Museo Liechtenstein (Viena, Austria)

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megaurbanismo
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Museo Liechtenstein (Viena, Austria)

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Este trabajo recopilatorio está dedicado al Museo Liechtenstein. El Museo Liechtenstein es un centro de arte y exposiciones temporales en Viena (Austria) que pertenece a la familia gobernante del vecino principado de Liechtenstein. Aunque los príncipes tienen por residencia oficial un castillo en Vaduz, decidieron restituir el grueso de su colección a Viena, en parte para facilitar el acceso del público y también para devolver el lustre perdido al palacio que poseen en dicha ciudad, y que resultó afectado en la II Guerra Mundial.
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El palacio. La sede del museo es el Palacio del Garten («del Jardín»), en el actual distrito vienés de Rossau. Fue edificado a principios del siglo XVIII por un antepasado de los actuales príncipes, Juan Adán Andrés de Liechtenstein, quien además se preocupó por decorarlo con pinturas, tanto frescos como lienzos encargados a medida. Eligió en primer lugar al maestro italiano Marcantonio Franceschini, pero éste no quería dejar su país para pintar los murales. De todas formas, Franceschini sí pintó algunos lienzos, que fueron enviados desde Italia; son escenas mitológicas, de Diana y otros dioses. Para los murales se recurrió a un pintor más cercano, Johann Michael Rottmayr.
El palacio se completó con fastuosos jardines, a los que debe su nombre actual. Bernardo Bellotto plasmó el conjunto en uno de sus típicos cuadros de paisajes, conservado en el museo.
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El palacio, poco después de su construcción, en un cuadro de Bernardo Bellotto (1759-60. Óleo sobre tela, 100 x 159 cm.) conservado en el mismo museo.
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Maria Louisa de Tassis. 1629. Obra de Antón van Dyck

Inicios del Museo. Los príncipes poseyeron otra residencia en Viena, en la zona de Herrengasse; fue demolida pero se pudo salvar el mobiliario neoclásico de una biblioteca, que se trasladó al actual museo.
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El Palacio del Garten cayó en declive durante la II Guerra Mundial ya que sus tesoros artísticos se llevaron por razones de seguridad a Vaduz. Su esplendor empezó a recuperarse en 2001, cuando se iniciaron las obras de reforma, actualmente casi concluidas. Se restauró la decoración pictórica de techos y paredes, y diversas salas se adaptaron como pinacoteca, abriéndose al público en 2004.
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Marcantonio Franceschini. Escena alegórica. Palacio Museo de Liechtenstein
Las colecciones expuestas del Museo Liechtenstein son amplísimas, e incluyen no sólo cuadros sino también abundantes esculturas, muebles, etc. El museo dispone además de salas adicionales para exposiciones temporales.
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El famoso Tocador de Venus o Venus con sierva negra, de Rubens. 1612-15. Óleo sobre tabla, 124 × 98 cm
La colección de pinturas del Museo Liechtenstein. Aunque las pinturas se exhiben formando grupos temáticos, y no ordenadas por países, se puede afirmar que ilustran de manera bastante completa los principales estilos entre el renacimiento y el neoclasicismo.
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Retrato de Prospero Alessandri, pintado por Giovanni battista Moroni. 1560. Óleo sobre lienzo, 105 x 84 cm.
La pintura italiana acapara el protagonismo por la amplia lista de autores: Lorenzo Monaco, Marco Basaiti, Giovanni Baronzio, Vincenzo Catena, Piero di Cosimo, Sebastiano Mainardi (cuñado de Ghirlandaio), Franciabigio, Bernardino Luini, Perin del Vaga, Giuseppe Arcimboldo, Paris Bordone, Moroni, Francesco Salviati, Garofalo y autores posteriores como Sebastiano Ricci, Francesco Solimena y Pompeo Batoni. Tristemente, el famoso Retrato de Ginebra de Benci de Leonardo da Vinci abandonó la colección en 1967, pues fue vendido por 5 millones de dólares (precio récord para la época) y se halla en la National Gallery de Washington. Se vendió igualmente a dicho museo La tañedora de laúd de Orazio Gentileschi.
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Palacio de Liechtenstein, vista de una sala
A pesar de su cercanía geográfica, la escuela alemana tiene una presencia corta, si bien incluye obras de Lucas Cranach el Viejo, Barthel Beham y un curioso Autorretrato de Michael Ostendorfer.
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Cristo como el Hombre de los Dolores. Óleo sobre tabla, 91 x 63 cm. Museo Liechtenstein, Viena. Obra de Marco Palmezzano
Por el contrario, la pintura de los Países Bajos del siglo XVII cuenta con un fondo muy notable por amplitud y calidad: más de 10 retratos de Van Dyck y una de las mejores colecciones de Rubens en manos privadas, que incluye los ocho lienzos de la Historia de Publio Decio Mus, un retrato de su hija Clara Rubens, otro retrato doble de sus hijos Alberto y Nicolas y otros cuadros de fama mundial como El rapto de Ganímedes, Sátiro y criada con cesto de frutas y la obra maestra Tocador de Venus (Venus con criada negra). La colección incluye también a Frans Snyders, pintor especializado en animales.
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La Virgen con el Niño y san Juanito, de Francesco Franciabigio.
La pintura holandesa cuenta también con un repertorio de primera magnitud: Frans Hals, el famoso Cupido haciendo pompas de jabón de Rembrandt, bodegones de Ambrosius Bosschaert, una escena cotidiana de Gerard Dou y La Adoración de los pastores del tenebrista Mathias Stomer. También hay un ejemplo de otro autor seguidor de Caravaggio, el francés Valentin de Boulogne.
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Marte y Rea Silvia. 1617. Museo Liechtenstein. Viena. Obra de Rubens
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Cupido de Rembrandt (Cupid with the Soap Bubble, 1634. Oil on canvas, 75 x 93 cm)
Si bien en el pasado la familia se ha desprendido de obras importantes, como el retrato de Leonardo da Vinci y varios filósofos pintados por José de Ribera, en los últimos años ha emprendido compras para reforzar ciertas áreas de la colección. El cuadro de Rembrandt se compró recientemente en subasta; había pertenecido a la familia Thyssen pero no se incluyó en el Museo Thyssen-Bornemisza porque lo había heredado una hermana del barón. También en fecha reciente se sumaron los retratos debidos a Moroni y Frans Hals, así como un importante mueble con incrustaciones de 1726, elaborado en Florencia: el llamado Cabinet Badmington. Fue encargado por un noble inglés y en 1990 pasó a la Colección Barbara Piasecka Johnson. Por este mueble los príncipes pagaron 19 millones de libras esterlinas, precio récord.
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Globos celestiales creados por el cartógrafo holandés Willem Blaeu (1571-1638). Museo Liechtenstein de Viena (Austria),
En enero de 2008, se anunció que la familia principesca iba a subastar un amplio conjunto de muebles y obras de arte, si bien no parecen proceder de la selección expuesta en Viena.
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Palacio de Liechtenstein, interior.
Espero que la información e imágenes que he recogido del Museo Liechtenstein sean de vuestro interés.
Intervención de Andrea Pozzo en el Palacio de Liechtenstein de Vienna
Imagen Autorretrato de Andrea Pozzo
El Palacio Liechtenstein fue mandado construir a finales del s.XVII por el príncipe Johann Adam Andreas I de Liechtenstein, quien quería disponer de un palacio en el barrio vienés de Rossau. Propiedad de los príncipes de Liechtenstein (pequeño principado entre Austria y Suiza), quienes estuvieron siempre vinculados a la vida del Imperio, llegando incluso a ocupar cargos importantes dentro de la propia Corte Imperial y a poseer más de veinte castillos y palacios distribuidos por Austria, Bohemia y Moravia.
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El proyecto del palacio se debe a varios arquitectos, tales como Fischer von Erlach, Rossi y Martinelli. Se completó decorando su interior con todo tipo de obras de arte, así como con unos magníficos jardines en su parte posterior, originalmente de diseño barroco aunque luego rediseñados en estilo inglés.
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Palacio Liechtenstein. Fresco obra de Andrea Pozzo
La entrada al palacio se efectúa a través de la Sala Terrena (vestíbulo de la planta baja), con frescos de principios del s.XVIII y donde se exhibe la magnífica carroza de oro. Una solemne escalinata conduce a la planta noble, donde está el mayor salón del palacio, la Sala Hércules, de 600 m2, que es a la vez el mayor espacio barroco laico de Viena. Con frescos que representan una escena mitológica de Hércules y los dioses del Olimpo, obra de Andrea Pozzo, la Sala Hércules es el emplazamiento ideal para los conciertos que tienen lugar en este palacio, como los conciertos de los domingos.
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Fresco que representa las hazañas de Hércules y su apoteosis en el Salón de Hércules del Palacio Jardín de Liechtenstein en Vienna, 1704-1708. Obra de Andrea Pozzo
Además de lugar de conciertos, el Palacio Liechtenstein, abierto al público desde marzo del 2004, es hoy en día la sede del Museo Liechtenstein, el cual exhibe obras pictóricas de gran valor de artistas de la talla de Rafael, Rubens, Guido Reni, Brueghel el Viejo, Breughel el Joven, Van Dyck y Rembrandt, así como esculturas de Canova, Mategna, de Fries o Antico entre otros. También destacables son la colección de bronces italianos, los trabajos en piedra dura, los esmaltes, los marfiles, las porcelanas, los tapices y los muebles procedentes de los palacios de la familia.
Además de las exposiciones permanentes, una serie de exposiciones temporales se van alternando en las salas del Palacio Liechtenstein.
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Hercules triunfa sobre Anteo, detalle del fresco que representa las hazañas de Hércules y su apoteosis en el Salón de Hércules del Palacio Jardín, 1704-1708. Obra de Andrea Pozzo
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Andrómeda llevado al Olimpo, fresco en el apartamento de Damas del Palacio Jardín, 1705-1708. Obra de Johann Michael Rottmayr (1654-1730)
El príncipe Johann Adam Andreas I, quien construyó el Palacio de Jardín, soñaba con que decoran el edificio entero con un régimen continuo de frescos de artistas boloñeses. Sin embargo, su primera opción , Marcantonio Franceschini (1648-1729) , con quien se intercambiaron muchas cartas , decepcionó a sus aspirantes a patrón. No podía ser persuadido para viajar a Viena para ejecutar el propio frescos.

El príncipe se vio obligado a buscar un artista austriaco. Él finalmente se decidió por Johann Michael Rottmayr , quien ya había trabajado tanto en Salzburgo y de la familia imperial. El príncipe le acusó de pintar los frescos de la Sala Terrena , los dos apartamentos de tres habitaciones en la planta baja y la creación de frescos en el techo monumental en las dos escaleras . Estos frescos fueron creído por mucho tiempo que perder.
Para la pieza central de su palacio, el Salón de Hércules, fue capaz de atraer el gran maestro del barroco romano , el padre Andrea Pozzo (1642-1709) , quien en 1704 creó una obra tardía increíblemente vital con su fresco que representa la admisión de Hércules en el Olimpo.
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Detalle de la Andrómeda recibido arriba en el Olimpo, Fresco en el apartamento de Damas del Palacio Jardín, 1705-1708. Obra de Johann Michael Rottmayr (1654-1730)
La vibración de colores de pinturas al fresco de Rottmayr. Las fotos del techo en la planta baja mostrar un dominio de confianza de la técnica del fresco. El trabajo de un día (indicado por las aplicaciones individuales de yeso ) por lo general abarca una figura entera con alrededor nubes.
Rottmayr transferido sus dibujos en el techo las cuadrículas y dibujos animados. El grabó las siluetas en el yeso húmedo de una manera similar al dibujo . Al hacer la propia pintura , sin embargo , se permitió una gran libertad a la hora de seguir sus bocetos originales.
Rottmayr imágenes del techo representan un punto culminante a principios de la pintura al fresco ilusionista en Austria. Por encima de la pintura arquitectónica -quadratura que se hizo tal vez por Rottmayr sí mismo- la mirada del espectador es arrastrado en los cielos numinoso.
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Fresco obra de Andrea Pozzo. Palacio Liechtenstein.
Ilusionista arquitectura pintura en los frescos de Pozzo. Andrea Pozzo fue contratado por primera vez por el príncipe Johann Adam Andreas I durante su vida profesional en San Ignacio . Príncipe Anton Florian , quien fue el emisario imperial en la corte papal en Roma, se puso en contacto entre los dos. Se cree que Johann Adam Andreas I , a su vez , presentó el pintor de la corte imperial de Viena.
Los frescos de Pozzo representan las hazañas de Hércules y su ingreso al Olimpo. La trama se desarrolla real dentro de la pintura arquitectónica en la frontera del límite máximo, mientras que el centro ofrece una visión del reino celestial de los dioses.
En comparación con la nave de una iglesia barroca -entorno habitual de trabajo de Pozzo -la sala sólo permite que el espectador cambie su perspectiva muy ligeramente. El pintor lo tanto tenía que mantener la coherencia fuerte pictórica en su composición del fresco del techo. Las cifras lo divino en el cielo , por lo tanto se representan de forma paralela en gran medida , por lo que se parecen más fuertemente conectados entre sí desde la perspectiva del espectador.
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Hercules estrangula las serpientes que le había enviado Hera, Detalle del fresco que representa las hazañas de Hércules y su apoteosis en el Salón de Hércules del Palacio Jardín. Obra de Andrea Pozzo.
Las cifras que representan pruebas realizadas dramática del héroe, en cambio, presentan adecuadamente gran animación y con frecuencia son bastante escorzo. A través de sus amplios movimientos de barrido, intensifican la impresión de un espacio que se remonta lejos en las profundidades.
pintura ilusionista arquitectónicos muestran las cifras en las escenas fielmente su propia radios de acción que están claramente delineadas de la del techo. La pintura quadratura se mantiene relativamente simple. Permite que las paredes para "crecer" por encima de la coving real y en el fresco del techo plano.
Biografía de Andrea Pozzo
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Andrea Pozzo, fue pintor, arquitecto, diseñador de escenarios y teórico del arte barroco italiano. Popularmente conocido como "padre Pozzo", pertenecía a la orden de los Jesuitas. Pero ante todo fue un artista muy relevante en su época. Un artista al que Viena le debe mucho; especialmente por su trabajo más significativo: el fresco monumental del techo del salón del palacio del jardín de Liechtenstein (1707), La admisión de Hércules en el Olimpo, que, según las fuentes, fue muy admirado por los contemporáneos. Con efectos ilusionistas, la pintura arquitectónica comienza a traspasar la frontera del techo, mientras que este parece abrirse para mostrar un reino divino lleno de Dioses del Olimpo.

Andrea Pozzo, [Andreas Puteus -llamado el padre Pozzo-] (Trento, 30 de noviembre de 1642 – Viena, 31 de agosto de 1709). El aspecto más relevante de su trabajo son los grandiosos frescos realizados usando la técnica ilusionista de la Quadratura, en el cual se entremezclan la arquitectura, la escultura y la pintura, siendo su obra cumbre el techo de la bóveda de la iglesia de San Ignacio en Roma (1685-1694) en la cuál aplica una técnica que posee efectos ópticos particularmente sorprendentes. Gracias a sus técnicas, se convirtió en una de las figuras más notables del periodo barroco.
Desde 1702 trabajó en Viena decorando la iglesia de los Jesuitas, orden a la que pertenecía, y del palacio de Liechtenstein. Escribió el tratado Perspectiva pictorum en (1693).
Primeros tiempos. Nacido en Trento, se cree que recibió enseñanzas en el taller del pintor Palma il Giovane según demuestran diferentes aspectos de su estilo artístico inicial. Se ha sugerido que otro pintor, no identificado, del taller de Andrea Sacchi le enseñó posteriormente las técnicas del alto Barroco romano. Una vez realizados sus estudios viaja a Como y a Milán.
El 25 de diciembre de 1665, se incorpora a la orden de los jesuitas. En 1668, le asignan la decoración de la casa Professa de San Fidele en Milán, en dónde sus decoraciones recibieron la aprobación y el reconocimiento general. Continúa su aprendizaje artístico en Génova y Venecia. Sus primeras pinturas atestiguan la influencia de la escuela Lombarda: una forma rica de color y un claroscuro gráfico. Cuando realiza la obra La vida de Jesús, en Génova, para la Congregazione dei Mercanti, se inspira en la obra de Rubens.
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Autorretrato de Andrea Pozzo. 1690. Óleo sobre lienzo, 160 x 117 cm. Galleria degli Uffizi , Florencia
Su actividad artística se orienta a la decoración de las nuevas iglesias construidas que tienen enormes necesidades artísticas (concerniente a las órdenes monásticas medievales católicas de la iglesia); puesto que muchas de las iglesias jesuitas fueron construidas en esa época y estaban desprovistas de decoración y pintura. Los jesuitas lo emplean con frecuencia para adornar iglesias de la orden como las situadas en Módena, Bolonia y Arezzo. En 1676, adorna el interior de San Francesco Saverio en Mondovi. En esta iglesia se comienzan a observar ya sus técnicas ilusionistas más modernas: el falso dorado, las estatuas coloreadas en bronce, las columnas veteadas y la cúpula en trampantojo hecha en un techo plano, poblado con figuras en ajustes arquitectónicos.
En Turín (1678), pinta el techo de la iglesia de los jesuitas de los Santos Mártires. Los frescos se deterioraron gradualmente con la filtración del agua siendo sustituidos en 1844 por nuevas pinturas realizadas por Luigi Vacca. Solamente sobreviven algunos de los fragmentos de los frescos originales.
Roma. Pozzo es invitado en 1681 a viajar a Roma por Giovanni Paolo Oliva, general de los jesuitas. Entre otras personas, Pozzo trabajó para Livio Odescalchi, el sobrino preferido del papa Inocencio XI. Lo utilizan inicialmente como diseñador de la etapa de los desfiles bíblicos, pero sus pinturas con una gran perspectiva ilusionista le dan pronto una reputación como virtuoso en decoraciones al fresco.
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Sus primeros frescos romanos estaban en el pasillo que ligaba la Iglesia del Gesù de Roma con los cuartos en donde había vivido San Ignacio. Su arquitectura y pinturas de trampantojo, que representan la vida del santo, fueron realizadas para decorar la Camere di San Ignazio (1681-1686), mezcladas con las pinturas ya existentes realizadas por Giacomo Borgognone.
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Su obra maestra, las perspectivas ilusionistas en los frescos de la cúpula, el ábside y el techo de la iglesia jesuita de San Ignacio de Roma (las ilustraciones se ordenan de derecha hacia abajo) fueron pintados entre 1685 - 1694 y son una creación notable y emblemática del alto Barroco romano. Varias generaciones posteriores, se fijaron en esta obra como referencia para la decoración del último barroco europeo. Comparando este trabajo con la obra maestra de Gaulli en la otra iglesia principal de lo jesuitas en Roma, Il Gesù.
El diseño decorativo del templo comenzó una vez finalizada la construcción de la iglesia por lo que fue consagrada estando inacabada en 1642. Los conflictos con los donantes originales, la familia Ludovisi, habían detenido la construcción de la cúpula prevista. Pozzo propuso hacer una cúpula ilusionista, pintándola en un lienzo. Era impresionante a los espectadores, pero polémica ya que algunos temieron que el lienzo pronto se obscureciera.
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Abside de San Ignacio de Loyola. Roma. Obra de Andrea Pozzo
En el techo pintó una alegoría de la apoteosis de San Ignacio, realizada en una perspectiva impresionante. La pintura, de 17 ms de diámetro, se idea para hacer al observador mirar un punto marcado por un disco de cobre amarillo fijado en el piso de la bóveda, así parece una azotea adornada por estatuas, a pesar de que el techo es plano. La pintura celebra el espíritu de las misiones tras dos siglos de exploraciones y misiones apostólicas por parte de la orden de los jesuitas. A las sensibilidades modernas, esto aparecería ensalzar una visión imperialista del catolicismo europeo con empresas coloniales en otros continentes. Pozzo era un católico combativo, por ejemplo, en vez de pintar a los evangelistas como pilares de la doctrina eclesial, pintaba a guerreros victoriosos del antiguo testamento: Judith y Holofernes, David y Goliath, Jael y Sisera y Samson y los filisteos. Se comentaba una vez concluida la obra que: Sant'Ignazio era es buen lugar para comprar carne, puesto que ahora hay cuatro nuevos carniceros.
En el fresco de la cúpula, la luz viene de Dios padre al hijo que la transmite a San Ignacio, de dónde se rompe en cuatro rayos que conducen a los cuatro continentes. Pozzo explica que ilustra las palabras de Cristo del evangelio de Lucas: Me mandan para enviar el fuego en la tierra, y las palabras de Ignacio: Se volverá todo en llamas. Otro rayo ilumina el nombre de Jesús. Con su perspectiva, la arquitectura ilusoria genera un gran espacio con la aparición de la asamblea divina que giraba hacia arriba, el conjunto ofrece un ejemplo que fue copiado en varias iglesias italianas, austríacas y alemanas de la orden jesuita.
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Alegoría de trabajo de los jesuitas misioneros. 1691-94. Fresco. Iglesia de San Ignacio, Roma. Obra de Andrea Pozzo
La brillante perspectiva ilusionista de la bóveda de Pozzo en Sant'Ignazio (1685) es revelada viéndola desde el extremo opuesto. Parece borrar y levantar el techo con una impresión tan realista que es difícil distinguir cuál es verdadero o no. Andrea Pozzo pintó este techo y la bóveda en una lona, de 17 m de ancho. Las pinturas en el ábside representan escenas a partir de la vida de San Ignacio, de San Francisco Javier y de San Francisco de Borja.
En 1695 le concedieron el prestigioso encargo, después de ganar una competición contra Sebastiano Cipriani y Giovanni Battista Origone, de realizar un altar en la capilla de San Ignacio en el transepto izquierdo de la iglesia del Gesù. Este grandioso altar sobre la tumba del santo, construida con raros mármoles y metales preciosos, muestra la trinidad, mientras que cuatro columnas de lapislázuli (las actuales son copias) incluyen la estatua colosal del santo, obra de Pierre Legros. Era un trabajo coordinado de más de 100 escultores y artesanos, entre ellos Pierre Legros, Bernardino Ludovisi, Il Lorenzone y Jean-Baptiste Théodon. Andrea Pozzo también diseñó el altar de la capilla de San Francisco de Borja en la misma iglesia.
En 1697 le pidieron construir los altares barrocos similares con escenas a partir de la vida de San Ignacio en el ábside de la iglesia de iglesia de San Ignacio en Roma. Estos altares contienen las reliquias de San Aloysius Gonzaga y de San Juan Berchmans.
Mientras tanto continua pintando frescos y bóvedas ilusionistas en Turín, Mondovi, Módena, Montepulciano y Arezzo. En 1681 Cosimo III de Medici, duque magnífico de Toscana le encarga pintar su autorretrato para la colección ducal (ahora en la Galería de los Uffizi en Florencia). Este óleo sobre lienzo se ha convertido en el autorretrato más original. Muestra al pintor en una actitud diagonal, demostrando con su dedo índice derecho una bóveda pintada al fresco (posiblemente la abadía de Arezzo), mientras que en su mano izquierda se reclina sobre tres libros (que se refieren probablemente a sus tratados sobre la perspectiva). La pintura fue enviada al duque en 1688. También pintó escenas a partir de la vida de San Estanislao de Koska, en el cuarto del santo en la iglesia de Sant'Andrea al Quirinale en Roma.
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Detalle del altar de San Ignacio, por Andrea Pozzo. Iglesia del Gesù de Roma.
Escritos. Pozzo publicó sus ideas artísticas en un trabajo teórico conocido como Perspectiva pictorum et architectorum (2 volúmenes, 1693, 1698), ilustrado con 118 grabados, dedicado al emperador Leopoldo I. En él ofrece el uso de las perspectivas arquitectónicas en la pintura. Este trabajo es uno de los primeros manuales de perspectiva para los artistas y los arquitectos, siendo traducido durante el siglo XIX en posteriores ediciones del latín e italiano originales al francés, alemán, inglés y chino, gracias a la red de monjes jesuitas que se repartían por el mundo.
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Perspectiva ilusionista de la cúpula de la iglesia de los Jesuitas. Viena (Austria). Obra de Andrea Pozzo
Viena. En 1694 Andrea Pozzo había explicado sus técnicas en una carta a Antón Florian, príncipe de Liechtenstein y embajador del emperador Leopoldo I en la corte Papal en Roma. Recomendado por el príncipe de Liechtenstein al emperador es invitado por Leopoldo I, trasladándose en 1702 (1703?) a Viena. Allí trabaja para el soberano, la corte, el príncipe Johann Adán von Liechtenstein y para varias órdenes religiosas e iglesias. Realiza obras como los frescos y la cúpula de la iglesia jesuita de Viena. Algunas de sus tareas tenían un carácter decorativo ocasional (escenas en teatros e iglesias) resultando efímeras y siendo pronto destruidas.
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Su trabajo más significativo en la etapa de Viena es el fresco monumental del techo del salón del palacio del jardín de Liechtenstein (1707), La admisión de Hércules en el Olimpo, que, según las fuentes, fue muy admirado por los contemporáneos. Con efectos ilusionistas, la pintura arquitectónica comienza a traspasar la frontera del techo, mientras que este parece abrirse para mostrar un reino divino lleno de Dioses del Olimpo.
Algunos de sus retablos vieneses han sobrevivido en la iglesia de los Jesuitas (Jesuitenkirche) de Viena. Sus retablos y frescos ilusorios del techo tuvieron una fuerte influencia en el arte barroco de Viena teniendo muchos seguidores en Hungría, Bohemia, Moravia, y Polonia.
Arquitectura. Realiza algunos diseños arquitectónicos en su libro de perspectiva pictorum et architectorum, indicando que no efectúa ningún diseño antes de 1690. Estos diseños no fueron realizados, pero sirvieron como fuente para el diseño de la iglesia de San Apollinare en Roma y la iglesia jesuita de San Francesco Saverio (1700-1702) en Trento. El interior de esta iglesia fue diseñado igualmente por Pozzo.
En ese mismo tiempo, entre 1701 y 1702, diseña las iglesias de los jesuitas de San Bernardo y la iglesia de Jesús en Montepulciano. Pero para esta última sus planos sólo se siguieron en parte. Se basan en su trabajo para la construcción de la catedral de San Nicolás en Ljubljana (1708), inspirada por los diseños de las iglesias de Il Gesù y San Ignazio en Roma.
Andrea Pozzo fallece en Viena en 1709 en un momento en que meditaba regresar a Italia para diseñar una nueva iglesia de los jesuitas en Venecia. Lo enterraron con grandes honores en una de sus mejores realizaciones, la iglesia de los jesuitas en Viena.
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Perspectiva Pictorum et Architectorum. Grabado de Andrea Pozzo
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Vista interior del Palacio del Garten, sede del museo de Liechtenstein
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Carroza de oro del Príncipe Josef Wendel de Liechtenstein. Museo de Liechtenstein
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Fachada del Palacio del Garten, sede del museo de Liechtenstein (pequeño principado entre Austria y Suiza).
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Página oficial del Museo Liechtenstein (en alemán e inglés), enlace: http://www.liechtensteinmuseum.at/

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al Museo Liechtenstein. El Museo Liechtenstein es un centro de arte y exposiciones temporales en Viena (Austria) que pertenece a la familia gobernante del vecino principado de Liechtenstein.

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