
Réplica de un autorretrato original de Alonso Cano perdido, óleo sobre lienzo, 72 x 67 cm, Museo de Cádiz
Alonso Cano. Granada (España). (1601-1667) Pintor, escultor, retablista, arquitecto... en fin un gran artista, posiblemente el más completo de su época.
Nació en Granada en 1601. En 1614 su familia, atraída por el esplendor de la ciudad, se trasladó a Sevilla. dos años después, el 17 de agosto, Alonso entraba como aprendiz en el afamado taller del pintor Franciso Pacheco. Allí conoció y coincidió con Velázquez.
En 1625 se casó con María de Figueroa, que endulzó por breve tiempo el temperamento rudo y violento de quien descargaba su ira en la piedra o en la madera.
En 1652, Alonso Cano fue nombrado por Felipe IV racionero de la catedral de Granada, con la condición de que fuera ordenado sacerdote en el plazo de doce meses, durante ese tiempo mostró una ternura oculta y subterránea, en 1658 Alonso Cano, a instancias de rey, cedió y fue ordenado sacerdote por el obispo de Salamanca y Felipe IV forzó al cabildo a aceptar al recién ordenado escultor como racionero de la catedral.
Falleció el 3 de septiembre de 1667 en Granada, no sin antes –demostrando su genio y personalidad- rechazar el crucifijo que se le tendía por no ser de su gusto.

Inmaculada Concepción, 1618-20, obra atribuida a Diego Velázquez o Alonso Cano, los investigadores no se ponen de acuerdo, aunque parece que las opininiones más numerosas se decantan por el maestro granadino. Centro de Investigaciones Diego Velázquez de Sevilla.
Con esta presentación que realizo, desde el foro de xerbar, pretendo hacerle un pequeño homenaje, para contribuir a la divulgación y reconocimiento de su genial obra, que abarca óleos, frescos, retablos, esculturas y hasta arquitectura.Espero que os guste.

Estatua con la figura de Alonso Cano (Granada 19/03/1601 - 03/09/1667), pintor, retablista, escultor y arquitecto, considerado por muchos como el artista más completo del Siglo de Oro.

"Monumento a Alonso Cano realizado por Antonio Cano en 1943 y situado en la Plaza del Palacio Arzobispal de Granada.". Entre sus obras en la Catedral destacan: La fachada principal El retablo de la InmaculadaLa estatua se encuentra en la Plaza de Alonso Cano, junto a la Iglesia del Sagrario de la Catedral de Granada.
Biografía según la Wikipedia

ALONSO CANO. Insigne Pintor y Escultor. nació en Granada el año de 1600, y murió en la misma Ciudad en 1676.
Alonso Cano. España. (1601-1667) Su padre, Miguel Cano, era un prestigioso ensamblador de retablos de origen manchego. Junto a él Alonso aprendió sus primeras nociones de dibujo arquitectónico y de talla en madera y muy pronto comienza a descubrirse su enorme talento.
En 1614 se traslada a Sevilla, donde aprende pintura de la mano de Francisco Pacheco, maestro de Velazquez, y escultura de Juan Martínez Montañés. En 1624, dos años antes de obtener el título de Maestro Pintor, realiza su primer cuadro, un San Francisco de Borja con la inconfundible huella de Pacheco. Fue durante varios años compañero de Velazquez.
Sus obras fueron una mezcla entre el manierismo italiano y el Barroco. Sus dibujos fue de lo más destacado de su obra. En una época en la cual dominaba el tenebrismo, él fue capaz de ser colorista en sus trabajos, como Zurbarán, Sánchez Cotán y Juan Bautista Mayno.
En 1629 hizo su obra más grandiosa el Retablo del Altar Mayor de la Iglesia de Santa María de Lebrija (Sevilla). Otras de sus pinturas destacadas son Milagro del Pozo, San Francisco de Borja, Retablo del Altar Mayor de la Iglesia de Santa María de Lebrija, Retablo del Niño Jesús de Getafe.
En 1627 muere, al parecer de parto, su primera esposa, María de Figueroa. Vuelve a casarse en 1631, esta vez con Magdalena de Uceda.
En 1638 se traslada a la capital, donde el valido de Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares, le nombró pintor de cámara. Estuvo de paso por la corte madrileña, donde tuvo contacto con las colecciones reales y la pintura veneciana del siglo XVI.
Como escultor, sus obras más famosas son el retablo de Nuestra Señora de la Oliva en la iglesia de Lebrija, y las figuras colosales de San Pedro y San Pablo.
En 1644 su esposa murió asesinada, por lo que, Alonso fue acusado de asesinato y fue incluso torturado, aunque no se le pudo condenar, al haberse demostrado que era inocente. Huyó a Valencia con la intención de hacerse monje.
En 1652 se marchó hacia Granada donde obtuvo el cargo de racionero de la Catedral, gracias a la colaboración de Felipe IV. Allí completó la decoración de la Capilla Mayor. Sin embargo tuvo constantes enfrentamientos con los canónigos de allí. Consiguió poco después ser maestro mayor de la Catedral, aunque al poco tiempo de este nombramiento, murió. Fue enterrado en la cripta de la Catedral de Granada.
Durante toda su vida fue un pendenciero y los duelos estuvieron siempre a la orden del día. Pese a ganar grandes cantidades de dinero, siempre estuvo endeudado, llegando a pisar la cárcel, aunque su amigo Juan del Castillo pagó las deudas.
Obras más destacadas
· Virgen de la Oliva (1629)
· Inmaculada del Facistol (1655 - 1656) en la sacristía de la Catedral de Granada.
. Inmaculada (1648) Museo Diocesano de Arte Sacro, en Vitoria
· Virgen de Belén
· Busto de San Pablo
· Cabeza de San Juan de Dios
· Portada de la Catedral de Granada
OBRA PICTÓRICA:
Biografía y obra de Alonso Cano en el Prado

El milagro del pozo, 1638-40, óleo sobre lienzo, 216 x 149 cm. Museo del Prado. Obra de Alonso Cano.

La Crucifixión, segundo tercio del siglo, óleo sobre lienzo, 130 x 96 cm. Museo del Prado. Obra de Alonso Cano.

Cristo muerto sostenido por un ángel, 1646-52, óleo sobre lienzo, 137 x 100 cm. Museo del Prado. Obra de Alonso Cano.

San Bernardo y la Virgen, óleo sobre lienzo, 267 x 185 cm. Museo del Prado. Obra de Alonso Cano.

San Jerónimo penitente, óleo sobre lienzo, 177 x 209 cm. Museo del Prado. Obra de Alonso Cano.

La Virgen y el Niño, h. 1646-1650, óleo sobre lienzo, 162 x 107 cm. Museo del Prado. Obra de Alonso Cano.

EnlaceSan Benito en la visión del globo y los tres ángeles, óleo sobre lienzo, 166 x 123 cm, 1657-1660 . Obra de Alonso Cano.

Dos reyes de España, óleo sobre lienzo, 165 x 227 cm, h. 1641. Obra de Alonso Cano.

Rey de España, c. 1643, óleo sobre lienzo, 165 x 125 cm. Museo del Prado. Obra de Alonso Cano.
Otras obras

La Inmaculada Concepción, 1648. Museo Diocesano de Arte Sacro, en Vitoria. Obra maestra de la pintura de Alonso Cano.

Inmaculada Concepción, 1618-20, obra atribuida a Diego Velázquez o Alonso Cano, los investigadores no se ponen de acuerdo, aunque parece que las opininiones más numerosas se decantan por el maestro granadino. Centro de Investigaciones Diego Velázquez de Sevilla.

Inmaculada Concepción, 1645-50. Obra de Alonso Cano.

Inmaculada Concepción. Hacia 1650. Óleo sobre tela. Depósito de la parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. de Berantevilla. Obra de Alonso Cano

Virgen. San Antolín. Medina del Campo. Obra de Alonso Cano

Cristo recogiendo las vestiduras. 1646. Obra de Alonso Cano.

San Francisco de Borja, 1624, pintura juvenil de Alonso Cano (Museo de Bellas Artes de Sevilla).

Cristo y la Samaritana. 1640. Obra de Alonso Cano.

St. Vincent Ferrer Preaching. 1644-45. Obra de Alonso Cano.

La educación de la Virgen. Obra de Alonso Cano.

La Virgen de la leche. Es una de las pinturas más divulgadas de Alonso Cano y la obra más conocida del Museo de Guadalajara. Esta obra refleja la madurez como artista de Alonso Cano, quien la ejecutaría seguramente durante su última estancia en la Corte, entre 1657 y 1660. En ella crea una atmósfera serena y luminosa gracias al equilibrio de las formas, la delicadísima belleza y el fresco colorido. El azul luminoso del manto, el rojo de la túnica y las suaves carnaciones rosas y blancas del Niño y la cara, manos y pecho de la Virgen captan inmediatamente la atención. A su vez, la iluminación le imprime un fuerte carácter escultórico. Sobre su autoría no existen dudas, ya que el lienzo está firmado con el monograma de Alonso Cano, en la parte inferior derecha.

Crucificado. 1650-1660. Óleo sobre lienzo. 241 x 150 cm. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid

Cristo crucificado. 1646. Obra de Alonso Cano

Noli me Tangere, c. 1640. Óleo sobre lienzo. 141,5 x 109,5 cm. Museo de Bellas Artes de Budapest. Hungría. Obra de Alonso Cano

La Virgen con el Niño. 1638-48. Museo de Bellas Artes de Granada. Obra de Alonso Cano

Alonso Cano - Saint John the Evangelist's Vision of Jerusalem. 1636-37. Obra de Alonso Cano. Este cuadro repite la composición de otro San Juan pintado para el retablo de San Juan Evangelista del convento de Santa Paula en Sevilla, anterior a 1638 y hoy en el Museo del Louvre de París.

San Vicente Ferrer predicando. 1640-45. Obra de Alonso Cano

San Juan Evangelista en Pathmos. 1640-46. Óleo sobre lienzo. 218 x 153 cm. Museo de Bellas Artes de Budapest. Hungría. Obra de Alonso Cano

San Juan Evangelista dando la comunión a la Virgen. Obra de Alonso Cano

San Juan Evangelista. 1636. Obra de Alonso Cano

The Miracle at the Well. 1646-48. Obra de Alonso Cano

Christ and Two Followers on the Road to Emmaus. 1635-1650. Obra de Alonso Cano

Visión de San Antonio de Padua, 1660-1662, óleo sobre lienzo, 136 x 111 cm. Escena de las pinturas de la vida de la Virgen para el convento del Ángel Custodio en Granada. Obra de Alonso Cano

San Juan. 1635-37. Obra de Alonso Cano

Christ Blessing the Host by Alonso Cano, 1653-57. San Diego Museum of Art

Cristo atado a la columna. 1657-1660, óleo sobre lienzo, 104 x 190 cm. Convento del Santísimo Cristo de la Victoria de Serradilla (Cáceres). Obra de Alonso Cano

La flagelación o Cristo flagelado por dos verdugos, óleo sobre lienzo, 140 x 200 cm. Convento del Santísimo Cristo de la Victoria de Serradilla (Cáceres). Obra de Alonso Cano. Aparece el Salvador en pie, atado a la columna e inclinado hacia adelante, de frente. Las anatomías tanto de Cristo como de los sayones, algún artista español del último cuarto del siglo XVI. La luz es muy difusa y por medio de ella se consigue una lograda calidad ambiental del espacio. El color es francamente bueno y matizado, de reminiscencias venecianas.

[bCristo desciende al Limbo[/b]. 1655. Se trata de uno de los lienzos más interesantes de Alonso Cano, ante el protagonismo que alcanza el desnudo femenino de Eva, comparable por calidad y sensualidad, a la Venus del espejo de Velázquez. Al fin y al cabo ambas obras son concebidas en el ambiente refinado de la Corte madrileña de Felipe IV, tan influida en lo que a la pintura se refiere, por los lienzos de los venecianos compilados en la colección real, en los que el tema del desnudo femenino alcanza gran importancia, como se evidencia en las obras de Tiziano, Tintoretto o El Veronés.

Cristo en el Limbo. 1652. Obra de Alonso Cano

Antonio Álvarez Osorio. 1657-60. Colección privada. Obra de Alonso Cano

San Francisco de Borja. 1624. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Obra de Alonso Cano

Melpomene, 1648, estampa calcográfica incorporada a Francisco de Quevedo, El Parnasso español, Madrid, Diego Díaz de la Carrera, sobre un dibujo de Alonso Cano

Thalia, estampa calcográfica incorporada a Francisco de Quevedo, El Parnasso español, Madrid, Diego Díaz de la Carrera, 1648. Grabado al aguafuerte de Herman Panneels sobre un dibujo de Alonso Cano

The Martyrdom of Saint John, c. 1667. Obra de Alonso Cano

Proyecto de fuente. Museo de Bellas Artes de Córdoba. Obra de Alonso Cano

Predicació de sant Vicent Ferrer, dues versions, oli sobre tela. Alonso Cano. A la dreta la versió de la Col·lecció del Banco santander i a l'esquerra la del museu de Belles Arts de València.

Virgen del Rosario. Catedral de Málaga, Capilla del Rosario. Este lienzo monumental fue pintado por Cano entre 1665-1666, un año antes de su muerte, para el prelado dominico, supuesto hijo natural de Felipe IV, Fray Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga. Es considerada una de las mejores composiciones de Cano y de la pintura del siglo XVII español. Tanto su diseño como su dibujo son excelentes, al igual que el color, reflejo del momento de plena madurez del pintor.

Jesús y la samaritana. 1650-52. Óleo sobre lienzo. 165 x 205 cm. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid
Este sensacional lienzo permaneció oculto en un almacén de la Academia de San Fernando hasta la exposición de la obra de Cano que se celebró en Granada en el año 1954. Formaba parte de la serie de pinturas realizadas por el maestro granadino para el refectorio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas en Sevilla. Cano se inspiró en una composición del mismo tema realizada por Aniballe Carracci, al colocar el pozo en el centro de la composición. Se trata de una obra cargada de elegancia en la que destacan el sobresaliente dibujo, la estudiada composición y la brillante ejecución, empleando tonalidades rosas para la túnica de Cristo y azules para el manto. La sensación atmosférica es una muestra de la admiración por la escuela veneciana manifestada por el maestro granadino, especialmente por Tiziano y Veronés. El paisaje del fondo aumenta la brillantez del conjunto, demostrando Cano una vez más que es uno de los mejores creadores del Siglo de Oro.

San Bernardino y San Juan de Capistrano. 1653-57. Óleo sobre lienzom 71,50 x 95,5. Museo de Bellas Artes de Granada. Obra de Alonso Cano.

Virgen con niño. Óleo sobre lienzo, Colegiata de San Antolín, Medina del Campo

La Anunciación. 1660. Óleo sobre lienzo. 220 x 173 cm. Museo Goya. Castres. Francia
Retablo de Alonso Cano en Santa Paula de Sevilla

La visión de San Juan Evangelista de Jerusalén (Wallace Colletion, Londres). Pertenecía al Retablo de Santa Paula de Sevilla. Obra de (Alonso Cano).

San Juan Evangelista y la visión de Dios (Museo de John y Mable Ringling, Sarasota, Florida) Pertenecía al Retablo de Santa Paula de Sevilla. Obra de (Alonso Cano).

San Juan Evangelista y la visión del Cordero (Museo de John y Mable Ringling, Sarasota, Florida). Pertenecía al Retablo de Santa Paula de Sevilla. Obra de (Alonso Cano).

San Juan Evangelista exorcitando al demonio (Museo del Louvre, Paris). Pertenecía al Retablo de Santa Paula de Sevilla. Obra de (Alonso Cano).
Más info del Retablo de Alonso Cano en Santa Paula de Sevilla
COMO RETABLISTA:
Alonso Cano. En el ámbito de la arquitectura, especialmente en la aplicada a la construcción de retablos, Cano, es considerado un revolucionario por su uso del ornamento y de los órdenes clásicos (dórico, jónico, corintio y compuesto), así como por su aplicación de las proporciones.
Alonso Cano impresionó y asombró a sus contemporáneos gracias a su extraordinaria capacidad creativa (se repetía escasamente) y la riqueza decorativa de su obras.
Algunos motivos ornamentales de sus retablos, como los rollizos querubines y unos grandes cogollos de hojas carnosas, sacados probablemente del manierismo italiano y enriquecidos por la inventiva de Cano, tuvieron un gran éxito entre los artistas madrileños posteriores. Sin embargo, Cano era considerado más un «arquitecto-artista» que un «arquitecto-constructor». Algunos arquitectos del momento, como Juan Gómez de Mora, alababan sus trazas para retablos («obras de ensamblaje y adornos con gran primor») pero dudaban de sus capacidades en el campo de la técnica (cantería, albañilería, cálculo de estructuras).
En todo caso, a su llegada a Madrid en 1638 Cano iba precedido de cierto renombre en la construcción de retablos (no olvidemos que su padre fue un reconocido retablista en Granada y Sevilla) y parece que sus innovaciones impactaron y tuvieron gran éxito en la arquitectura madrileña de mediados del siglo XVII. Hemos conservado dos espléndidos retablos que Cano trazó antes de salir de Sevilla: el de Nuestra Señora de la Oliva en Lebrija (entre 1629 y 1631) y el de San Juan Evangelista para la iglesia del convento de Santa Paula, en la propia Sevilla (de 1635-1638).
En ellos Alonso Cano también intervino con esculturas y cuadros respectivamente, obras citadas en otros capítulos.
De las obras realizadas en Madrid sólo conocemos por ahora algunos dibujos preparatorios y estudios de detalles arquitectónicos. Entre los primeros hallamos el del retablo de la iglesia de San Andrés de Madrid, realizado hacia 1643, y el de la iglesia de San Juan de Dios, de 1653-1657. Aunque también participó en la decoración de los nichos de dos retablos para la iglesia de Santa María Magdalena de Getafe (1644-1646), no fue Cano quien trazó su estructura sino Salvador Muñoz. Otros dibujos muestran columnas, hornacinas, tabernáculos o remates de los mismos, donde Cano siempre aporta nuevas y deslumbrantes soluciones decorativas.
Para comprender el alcance de las aportaciones arquitectónicas de Alonso Cano hay, por tanto, que acudir a los retablos sevillanos.

Retablo de Nuestra Señora de la Oliva. Este retablo fue la primera obra importante de Alonso Cano. Aunque fue su padre Miguel Cano quien recibió el encargo en 1629, éste dejó el proyecto y la ejecución del mismo en manos de su hijo Alonso, quien ayudado por el pintor Pedro Legote lo terminó en el corto espacio de tres años. Se trata de una composición que rompe el esquema clásico y puede considerarse plenamente barroca.

Retablo de Nuestra Señora de la Oliva. Retablo mayor de la iglesia de Nuestra Señora de la Oliva, Lebrija (Sevilla).Este retablo fue la primera obra importante de Alonso Cano. Aunque fue su padre Miguel Cano quien recibió el encargo en 1629, éste dejó el proyecto y la ejecución del mismo en manos de su hijo Alonso, quien ayudado por el pintor Pedro Legote lo terminó en el corto espacio de tres años. Se trata de una composición que rompe el esquema clásico y puede considerarse plenamente barroca... Más info
Retablo de San Juan Evangelista
Retablo de San Juan Evangelista de Alonso Cano. Convento de Santa Paula de Sevilla. Es un monumento histórico que se encuentra situado en el interior de su casco histórico de la ciudad, a espaldas de la parroquia de San Marcos y muy próximo a otro de los grandes conventos sevillanos, el de Santa Isabel. En el pasado contó con una extensión de terreno muy considerable, ocupado en especial por sus huertas.
En la actualidad su configuración es muy compleja, a consecuencia de las diferentes modificaciones y reformas llevadas a cabo a lo largo de su historia. Así, en su interior se combinan construcciones de gran interés arquitectónico con otras muy sencillas de tipo domésticas, que se organizan en torno a amplios espacios vacíos destinados a patios, jardines o compases... Más info

Cabecera y altar mayor, es obra del escultor José Fernando de Medinilla (1730)

Retablo de San Juan Evangelista. En 1635 las monjas jerónimas de Santa Paula contrataron a Alonso Cano para que realizara un retablo dedicado a San Juan Evangelista. El artista realizó tanto la traza como los lienzos que lo decoraban en origen, terminándolo antes de marcharse a Madrid en 1638. Se compone de un solo cuerpo, como el de Lebrija, y de un ático.

Escultura de San Juan Bautista, iglesia del Convento de Santa Paula, Sevilla. Autor: Juan Martínez Montañés

Imagen de San Juan evangelista, Iglesia del Convento de Santa Paula, Sevilla. Autor: Alonso Cano
CATEDRAL DE SANTA MARIA MAGDALENA ANUNCIACION - S XVII, GETAFE, (MADRID)
En los lados del evangelio de la Catedral de Getafe y de la epístola se encuentran dos bellos retablos, el de Nuestra Señora de la Paz, obra de Salvador Muñoz con cuadros de Alonso Cano, La circuncisión y sendas parejas de santos Tomás de Aquino y Gonzalo de Amarante, de pequeño tamaño y localizados en el banco a los lados del sagrario,y en el primer cuerpo, los cuadros de Santa Ana y Santa Isabel .Los otros cuadros son de Francisco Camilo.

Retablo, el de Nuestra Señora de la Paz. Catedral de Getafe.
En el del Santo Nombre de Jesús, en el cual pertenecen a Alonso Cano los de san Francisco de Guzmán, san Agustín y el Ecce Homo pequeños de abajo que casi no se ven.Tambien los de san José, la Anunciación y San Miguel. De Matias Lopez son las santas Rosa de Lima e Isabel de Portugal y de Sebastian Herrera Barnuevo , La adoración de los pastores que culmina el retablo.

Retablo del Santo Nombre de Jesús. Catedral de Getafe.
Más info de la Catedral de Santa María Magdalena de Getafe, y de Alonso Cano.
Los retablos de Alonso Cano de la Catedral de Getafe (Madrid)
COMO ESCULTOR:
Alonso Cano se inicia en el arte de la escultura desde bien temprano en el propio taller de su padre Miguel, constructor y tracista de retablos, ocupación en la que la escultura tuvo un gran protagonismo junto a la arquitectura y la pintura.
Su aprendizaje se completa durante los años en que se traslada a Sevilla (1616-1638) junto a su familia. No cabe duda que su permanencia desde 1616 en el taller del pintor y teórico Francisco Pacheco facilitó que el joven Alonso adquiriera una profunda formación que no sólo aplicaría a la pintura. En sus obras pictóricas y escultóricas observamos multitud de cualidades similares: monumentalidad y serenidad de los personajes que consiguen transmitir una gran fuerza emocional al espectador, desde su propia intimidad y gran esencia espiritual, sin necesidad de tener que acudir a gestos exagerados.
Igualmente interesante tuvo que ser su relación con la obra del gran escultor Juan Martínez Montañés, con quien parece que pudo colaborar entre 1626 y 1629, y de él tomará la serenidad, elegancia y naturalismo de sus esculturas, así como el gusto por el tratamiento minucioso de los ropajes.
De la etapa sevillana de Cano deben señalarse las esculturas que ejecuta para el retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Oliva en Lebrija y muy especialmente su talla principal de la Virgen con el niño, obra maestra del arte barroco. No deben tampoco olvidarse otras obras, como la imagen de Santa Teresa realizada para la iglesia sevillana de San Alberto y hoy en el convento del Buen Suceso, o la bella Inmaculada de la iglesia de San Andrés.
Su etapa madrileña (1638-1652) se nos muestra con muchas incógnitas en lo que a la escultura se refiere y debemos movernos entre especulaciones y esculturas cuya autoría no siempre se muestra con claridad. A este momento pertenece la bella y emotiva obra de Jesús Nazareno Niño con la cruz, perteneciente a la Congregación de San Fermín de los Navarros de Madrid.
Aunque no se conoce su intervención en empresas de carácter profano, no debemos descartar que pudiera trabajar en alguno de los proyectos que se estaban realizando en la Corte, en el Palacio del Buen Retiro, en el Alcázar, etc.
Una vez más será su última etapa, transcurrida en Granada (1652-1667), en la que Alonso Cano consigue presentarnos su arte más personal, y a ella debemos algunas de sus obras más famosas. Destaca entre todas ellas la bellísima y exquisita Inmaculada (1655-1656) que realizó para rematar el facistol que el mismo Cano diseñó para la Catedral, imagen que constituye un hito en el devenir de la imaginería del barroco español. También a este período pertenece el conjunto de cuatro esculturas que realizó con ayuda de su discípulo Pedro de Mena, para decorar el crucero del templo del Santo Ángel Custodio, iglesia que fue trazada por el propio Cano.
Su maestría como escultor contó con numerosos discípulos, ente los que deben recordarse dos artistas excepcionales: Pedro de Mena (1628-1668) y José de Mora (1642-1724).

Concepción Immaculada, Alonso Cano, s. XVII, Museu del Patriarca de València. Obra de Alonso Cano

Inmaculada. Iglesia de San Julián, Sevilla. Obra de Alonso Cano

Virgen de Belén. Museo de la Catedral de Granada (ca. 1664).Esta pequeña talla de 45 cm fue realizada por Alonso Cano para rematar el facistol que diseñó para la catedral y para sustituir la escultura de la Inmaculada que a su vez él mismo talló y que por su belleza fue llevada a la Sacristía para facilitar su contemplación. Cano en su etapa granadina (1652-1667) tuvo una especial inclinación hacia las obras escultóricas de pequeño formato, y parece que en ellas es capaz de mostrar una mayor intimidad.
De nuevo destacaremos la belleza serena de la imagen y el minucioso tratamiento de los ropajes de María que destacan frente a la desnudez del niño. En la producción de Alonso Cano volveremos a encontrar la misma temática en varias obras pictóricas, caso de la Virgen del Lucero del Museo del Prado, o en la Virgen de Belén del Palacio Arzobispal de Granada.

Virgen de la Oliva. Lebrija (Sevilla). Autor: Alonso Cano. 1629, tiene 183 cm., altura. Material: Madera policromada. Estilo: Barroco Español.
Tiene «el empaque y apostura de una estatua clásica.» Se trata de la imagen titular del retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Oliva, que realizó el artista en torno a 1630, debe destacarse la intensa belleza y serena monumentalidad que Cano consigue plasmar en esta magistral figura de la Virgen con el niño. A nivel global se ha hablado de una composición de tipo «ánfora» en la que destaca la verticalidad de María compensada por la diagonal que conforma la disposición de su pierna derecha y la figura desnuda del niño que sujeta entre sus brazos. Especial protagonismo adquiere el tratamiento del amplio ropaje que viste la Virgen, el cual dota a la escena de un interesante ritmo que compensa el estatismo de los personajes.

Jesús Nazareno de niño con la cruz a cuestas. Con apenas 80 cm de altura en esta obra atribuida a Alonso Cano, vemos una de las constantes del arte barroco surgido tras la Contrarreforma y el Concilio de Trento que intenta conmover la devoción del espectador mediante los sentimientos, en este caso mediante el artificio dramático que fusiona la infancia y la pasión de Cristo. Desgracia- damente no termina de ser clara su autoría, aunque su atribución a Cano se avala por la extraordinaria calidad de la pieza, por su serena y contenida belleza, por el minucioso tratamiento del ropaje, por su carga emocional, que evita la exageración de los gestos, etc.
Parece que pudo ser realizada hacia 1657 cuando Cano se traslada por unos meses desde Granada a Madrid.

San Diego de Alcalá. En los años cincuenta del siglo XVII Alonso Cano interviene muy activamente en una de sus empresas más interesantes y completas de toda su carrera. Nos referimos a la iglesia del convento femenino del Santo Ángel Custodio, de la que dio sus trazas, para la que pintó una serie de lienzos sobre la vida de la Virgen, y para la que además talló, en colaboración con su discípulo Pedro de Mena, cuatro esculturas de algo más de dos metros de altura cada una (2,03 m), para decorar las esquinas del crucero. Desgraciadamente la iglesia fue destruida en 1810 durante la invasión francesa, y su patrimonio fue desperdigado

Escultura del Cristo de Lekaroz. La conferencia trató de las circunstancias que rodearon el envío del Cristo de Alonso Cano de Lekaroz en 1891 y su emplazamiento anterior en el convento benedictino de Monserrate de Madrid, donde lo registran las fuentes del siglo XVIII y su posterior traslado a la Academia con motivo de la desamortización en 1837. El Crucificado fue realizado por Cano en Madrid entre 1656 y 1658 a instancias de la reina doña Mariana de Austria lo que dota a la obra de una significación especial.La conferenciante hizo a continuación una revisión crítica de las supuestas restauraciones y modificaciones que había sufrido la escultura para concluir que se trataba de una obra totalmente de la mano de Cano sin modificación posterior

San Juan Bausita (a partir de 1634). Escultura en madera policromada, obra de Alonso Cano. Procede de la iglesia de San Juan de Palma en Sevilla. Museo Nacional Colegio de San Gregorio, Valladolid

Santa Teresa de Jesus de Alonso Cano, realizada en 1628
Intervención de Alonso Cano en la Catedral de Granada
Alonso Cano en la Catedral de Granada (1601-1667) Su padre, Miguel Cano, era un prestigioso ensamblador de retablos de origen manchego. Junto a él Alonso aprendió sus primeras nociones de dibujo arquitectónico y de talla en madera y muy pronto comienza a descubrirse su enorme talento. En 1614 se traslada a Sevilla, donde aprende pintura de la mano de Francisco Pacheco, maestro de Velazquez, y escultura de Juan Martínez Montañés. En 1624, dos años antes de obtener el título de Maestro Pintor, realiza su primer cuadro, un San Francisco de Borja con la inconfundible huella de Pacheco. Fue durante varios años compañero de Velazquez. Sus obras fueron una mezcla entre el manierismo italiano y el Barroco... Más info

La Inmaculada del fascistol, 1655-56, obra escultórica maestra de Alonso Cano conservada en la sacristía de la Catedral de Granada. Esta pequeña escultura fue labrada en 1656 para el facistol del Coro. La peana de plaza se hizo en 1754 y la urna en 1715. La escultura granadina del siglo XVII es comparable en su interés a la arquitectura y a la pintura.
Esta Inmaculada, tallada en madera de cedro entre 1655 y 1656 y de tan sólo 55 cm de altura, es posiblemente la escultura más importante de Alonso Cano y una de las más emblemáticas de la imaginería española del siglo XVII. Fue realizada para rematar el gran facistol catedralicio, diseñado por el propio Cano, aunque su extremada belleza hizo que el cabildo decidiera trasladarla a la sacristía para facilitar su contemplación.


Escenas de la vida de la Virgen. Entre 1652 y 1664, Alonso Cano realiza en la Catedral de Granada uno de los conjuntos más importantes de todas las series de pintura del arte español, representando la vida de la Virgen. Se le encarga la realización de siete monumentales lienzos (4,51 x 2,52 m) de terminación en medio punto, para otros tantos huecos del cuerpo principal de la Capilla Mayor de la Catedral granadina, que irían colocados a gran altura y debajo de las vidrieras del cuerpo alto.
La Vida de la Virgen en la catedral de Granada. Alonso Cano

Inmaculada. 1662-1663. Este lienzo no es el primero de la serie de Alonso Cano, que comenzó en el año 1652 con el tema de la Encarnación, sino el que pintó en quinto lugar. Catedral de Granada. Obra de Alonso Cano.

Nacimiento de la Virgen. El lienzo es de 1663-1664, un año posterior al de la Inmaculada y es el sexto en el orden de realización de la serie. Catedral de Granada. Obra de Alonso Cano.

Presentación de la Virgen en el Templo. Es el tercer cuadro, se concluyó en el mismo año 1664 y es el último con el que terminó la serie de los siete cuadros. Catedral de Granada. Obra de Alonso Cano.

Encarnación (no Anunciación). Es lo que contemplamos en el cuadro central de la Capilla Mayor, respondiendo a la advocación de la Encarnación de la Catedral de Granada. Obra de Alonso Cano.

Visitación. Óleo sobre lienzo. Catedral de Granada. Obra de Alonso Cano. Este lienzo es solemne por los elementos arquitectónicos que recoge para insertarlo en el espacio de la Capilla Mayor y ayudar a la verticalidad. Es ahí en la columna, formando parte de la decoración de la pilastra, tras Isabel, donde reconocemos el año 1653 como el de su composición. Catedral de Granada. Obra de Alonso Cano.

Presentación de Jesús en el Templo y Purificación de la Virgen. Cumplido el tiempo de la purificación de la Madre, según la Ley de Moisés, es preciso ir con el Niño a Jerusalén para presentarle al Señor.
La Sagrada Escritura nos dice que Cristo procedía de los pobres de Israel, por eso, cuarenta días después del nacimiento, la Virgen con San José ofrecieron sólo dos tórtolas con la sencillez, la pureza y la bondad que nos deja ver el cuadro de Alonso Cano.
Este cuadro fue realizado entre 1655 y1656, pero no fue acabado totalmente por tres motivos fundamentales:
a) por su ordenación sacerdotal
b) por otros encargos en Granada
c) porque hizo en ese tiempo la Inmaculada para el facistol
El retraso de este lienzo suscitó un pleito con el Cabildo, que no estaba conforme con su trayectoria. En 1664 lo retoca y le da pinceladas más alegres, en concreto, la capa dorada de San José, que sólo aparece esta vez en la serie.

Asunción. Declara la Iglesia que María ha sido llevada por Dios, en cuerpo y alma, a los cielos. Jesús quiere tener a su Madre, en cuerpo y alma, en la Gloria. —Y la Corte celestial despliega todo su aparato, para agasajar a la Señora. La Trinidad recibe y colma de honores a la Hija, Madre y Esposa de Dios. En consonancia con la alegría del momento, se observa una paleta rica y vibrante, con colores claros, vivos e influencia de Tiziano, con azules, blancos y rojos, colores dados con fuerza en el manto de la Virgen, los vestidos y las nubes que hacen de base.

Cabeza de San Juan de Dios. Alonso Cano. Museo de la Capilla Real, Granada

Catedral de la Encarnación de Granada, Alonso Cano esculpió su fachada. El templo es una de las obras cumbres del Renacimiento español.
Con la llegada de la política centralista de Felipe II y, especialmente, con la expulsión de los moriscos de 1609, la región perdió gran parte de su fuerza económica y quedó relegada frente a otros centros locales. Sin embargo, sí se continuó desarrollando proyectos artísticos de importancia. Es el caso de la reforma de la fachada principal emprendida por Alonso Cano (1601 – 1667) en 1664 en la que se introdujeron elementos barrocos.

Ave Maria, detalle. Exterior de la Catedral de Granada

Catedral de la Encarnación de Granada. La magnificencia del proyecto de Alonso Cano hubiese sido aún mayor si se hubieran erigido las dos grandes torres de ochenta y un metros de altura previstas en los planos.

El proyecto no fue terminado por diversos problemas, entre ellos la muerte de Alonso Cano en 1667, y otros económicos, por lo que finalmente, en 1684, la Catedral quedó con una torre, formada solo por tres cuerpos en lugar de los seis previstos y con un total de cincuenta y siete metros de altura.


Alonso Cano está enterrado en la cripta de la Catedral de Granada.

El pintor, arquitecto y escultor español Alonso Cano de Almansa (Granada, 1601 – 1667). Medallón incrustado en la fachada del Museo del Prado, Madrid.
Alonso Cano (1601-1667) es, sin duda, el artista más completo del Siglo de Oro español: pintor, dibujante, grabador, retablista, diseñador, arquitecto, escultor... Cultivó las artes en sus más variadas manifestaciones y se constituyó en figura central del siglo XVII, aunque nunca ha sido suficientemente destacada en su justa medida.
Alonso Cano se relacionó con colegas artistas como Pacheco, Martínez Montañés, Velázquez o Zurbarán; pero también conoció grandes figuras del mundo intelectual de su tiempo. En su biblioteca figuraban obras literarias de Góngora, Gracián y Quevedo, lo que propició que su arte se alimentara de los más variados saberes. Su impronta artística se perpetuó también entre sus excepcionales discípulos: Pedro de Mena, José Risueño, Herrera Barnuevo o José de Mora.
Todo ello lo hace merecedor de los homenajes que se están celebrando en el cuarto centenario de su nacimiento. En este espacio, preparado por Susana Calvo Capilla y Juan Carlos Ruiz Souza, el Centro Virtual Cervantes pretende presentar una muestra selecta del hacer artístico de Alonso Cano en sus diversas facetas creativas.
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio y que sirva a los aficionados al arte, para conocer un poco mejor al genial artista barroco español Alonso Cano. Sinceramente, pienso que estando bien considerado en general, no está lo suficientemente reconocido ni valorado internacinalmente... posiblemente si hubiese encontrado en España un mecenas "tipo Médicis" hubiese sido comparable su obra, con los más grandes artista italianos del recacimiento.