, óleo sobre lienzo, 114 x 79 cmh. 1697 [P193].
• Perseo vencedor de Medusa, óleo sobre lienzo, 223 x 91 cm, h. 1697-1700 [P194].
• Eneas, fugitivo con su familia, óleo sobre lienzo, 279 x 125 cm [P196].
• Carlos II a caballo, óleo sobre lienzo, 81,1 x 60,3 cm, anterior a 1694 [P197].
• Doña María Ana de Neoburgo, reina de España, a caballo, óleo sobre lienzo, 81,2 x 61,4 cm, 1693-1694 [P198].
• Retrato de un anciano, óleo sobre lienzo, 75 x 62 cm (en dep. en el Museo Municipal de San Telmo, San Sebastián) [P199].
• Autorretrato, óleo sobre lienzo, 58 x 44 cm [P573]. Copia.
• Magdalena penitente, óleo sobre lienzo, 153 x 124 cm, h. 1660-1665 [P1105].
• Retrato de Carlos II, óleo sobre lienzo, 66 x 56 cm, 1693 [P2504].
• Carlos II a caballo, óleo sobre lienzo, 68 x 54 cm [P2761].
• Carlos II a caballo, óleo sobre lienzo, 80 x 62 cm, h. 1694 [P2762].
• María Ana de Neoburgo, reina de España, a caballo, óleo sobre lienzo, 80 x 62 cm, h. 1694 [P2763].
• San Carlos Borromeo, óleo sobre lienzo, 126 x 104 cm [P2993].
• Bethsabé en el baño, óleo sobre lienzo, 255 x 329 cm [P3177].
• El juicio de Salomón, óleo sobre lienzo, 250 x 360 cm, 1694-1695 [P3178].
• El sueño de Salomón, óleo sobre lienzo, 245 x 361 cm, 1694-1695 [P3179].
• Riña de Isaac e Ismael, óleo sobre lienzo, 175 x 84 cm [P3195].
• Armida y Reinaldo, óleo sobre lienzo, 221 x 124 cm [P3235].
• Mesina restituida a España, óleo sobre lienzo, 272 x 443 cm, 1678 [P3261].
• La Virgen del Rosario, óleo sobre lienzo, 305 x 208 cm [P3287].
• Natividad de la Virgen, óleo sobre lienzo, 155 x 143 cm, firmado (en dep. en el Consejo de Estado, Madrid) [P3350].
• San Pascual adorando el Sacramento, óleo sobre lienzo, 179 x 132 cm, firmado (en dep. en el convento de San Pascual, Madrid) [P3538].
• Adoración de la Santa Faz, óleo sobre lienzo, 102 x 261 cm (en dep. en el Museo Municipal de la Almudí, Valencia) [P3566].
• Riña de muchachos, óleo sobre lienzo, 238,5 x 208,5 cm (en dep. en la Real Academia de Jurisprudencia, Madrid) [P3939].
• Alegoría del Toisón de Oro, óleo sobre lienzo, 187 x 96 cm [P4393]. Copia.
• San Andrés, óleo sobre lienzo, 120,5 x 104,4 cm (en dep. en el Museo de Cáceres) [P4692].
• La Adoración de los Reyes, óleo sobre lienzo, 168 x 220 cm [P5081].
• Sansón destruyendo a los Filisteos, óleo sobre lienzo, 62 x 162 cm, 1695-1696 [P5123].
• Turno vencido por Eneas, óleo sobre lienzo, 222 x 180 cm, 1688 [P5137].
• Un sacrificio a la gentilidad, óleo sobre lienzo, 282 x 69 cm (en dep. en el Museo de Bellas Artes de La Coruña), h. 1702 [P5222].
• Un sacrificio a la gentilidad, óleo sobre lienzo, 280 x 68 cm (en dep. en el Museo de Belas Artes de La Coruña), h. 1702 [P5223].
• Tancredo después de derrotar a los persas encuentra a Clorinda en la fuente, óleo sobre lienzo, 223 x 94 cm (en dep. en la Universidad Central de Barcelona) [P5264].
• Perseo y Andrómeda, óleo sobre lienzo, 223 x 107 cm (en dep. en la Universidad Central de Barcelona) [P5268].
• Quinto Curzio lanzándose a la sima, óleo sobre lienzo, 290 x 355 cm (en dep. en la Universidad Central de Barcelona) [P5300].
• Sagrada Familia con los atributos de la Pasión, óleo sobre lienzo, 307 x 210 cm (en dep. en la Universidad Central de Barcelona) [P5305].
• Esaú y Jacob (el cambio de la primogenitura), óleo sobre lienzo, 99 x 180 cm, 1695-1696 [P5442].
• El sacrificio de Abraham, óleo sobre lienzo, 95 x 196 cm, 1695-1696 [P5452].
• Andrómeda y el dragón, óleo sobre lienzo, 114 x 136 cm (en dep. en la Embajada de España en París) [P6167].
• Degollación de los inocentes, óleo sobre lienzo, 232 x 333 cm, h. 1663 [P6311].
• Martirio de san Lorenzo, óleo sobre lienzo, 414 x 292 cm, 1695 (en dep. en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid) [P7095].
• Orfeo y los animales, óleo sobre lienzo, 198 x 311 cm [P7132].
• Cristo con la cruz a cuestas, óleo sobre lienzo, 225 x 155 cm [P7442].
• Alegoría del Toisón de Oro, pintura al fresco, 1440 x 2100 cm, techo del Casón del Buen Retiro, h. 1697, [P7887].
• Crucifixión de Cristo, lápiz negro sobre papel blanco, 191 x 352 mm, h. 1700 [D765].
• Isaac reconoce a Jacob como heredero, aguada sepia y lápiz negro sobre papel blanco, 155 x 295 mm [D767].
• Milagro de un santo franciscano, rodeado de paralíticos, aguada sepia y sanguina sobre papel blanco, 195 x 235 mm, 1660-1670 [D768].
• Hércules en la pira, aguada gris y lápiz negro sobre papel gris, 268 x 194 mm [D771].
• Media figura masculina de perfil, lápiz negro sobre papel agarbanzado, 130 x 160 mm [D772].
• Sueño de un rey, aguada gris y lápiz negro sobre papel agarbanzado, 197 x 251 mm [D773].
• Llanto por la muerte de Abel, aguada sepia y lápiz negro sobre papel agarbanzado, 212 x 172 mm [D774].
• Escena de batalla, aguada sepia y carbón sobre papel blanco, 341 x 225 mm [D1005].
• El juicio de Paris/Piernas y torso de un desnudo masculino, aguada, pluma, preparado a lápiz, sanguina y tinta parda sobre papel amarilleno, 241 x 294mm [D1561].
• Sagrada Familia con santa Isabel y san Juanito, aguada sepia y lápiz negro sobre papel agarbanzado, 185 x 284 mm, h. 1660 [D2068].
• Abraham recibe la orden de sacrificar a Isaac, aguada sepia y lápiz negro sobre papel blanco, 147 x 292 mm [D2141].
• Visitación, aguada sepia y lápiz negro sobre papel blanco, 280 x 287 mm, h. 1696-1698 [D2150].
• Figura femenina alegórica, sobre nubes, aguada grisácea, aguada sepia y lápiz negro sobre papel agarbanzado, 210 x 120 mm [D2156].
• Baco rodeado de ninfas entre nubes, aguada sepia y lápiz negro sobre papel blanco, 165 x 262 mm, h. 1697 [D2157].
• Presentación de la Virgen en el templo, aguada sepia, lápiz negro y tinta sobre papel blanco, 247 x 283 mm, h. 1690-1698 [D2158].
• Expulsión de los mercaderes del templo, aguada sepia y lápiz negro sobre papel agarbanzado, 208 x 282 mm, h. 1680 [D3675].
• Mucio Escevola pone la mano en el fuego delante de Porsena, sanguina sobre papel verjurado, 269 x 433 mm [D5529].
Algunas imágenes de su obra
Además de todo su obra mural, pintó una ingente cantidad de obras al óleo y configuró la imagen del monarca en el tramo final de su vida. Las colecciones del Museo Nacional del Prado cuentan con más de un centenar de obras de Luca Giordano, de las que destacan, entre otras:
Mesina restituida a España, hacia 1678, óleo sobre lienzo, 272 cm. x 443 cm. P03261
Esta obra es un magnífico ejemplo de la etapa central de la producción del italiano Luca Giordano, conocido en España como Lucas Jordán. En ella se aprecia el carácter decorativo que predominó en la pintura del Barroco italiano en la segunda mitad del siglo XVII, así como la riqueza cromática y el dinamismo que hicieron famoso al artista.
La escena, de carácter alegórico, simboliza a España en la figura de una mujer que está siendo coronada y entronizada sobre las cuatro virtudes cardinales (la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza), pilares del buen gobierno del país, acompañadas de sus atributos y de múltiples angelotes. A la izquierda de la composición, la Fortuna, personificada también por una figura femenina, impide embarcar al guerrero que representa a Francia.
Viaje de Jacob a Canaan, óleo sobre cobre, 59 cm.x 84 cm. P00157
Ilustra un pasaje del Antiguo Testamento. Se muestra la caravana organizada por Jacob, quién, acompañado por sus mujeres, sus hijos, su ganado y pertenencias, se encamina a refugiarse con su padre en Canaán, tras abandonar la tierra de Aram (Génesis 31, 17-18). Podrían repetir la composición de los grandes lienzos que Giordano pintó en 1687 para la iglesia de la Anunciata en Nápoles, desaparecidos en un incendio en el siglo XVIII.
Degollación de los inocentes, óleo sobre lienzo, 232 cm.x 333 cm. P06311
Sintiéndose engañado por los Reyes Magos, que le habían prometido revelar el lugar exacto del nacimiento de Jesús, Herodes ordenó ejecutar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Mateo 2, 16-18). Se trata de una de las pinturas más tempranas de Giordano en el Prado, que se cita muy pronto (1667) en El Escorial. El cuadro aparece hoy cortado en todos sus lados y añadido en su parte alta por una mano distinta de la de Giordano. Las mutilaciones más importantes corresponden a la parte baja de la composición y al lado izquierdo, donde la mujer que llora ante su hijo difunto se prolongaba unos cuarenta centímetros.
La diosa Flora, óleo sobre lienzo, 169 cm.x 109 cm. P00192
Diosa de la primavera y, por extensión, de las flores y los jardines, representa la fertilidad en la mitología latina. Se trata de una obra de colaboración, en la que Giordano pintó las figuras y Andrea Belvedere (Nápoles, 1652-1732), las flores. La colaboración de Luca con pintores especialistas está documentalmente probada además, con Giuseppe Recco, Giovanni Battista Ruoppolo, Giuseppe Ruoppoloy Abraham Brueghel.
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La batalla de San Quintín, óleo sobre lienzo, 53 cm. x 168 cm. P00184
Magdalena penitente, óleo sobre lienzo, 153 cm.x 124 cm. P01105
La Magdalena penitente de Giordano ilustra sobre las dudas que sus imitaciones suscitaron en épocas diversas. A pesar de que ingresó en la Colección Real en el siglo XVIII con la atribución correcta, muy pronto fue citada como obra de Ribera, Murillo y otros, hasta que a mediados de 1950 fuera restituida al artista napolitano. Giordano imita el ambiente cerrado, oscuro y desértico del maestro valenciano; la actitud meditativa de la santa, la técnica suelta y empastada, los colores terrosos, las carnaciones sobre preparación oscura y las llamativas superficies color carmín de las vestiduras, que remiten al momento de máximo venecianismo del maestro español. Giordano muestra aquí su visión de Ribera, con quien pudo formarse, añadiendo influencias de otros artistas como Andrea Vaccaro, de quien toma el rostro de aspecto ensoñador.
Isaac y Rebeca, óleo sobre lienzo, 84 cm.x 122 cm. P00156
El beso de Judas, óleo sobre cobre, 43 cm.x 66 cm.P00171
Esta pintura ha sido relacionada con Durero (1471-1528) y con Lucas de Leiden (1494-1533). Supone un sobresaliente ejercicio de estilo que manifiesta su atenta observación de originales alemanes del siglo XV, cuya técnica Giordano intentó imitar. En ella Giordano aplicó una pincelada minuciosa y precisa de trazos cortos que reproducen con rigurosa exactitud el aspecto de los objetos, la incidencia de la luz y los brillos metálicos, así como los detalles anatómicos, todo ello en las antípodas de su sensibilidad artística. Esta pintura forma parte de un grupo de más o menos una docena, todas ellas correspondientes a la juventud del artista y representan escenas de la vida de Cristo, especialmente de la Pasión, cuyas composiciones tomó de estampas alemanas (Texto extractado de Úbeda de los Cobos, A.: Luca Giordano y el Casón del Buen Retiro, Museo Nacional del Prado, 2008, pp. 170-171).
Sacrificio de Abraham, 1695 - 1696, óleo sobre lienzo, 95 cm.x 196 cm. P05452
Dios puso a prueba la fe de Abraham solicitándole que sacrificara a Isaac, su propio hijo. Antes de que Abraham pudiera consumar el sacrificio, un ángel detuvo su mano, quedando demostrada su fe (Génesis 22, 1-18). Esta pintura fue ampliada en sus dos lados por una mano próxima aunque ajena a la de Giordano. A la muerte de Carlos II se localizaba en el Palacio de la Zarzuela.
Sansón y el león, óleo sobre lienzo, 95 cm.x 142 cm. P00163
Sansón fue atacado por un león al que venció con su fuerza colosal infundida por Dios (Jueces 14, 6). Forma parte de una serie dedicada a este personaje bíblico, cuya vida fue interpretada como una prefiguración de la de Cristo. En concreto, este episodio se interpreta como la victoria de Cristo sobre el pecado. Giordano concibe una escena cargada de tensión, dinamismo y violencia, en la que destaca la poderosa anatomía del personaje bíblico.
Sagrada Familia. Óleo sobre tabla, 49 cm.x 38 cm. P00169
El sueño de Salomón, óleo sobre lienzo, 245 x 361 cm, 1694-1695 [P3179].
Retrato de Carlos II. Óleo sobre lienzo, 66 x 56 cm. Madrid, Museo Nacional del Prado
Carlos II, rey de España, a caballo. Antes de 1694. Óleo sobre lienzo, 81,1 cm x 60,3 cm
Luca Giordano (1634-1705) realizó un retrato ecuestre de Carlos II destinado al Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid. La intención era la de señalar una continuidad dinástica en la que Carlos constituía el último eslabón de una cadena iniciada por dos personajes de especial significación: Carlos V y Tiziano, a través del retrato de éste último: Carlos V en Mühlberg. La destrucción de dicho retrato como consecuencia del incendio del Alcázar de 1734 impide conocer el aspecto del rey, aunque cabe suponer que la necesidad de dar continuidad a un conjunto anterior debió limitar considerablemente las posibilidades visuales y narrativas. Existen actualmente dos bocetos en el Museo del Prado que han sido relacionados con el retrato perdido del Salón de los Espejos. Tradicionalmente se ha venido considerando de forma mayoritaria que esta pintura del Museo del Prado era el boceto preparatorio para ese cuadro y se señalaba que Giordano se aproximaba deliberadamente al modelo velazqueño del retrato de Felipe IV en el Salón de Reinos de palacio del Buen Retiro que, como aquél, cuenta con una pareja. En esta obra Giordano siguió en términos generales la iconografía velazqueña, aunque introdujo diferencias muy considerables, como es la aparición de elementos alegóricos con los que muestra la sagrada misión de la Monarquía Hispánica en defensa de la Fe en la parte superior (aproximándose al retrato de Felipe IV de Rubens, también desaparecido), mensaje que se completa en la parte baja con una victoria entre los infieles, que perecen aplastados por su caballo. Además, Giordano estableció una diferente relación entre el modelo y el espectador, al que Carlos II vuelve su rostro, mientras que Felipe IV, indiferente a nuestras miradas, muestra un sorprendente perfil.Sin embargo, últimamente se ha propuesto una hipótesis distinta que considera que no fue éste el retrato que colgó en el Alcázar, sino el segundo de los conservados en el Museo del Prado, Carlos II a caballo (P02761), que representa al monarca también a caballo, en elegante corbeta, vestido con coraza completa de capitán general y tocado con sombrero. A favor de esta hipótesis estaría, sobre todo, su parecido con otros retratos ecuestres del Salón de los Espejos. Los retratos ecuestres de Carlos II y Mariana de Neoburgo que debían sustituir a los de Felipe III y Margarita de Austria, cuya presencia carecía de vigencia en una fecha próxima a 1694, momento probable de su realización (Texto extractado de Úbeda de los Cobos, A. en: Cortes del Barroco: De Bernini y Velázquez a Luca Giordano, 2003, pp.77-80).
Más info de Luca Giordano. Enlace del Museo del Prado