
José Villegas Cordero. (Sevilla, 1844 - Madrid, 1921) Pintor español.
Formado primero en el taller sevillano del pintor José María Romero y López, y en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, completó su aprendizaje junto a Eduardo Cano de la Peña. Una vez concluidos sus estudios, el joven artista viajó a Madrid, donde conoció personalmente a Mariano Fortuny, lo que le hizo interesarse por la pintura de género, copió a Velázquez en el Prado, y realizó un viaje por Marruecos; todo ello delimita su primera producción artística de interés.
En 1868 marchó a Roma, donde permaneció durante treinta y tres años, en los que se produjo su más fecunda y famosa producción, inmersa en un realismo decorativista perceptible en pinturas como el Triunfo de la dogaresa (antigua colección Laar Anderson, Washington) o La muerte del maestro (Museo de Bellas Artes de Sevilla), y que en las pequeñas tablitas permite rastrear la influencia de Fortuny, especialmente en su vertiente orientalista.
Sin un ambiente familiar demasiado propicio para que se despertara el interés artístico de José Villegas, su padre regentaba una barbería, con tan solo dieciséis años expone su primer cuadro importante. Este hecho anima a su madre a apoyar el desarrollo vocacional del pintor permitiéndole entrar en el taller del retratista José María Romero y matricularse en las clases de dibujo de la escuela de Bellas Artes de Sevilla. Tras obtener excelentes calificaciones pasa a estar tutelado por el catedrático y reconocido pintor Eduardo Cano.
En 1867 se traslada a Madrid donde comienza una intensa labor de copista en el Museo del Prado y conoce a Fortuny, de quien heredará años mas tarde el gusto por el preciosismo en las composiciones. Pero su objetivo es viajar a Roma. Hecho que consigue en 1868 gracias a una aportación económica de su familia.
Nada más llegar Eduardo Rosales le invita a compartir su estudio en el centro de la ciudad y le introduce de lleno en los círculos artísticos que reciben su pintura de marcado gusto "Orientalista" con gran entusiasmo. Tanto es así que se abre para él un importante mercado que hará que en breve deje de necesitar la aportación familiar. Artista de gran reconocimiento, expone en diferentes lugares de Europa donde su arte es altamente apreciado y reclamado.
En 1896 la muerte de su hermano Ricardo en un accidente náutico ensombrece la vida y el carácter de Villegas sumiéndole en una depresión hasta 1901, año en que regresa a España. A partir de este momento su producción artística es escasa pero es nombrado Director del Museo del Prado, llevando a cabo una importante labor de mejora y reordenación al frente del cual permanecerá hasta el final de su vida.

Retrato de Lucia Monti con el perro. Lucia Monty fue esposa del pintor José Villegas
La recuperación de este genial pintor, se debe a en parte a su esposa Lucia Monty, que donó una importante colección de su obra al Museo de Bellas Artes de Sevilla. Buena parte de la obra del pintor está en manos de particulares y familiares. El Museo del Prado conserva 16 obras, algunas depositadas en otros museos.
ESCUELA SEVILLANA
En el reinado de Fernando VII se advierte en Sevilla la actividad de un modesto grupo de pintores neoclásicos, entre los cuales destaca Juan de Hermida (al que se cita, pero no he encontrado obra), no precisamente por su clasicismo sino por ser el primero que, con discreta técnica practicó una pintura de carácter costumbrista. Además también se pueden incluir a los siguientes, con obras importantes:
• Antonio Cabral Bejarano (1798-1861). Figura dominante en el panorama de la pintura romántica sevillana. En su taller de pintura se formaron numerosos pintores, como sus propios hijos: Francisco Cabral y Aguado Bejarano y Manuel Cabral y Aguado Bejarano, los hermanos Gustavo Adolfo Bécquer y Valeriano Bécquer o Manuel Barrón, entre otros.
• José Domínguez Bécquer (1805-1841). Representó diferentes escenas de carácter popular, también practicó el retrato, la pintura religiosa, el dibujo y la acuarela. Fue padre del célebre poeta Gustavo Adolfo Bécquer y el pintor Valeriano Domínguez Bécquer y también primo Joaquín Domínguez Bécquer reconocido pintor costumbrista.
• Joaquín Domínguez Bécquer (1811-1871), pintor costumbrista. Fue el tío del poeta Gustavo Adolfo Bécquer y del pintor Valeriano Domínguez Bécquer así como primo del también pintor costumbrista José Domínguez Bécquer, con quién colaboró en muchas obras.
• Valeriano Domínguez Bécquer (1833-1870). Pintó escenas costumbristas y retratos. Estudió con su tío el pintor Joaquín Domínguez Bécquer. Pese a su escasa obra, es uno de los pintores más característicos del costumbrismo romántico. Fue hijo del pintor José Domínguez Bécquer, sobrino del también pintor Joaquín Domínguez Bécquer y hermano del famoso poeta Gustavo Adolfo Bécquer. También pintó notables retratos y caricaturas e ilustraciones junto a su hermano Gustavo Adolfo que también hizo sus pinitos en la pintura.
• José Roldán y Martínez (1808-1871), es considerado uno de los pintores más representativos del romanticismo sevillano. Su obra está dedica principalmente a la realización de retratos y a la pintura de temas costumbristas. Su arte estuvo muy influenciado por la figura de Murillo, tanto en la selección de temas como en la técnica pictórica y el colorido. Representó con frecuencia en sus lienzos niños de la calle, mendigos y pilluelos, tal como ocurría en la pintura española del siglo XVII.
• Andrés Cortés y Aguilar (1815-1879), pintor fundamentalmente costumbrista. Fue alumno de la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal y perteneció a la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Fue un pintor versátil en todo, su obra abarca desde el paisaje al bodegón, desde el retrato al paisaje de género. A pesar de ser un trabajador incansable, actualmente es poco conocido a nivel popular.
• José María Romero y López (1815-1880), fue un pintor romántico que desarrolló su actividad artística en la ciudad de Sevilla, en la que se cree que nació y murió, aunque no existe constancia documental. Destacó como retratista, especialmente de niños, aunque también realizó obras de temática religiosa, campo en el que se le considera un continuador de Murillo.
• Manuel Barrón y Carrillo (1814-1884). Máximo exponente y, posiblemente, mejor representante del paisajismo romántico andaluz y sevillano. Sus destacables paisajes le dieron notoria fama. Por ellos Barrón ostenta un importante reconocimiento, siendo considerado por tanto un excelente paisajista. Famosos son aquellos que dedica a los entornos urbanos, paisajes en los que pinta figuras humanas dando a estas obras un toque escenográfico y costumbrista. Estudiaría en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, así como en la escuela de Antonio Cabral Bejarano, donde además ejercería posteriormente la docencia, siendo un insigne profesor para las asignaturas de dibujo del yeso, perspectiva y paisaje.
• Francisco Cabral y Aguado Bejarano (1824-1890). Su producción artística está compuesta principalmente por temas costumbristas andaluces, retratos, temas religiosos y copias de las obras de Murillo. Hijo del pintor Antonio Cabral Bejarano y hermano del también pintor Manuel Cabral y Aguado Bejarano.
• Manuel Cabral y Aguado Bejarano (1827-1891). Es uno de los mejores representantes del costumbrismo andaluz dentro del romanticismo español. Hijo del pintor Antonio Cabral Bejarano y hermano del también pintor Francisco Cabral y Aguado Bejarano.
• José Jiménez Aranda (Sevilla 1837-1903). Es uno de los más destacados representantes de la pintura andaluza del siglo XIX. Sus escena costumbristas y retratos son de verdadero mérito. Su formación transcurre en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y sus primeras creaciones se identifican con el costumbrismo de la época, aunque pronto destaca por sus cualidades como dibujante. En 1871 se instaló en Roma, donde conoció a Fortuny. Fue amigo de Joaquín Sorolla, al que influyó en su obra.
• Luis Jiménez y Aranda (1845-1928). Pintor costumbrista, hermano de los también pintores artísticos José y Manuel Jiménez Aranda, este último poco conocido. Se especializó en la pintura histórica, aunque también cultivó la costumbrista, ambas con un estilo verista y de gran acento dibujístico que revela la gran influencia de su hermano José.
• José Villegas Cordero (1848-1921). Se dedicó a la pintura de historia, costumbrista y de casacones. Formado primero en el taller sevillano del pintor José María Romero, y en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, completó su aprendizaje junto a Eduardo Cano de la Peña. Una vez concluidos sus estudios, el joven artista viajó a Madrid, donde conoció personalmente a Fortuny, lo que le hizo interesarse por la pintura de género.
• José García Ramos, (1852-1912). Se trata de un pintor costumbrista perteneciente a la escuela decimonónica sevillana y uno de sus máximos exponentes. Su dibujo es grácil y su pincelada colorista. La mayoría de sus obras reflejan la vida diaria de la Sevilla de finales del siglo XIX. Fue discípulo de José Jiménez Aranda. También influyo en su obra Fortuny.
• Gonzalo Bilbao Martínez (1860-1938), considerado como uno de los mejores pintores impresionistas sevillanos, también practicó durante años el costumbrismo y la la temática de historia principalmente. Se inicia desde niño en el dibujo alentado por José Jiménez Aranda. Fue maestro de Alfonso Grosso Sánchez.
Espero que la extensa recopilación que he realizado del pintor sevillano guste a los amantes del arte que frecuentan esta sección y contribuya en divulgar su excelente obra, injustamente olvidada.
Resumen Biográfico

José Villegas Cordero (Sevilla, 1844 – Madrid, 9 de noviembre de 1921) fue un pintor español.
Inicia su aprendizaje muy joven con José María Romero, con el que permanece dos años hasta ingresar en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, donde estuvo bajo la tutela de Eduardo Cano.
En 1860, con sólo 16 años, vende en la Exposición Sevillana su obra Pequeña filosofía por 2000 reales.
En 1867 viaja a Madrid, donde entra en el estudio de Federico Madrazo. Establece amistad allí con los pintores Eduardo Rosales y Fortuny.
Acude con asiduidad al Prado donde copia a Velázquez, del que adquiere para su técnica la espontaneidad y el uso del color.
Finalmente, y por admiración de la pintura orientalista de Fortuny, vuelve a Sevilla y organiza una excursión a Marruecos.
A finales de 1868 decide viajar a Roma acompañado por los pintores Rafael Peralta y Luis Jiménez Aranda, donde termina entrando en el taller de Rosales.
Sus primeras obras en la Ciudad Eterna tienen un tinte costumbrista, que resulta además un tema muy demandado por el público. Muestra de ello son sus obras Retreta improvisada, Toreros en la capilla de la plaza (1871) y El descanso de la cuadrilla (1873) entre otros.
También le fueron demandados temas orientalistas, que Villegas pudo realizar con gran maestría gracias a los bocetos que había atesorado en Marruecos, así como ciertas obras de "pintura de género".
A mediados de los 70 vuelve a Sevilla y aprovecha la ocasión para volver a visitar Marruecos.
De nuevo en Roma, recoge el testigo de Fortuny y se convierte de este modo en el pintor mejor considerado y más cotizado de la ciudad. Explota en estas épocas los cuadros de temática costumbrista y también orientalista. Algunas de sus obras pudieron verse en Sevilla gracias a las exposiciones regionales y en Madrid gracias a las galerías Bosch y Hernández.
En 1878 el Senado le encargó un lienzo de tema histórico que debía versar sobre La entrevista de Hernán Cortés con Moctezuma. En 1882 el Senado le retira el encargo, pero a Villegas ya le había interesado la pintura histórica y se embarca en obras como La paz de Cambray y La última visita de don Juan de Austria a Felipe II, todas ellas de excelente factura.
A partir de 1877 reside con frecuencia en Venecia, donde se nutre de sus vistas para ambientar cuadros como La fiesta de las Marías y La procesión del redentor. Explota también en esta época temas inspirados en el Renacimiento italiano, como son Dama veneciana del siglo XVI, Dux Moncénigo y Palacio de la República veneciana entre otros. Muchas de las obras concebidas en este perído fueron a para no solo a Europa, sino a las colecciones de grandes millonarios norteamericanos, alcanzando todas ellas precios astronómicos.
Encontrándonos ya bien entrados en la década de los 80, una editorial holandesa le propuso ilustrar junto a Francisco Pradilla y otros afamados pintores de toda Europa una Magna Biblia. Villegas se hace cargo de pasajes relacionados con las profecías de Isaías.

El pintor e ilustrador británico John Elliott (1859-1925), pintado por el pintor español José Villegas Cordero (1844-1921)
La década de los 90 transcurre tranquila para el pintor, que explota entonces representaciones de personajes eclesiásticos (El cardenal peniteniario 1891) así como el siempre presente tema costumbrista (El día de Ramos 1891). A esta época pertenece su renombrado cuadro La muerte del torero, vendido por 100.000 pesetas.
En 1898 se le otorga a Villegas el cargo de Director de la Academia española de Bellas Artes en Roma, ostentado hasta entonces por Vera. Hace enérgico uso de su cargo exigiendo al poco tiempo rigor en los ejercicios, aplicación del pensionado y la obligatoriedad de una estancia en París.
En 1901 es nombrado director del Museo del Prado, por lo que abandona su casa estudio romana y traslada su residencia a Madrid. Son de esta época los retratos de Alfonso XIII (1902) y de Pastora Imperio (1913)
En 1914 concluye una serie de doce pinturas titulada Decálogo, que versa sobre los diez mandamientos más un prólogo y un epílogo.

La muerte del maestro. Obra de José Villegas Cordero, h. 1884. Óleo sobre Lienzo, 330 x 505 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. La muerte del maestro supone la culminación de una serie de cuadros dedicados a un tema tan español como el taurino. Introduce una singularidad dentro del género, su concepción como un gran cuadro de historia. Pero frente a la retórica que caracterizó al género histórico, Villegas presenta una escena de gran dramatismo en la que los expresivos miembros de la cuadrilla muestran un repertorio de actitudes conmovidas y sinceras en torno a la figura del maestro muerto. En cuanto a su técnica y estilo, tras un largo proceso de elaboración que culminó con la obra presentada en 1910, las novedades se hacen presentes en los logros espaciales y lumínicos, así como en las excelentes calidades y en los matices del color.
Obra
Sus temas son muy variados: históricos, costumbristas y anecdóticos. Su pincelada es suelta y espontánea. Entre sus influencias se encuentran Fortuny, Madrazo y Eduardo Rosales.
Entre su prolífica obra destacar:
- La muerte del maestro (c. 1884)
- Baile por bulerías (1884)
- Baile andaluz (1893)
- Plan de Batalla (1871)
- Tienda de babuchas en Marruecos (1872)
- Pinturicchio presenta al Papa Borgia los proyectos para sus aposentos (1889)
- Fumador moro (1880)
- Pajes de la Dogaresa (1888)
- La antesala de su Eminencia (1890)
- Mujeres asomadas a la ventana (1900)
- Retratos de la hija de Guridi (1901)
- Gitana canastillera (1903)
- Pastora Imperio (1905)
- Rosas y no de él (1906)
- La confidente (1910)
- La muerte del maestro (1913)
- El viejo y el año nuevo (1915)
- Vírgenes Necias (1916)
- Los retratos a Lucia Monti (su mujer)
- Dos retratos de Alfonso XIII
- Los 10 Mandamientos del Decálogo
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Además José Villegas, es ilustrador de una Biblia.

Busto del pintor José Villegas. Mariano Benlliure, 1.887. Donación Lucía Monti. Museo de Bellas Artes de Sevilla
Enlace recomendado
Página del Museo del Prado dedicada a José Villegs
Algunas imágenes de sus cuadros

Autorretrato. José Villegas. 1890. Óleo sobre tabla. 40 x 22 cm. Colección Antonio Plata. Sevilla

Autorretrato. José Villegas. 1903. Óleo sobre lienzo. 110 x 79 cm. Museo del Prado. Depositado en el Museo de Málaga.

Autorretrato. José Villegas. 1903. Óleo sobre lienzo. 100 x 77 cm. Museo de Bellas Artes de Asturias. Oviedo

Autorretrato. José Villegas. 1908. Óleo sobre lienzo. 99,8 x 66,8 cm. Colección El Monte. Caja Sol. Sevilla

Autorretrato. José Villegas. 1908. Óleo sobre lienzo. 110 x 79 cm. Museo de Málaga

Autorretrato con Canotier. José Villegas. 1916. Óleo sobre lienzo. 125 x 107 cm. Colección particular.

El estudio del pintor. 1877. Óleo sobre lienzo. 109 x 69 cm. Colección particular. Obra de José Villegas.

El estudio de Tiziano. 1890. Óleo sobre lienzo. 211 x 168 cm. Colección particular. Madrid. Obra de José Villegas

Busto de mora. 1876. Acuarela. 42 x 31 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

El abanico rosa. 1907. Óleo sobre lienzo. 84,5 x 62,9 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

El sueño. 1900. Óleo sobre lienzo. 165 x 62,5 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

La carta. 1875. Óleo sobre tabla. 24 x 18 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Lucía en la granja. 1903. Óleo sobre lienzo. 100 x 70 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sevilla. Obra de José Villegas

Retrato de Lucía Monti. José Villegas Cordero, 1.890. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Obra de José Villegas

Retrato de Ercole Monti. José Villegas Cordero, 1.894. Museo de Bellas Artes de Sevilla

María Roma Ramos Villegas. 1882. Óleo sobre lienzo. 87 x 67 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Mi hermano Ricardo y Tom. 1895. Óleo sobre lienzo. 179 x 90 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Retrato de su madre. 1894. Óleo sobre lienzo. 135 x 102 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Retrato de su padre. 1868. Óleo sobre lienzo. 67 x 57 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Retrato de su padre. 1900. Óleo sobre lienzo. 154,5 x 82 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Retrato de Magdalena. 1911. Óleo sobre lienzo. 98 x 66 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Retrato de Magdalena. 1917. Óleo sobre lienzo. 117 x 73 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Retrato de Pepe Bon. 1868. Óleo sobre lienzo. 150 x 100 cm. Colección particular. Sevilla. Obra de José Villegas

Milagros, la bailadora. Óleo sobre lienzo. 129 x 89 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Pastora Imperio. 1905. Óleo sobre lienzo. 168 x 108 cm. Colección Antonio Plata. Sevilla. Obra de José Villegas

Retrato de Alfonso XIII. 1902. Óleo sobre lienzo. 236 x 151 cm. Colección del Banco de España. Obra de José Villegas

Retrato de Alfonso XIII. 1906. Óleo sobre lienzo. 182 x 99 cm. Patrimonio Nacional. Palacio Real de Aranjuez. Madrid. Obra de José Villegas

Figura de un niño. 1895. Pastel. 53 x 83 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

La confidente. 1910. Óleo sobre lienzo. 150 x 150 cm. Colección Masaveu. Obra de José Villegas

Retratos de la hija de Guridi. 1901. Óleo sobre lienzo. 67 x 99 cm. Colección Masavue. Obra de José Villegas

Gitana canastillera. 1903. Óleo sobre lienzo. 141 x 81 cm. Museo Nacional d´Art de Catalunya. Barcelona. Obra de José Villegas

Mosquetero en la tarbena. 1879. Acuarela. 51 x 37 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Plan de Batalla. 1871. Óleo sobre tabla. 40 x31,5 cm. Colección particular. Orihuela. Obra de José Villegas

Guarda marroquí. 1878. Óleo sobre lienzo. 63,5 x 42,5 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Pinturicchio presenta al Papa Borgia los proyectos para sus aposentos. 1889. Acuarela. 100 x 69 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

El Lacayo y el Cardenal. 1889. Óleo sobre lienzo. 80 x 58 cm. Colección particular. Obra de José Villegas

Yo Villegas. 1875. Óleo sobre lienzo. 70 x 48,5 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla
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