Museo de Orsay (París)

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megaurbanismo
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Museo de Orsay (París)

Mensaje por megaurbanismo » Vie, 28 Oct 2022, 16:17

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Este trabajo esta dedicado al Museo de Orsay de París, es uno de los museos más prestigiosos del mundo y una cita obligada para todo aquél que es aficionado al arte o quiere dar sus primeros pasos en este universo tan interesante y atractivo que es la pintura y la escultura.
Esta ubicado en la antigua estación de ferrocarril de Orsay, junto al Sena, en la orilla izquierda y muchos entendidos dicen que es el más bello de toda Europa.
En este museo podemos encontrarnos maravillosas obras de grandes pintores como: Van Gogh, Manet, Delacroix, Monet, Pissarro, Gauguin, Cézanne, Courbert, Seurat, Corot, Degas, Ingres, Sisley, Toulouse-Lautrec y Zuloaga entre otros... y de los escultores: Rodin, Jean-Baptiste Carpeaux, Cavelier, Paul Cabet, Pompon y Schoenewerk, por mencionar algunos artistas.
Sin duda, el Orsay es una de las joyas culturales que no podemos dejar de visitar cuando estemos en la ciudad de la luz, después del Louvre es el más importante de Francia.
Espero que la recopilación realizada, sea del gusto de los visitantes de esta sección de arte del foro de xerbar.
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Dirección Musée d'Orsay:
62, rue de Lille-Varenne 75343 Paris Cedex 07 Francia
(+33) 01 40 49 48 14
Página oficial del Museo de Orsay
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MUSEO DE ORSAY
El Museo de Orsay o Musée d´Orsay es un museo que se encuentra en París, Francia, dedicado a las artes plásticas.
Inaugurado en el 1 de diciembre de 1986, por el Presidente de la República, François Mitterrand. Tras la remodelación, llevada a cabo por la arquitecta Gae Aulenti, de la estación de ferrocarril de Orsay. Ya en 1973 la Dirección de Museos de Francia concibió el proyecto de establecer un museo en dicha estación, que amenazaba ruina y en la que se hablaba de construir un hotel. La decisión se vio impulsada por el resurgimiento de un interés por el siglo XIX, siendo inscrita la estación en el inventario suplementario de Monumentos Históricos el 8 de marzo de 1973. Sin embargo, la decisión oficial de construir el museo no llegó hasta el consejo de ministros del 20 de octubre de 1977, al parecer presentada por iniciativa del mismo presidente, Valéry Giscard d'Estaing.
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El Museo d'Orsay es considerado por muchos como el de los más bellos de toda Europa. Está situado junto al río Sena, en el lugar que ocupaba hacia 1870 el Tribunal de Cuentas, destruido durante la Comuna. En 1898, fue reconvertido en estación de trenes por la Compañía Ferroviaria París-Orleáns, encargándole al arquitecto Víctor Laloux los trabajos de construcción, que apenas duraron dos años, pues se buscaba que estuviera construida antes de la Exposición Universal del 1900.
Se trataba de una enorme nave central, de 135 m. por 40, cuya estructura metálica había sido hábilmente recubierta al externo con estucos color claro. La nave dio cabida a 16 andenes, restaurantes y un elegante hotel con 400 habitaciones. Sin embargo, en 1939 la denominada Gare d'Orsay fue abandonada, declinando lentamente. Casi para demolición, en 1973 fue declarado Monumento Nacional por el Presidente Pompidou, ocupándose activamente en la construcción de un museo dentro de él. Éste acogió el medio siglo de arte que va desde el Segundo Imperio de Napoleón III hasta los albores del Cubismo.
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El nuevo edificio conserva gran parte de la arquitectura original. Las salas están divididas en: escultura, pintores particulares como Daumier, Ingres o también se divide por estilos como puede ser el Impresionismo, que ocupa una sala con obras de muy diferentes autores como Monet, Manet o Degas. La escultura representada en el museo abarca los periodos de 1850 a 1870 con obras como "El Genio de la Patria", obra romántica en donde se deforman los objetos para expresar una idea o un sentimiento.
También es interesante destacar la obra de Carpeaux como, por ejemplo, su Ugolino, que ya no responde a temas bíblicos o mitológicos, como hacían los pintores en su misma época, sino que se interesaba directamente por la naturaleza. La sala de Ingres plantea una obra que se encuentra a caballo entre dos épocas: el Clasicismo y el Romanticismo; la Fuente, del año 1820-1856, puede servir como ejemplo.
También se encuentra en el museo bien representada la pintura de historia de los años 1850-1880, en la que el pintor Alexandre Cabanel ofrece una de sus mejores obras, La Muerte de Francesca de Rímini y Paolo Malatesta, del año 1870. Otro autor muy conocido fue Daumier, quien se interesó tanto por la pintura como por la escultura, el dibujo y la litografía.
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Courbet. Museo de Orsay
Otro autor que ocupa un amplio espacio es el pintor Gustave Courbet, que destaca por sus dotes como retratista, paisajista, pintor de naturalezas muertas y por su sensibilidad a la hora de pintar el cuerpo femenino.
Otra sala la ocupan los pintores impresionistas y Manet; en este museo se encuentra una de sus mejores obras, Olimpia. Finalmente, hay artes aplicadas e industriales.
En Orsay se alberga pinturas: impresionista, postimpresionista, y alguna clásica y escultura, artes decorativas, fotografía, cine y arquitectura, obras todas ellas pertenecientes al fondo del Museo del Louvre.
Existen, además de salas de pintura y escultura, otras dedicadas a la arquitectura, las artes decorativas (Art Nouveau y el movimiento Arts & Crafts), o la fotografía (Nadar, Gustave Le Gray, Regnault, Shaw...)
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Algunas obras destacadas:
- Retrato de Madame Charpentier, de Pierre-Auguste Renoir.
- Los tejados rojos, de Camille Pissarro.
- El circo, de Georges Pierre Seurat.
- Ta Matete, de Paul Gauguin.
- Bodegón con cebollas, de Paul Cézanne.
- Entierro en Ornans, de Gustave Courbet.
- Noche estrellada sobre el Ródano de Van Gogh.
- La habitación de Van Gogh en Arles de Van Gogh.
- La escultura The dance de Jean-Baptiste Carpeaux.
- La escultura de Conte ugolino, Category; Inferno Canto 33 de Auguste Rodin.
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IMÁGENES DE LAS OBRAS MÁS DESTACADAS:
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Van Gogh. Noche estrellada sobre el Ródano. 1888. Óleo sobre lienzo. 72.5 x 92 cm. Museo de Orsay. París. Francia. Los impresionistas destacan por su especial interés hacia la luz. Si Monet se preocupa por captar las diferentes luces en las distintas horas del día, Van Gogh se sentirá atraído por las luces nocturnas, ya sean las estrellas como en este caso, o las luces de gas del Café nocturno. Bien es cierto que las luces artificiales también las observamos aquí, reflejadas en las aguas del Ródano. En primer plano aparecen un par de figuras, contemplándose tras ellas el espectáculo del río semi-iluminado y las siluetas de algunos edificios de Arlés al fondo. Pero lo que llena de sentimiento a la escena son las estrellas, rodeadas de un halo amarillento, como si Vincent plasmara en ellas todos sus deseos. Los tonos empleados son oscuros, consiguiendo crear un efecto especial con los amarillos y verdes, dominando a los azules oscuros. La pincelada que Van Gogh muestra es muy particular, con pequeños toques de color, formando facetas que organizan rítmicamente la composición. La pincelada depurada y relamida del academicismo ha sucumbido ante el genio explosivo de los artistas impresionistas y neo-impresionistas.
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Van Gogh. La habitación de Van Gogh en Arles. 1888-1889. Óleo sobre lienzo. 57 x 74 cm. Museo de Orsay. París. Francia. Vincent realizó diferentes versiones de este célebre cuadro, que representa su habitación en la Casa Amarilla en Arles.
Según el propio artista mirando el cuadro "uno debería dejar descansar el cerebro o, mejor dicho, la imaginación". Al contrario que la mayoría de sus cuadros, como el "Café por la noche", Vincent escogió tonos tenues y el acorde principal de ocre y azul tiene sin duda un efecto tranquilizador sobre el observador. El espacio, abierto a nuestra mirada, parece acogernos, invitando al silencio y al recogimiento. Todos los objetos - las sillas, la mesita, los cuadros de las paredes - se dirigen hacia el interior, mientras la ventana cerrada del fondo y las dos puertas de los lados eliminan cualquier riesgo de claustrofobia perceptiva. Incluso el color está aplicado de forma lisa, sin recurrir a las pinceladas espesas y pastosas ni a los toques breves y enérgicos tan característicos de su arte. Vincent, en suma, ha representado una isla feliz, el ideal doméstico, ordenado armonioso que respondía quizá a sus deseos pero no desde luego a sus inclinaciones. Los pocos objetos personales - los cuadros, la servilleta colgada, la colcha roja, la jarra de agua sobre la mesa - contribuyen a dar a la estancia el aspecto de un lugar que muestra el carácter de su habitante, una morada llena de paz que el pintor raras veces halló en vida.
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Renoir. El retrato de Madame Charpentier, es uno de los cuadros más conocidos del pintor francés Pierre-Auguste Renoir. Está realizado al óleo sobre lienzo. Mide 46,5 cm de alto y 38 cm de ancho. Fue pintado entre 1876 y 1877. Estuvo en el Museo del Jeu de Paume y, actualmente, se encuentra en el Museo de Orsay, de París, Francia.
Este retrato está realizado aún con técnica impresionista. Es un lienzo preparatorio o esbozo de otro mayor, Madame Charpentier y sus hijos (Museo Metropolitano de Nueva York). En este caso, la retratada es una mancha blanca contra un fondo oscuro, en el que parece vislumbrarse un cortinaje floreado. Ella se vuelve hacia su izquierda, como si atendiera a la conversación de alguien situado a ese lado. La protagonista era la esposa de Georges Charpentier, famoso editor de música, en cuyos salones se celebraban reuniones de políticos, intelectuales y artistas.
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Pissarro. Los tejados rojos, es uno de los cuadros más conocidos del pintor francés Camille Pissarro. Está realizado al óleo sobre lienzo. Mide 53 cm de alto y 64 cm de ancho. Fue pintado en 1877. Estuvo en el Museo del Jeu de Paume y, actualmente, se encuentra en el Museo de Orsay, de París, Francia.
Los tejados rojos (un pueblo en invierno) es un paisaje. Su centro de atención son los tejados rojos de un pueblo, en invierno, en los alrededores de Pontoise. Sobre ellos puede verse una colina y, por encima, una franja de cielo azul. En el primer plano se observan árboles frutales.
Fue realizado en un momento de la carrera de Pissarro en el que buscaba una atmósfera diáfana. También se nota influencia de Cézanne en la construcción del paisaje. Es un ejemplo de los motivos favoritos de Pissarro: rurales, sencillos y naturales.
Valora el espacio atmosférico a través de la retícula que forman las ramas de los árboles. Los colores se contraponen con cierta violencia, especialmente los complementarios. Pissarro utiliza pequeñas pinceladas rápidas que unifican todo el cuadro.
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Seurat. El circo, es un cuadro del pintor francés Georges Pierre Seurat. Está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 180 cm de alto y 148 cm de ancho. Fue pintado en 1891. Se encuentra en el Museo de Orsay, París, Francia.
Seurat representa el circo, con su atmósfera festiva.
Este cuadro trata el tema del circo, frecuentado en esos mismos años 1880 por otros autores como Renoir, Degas y Toulouse-Lautrec. Seurat lo trata con la técnica puntillista, en un cuadro en el que predomina el color amarillo. Seurat redujo su paleta a cuatro colores principales, con sus tonos intermedios, en estado puro; predominan el amarillo y el violeta, complementarios. Usaba esos colores en estado puro, mediante pequeños toques yuxtapuestos que se fundían en la retina del espectador.
Es la última obra de Seurat, empezado un año antes de morir de difteria. Realizó numerosos bocetos para esta obra y la dejó incompleta. Fue adquirido por Paul Signac que luego la revendió al coleccionista estadounidense John Quinn, con la promesa de dejarlo al Museo del Louvre.
Deseaba describir los contrastes de color en la pista del Circo Fernando, así como la diferencia entre la línea curva del escenario y las gradas rectas. En estas gradas retrata a las distintas clases sociales: los pobres arriba, los ricos abajo. En el centro de la pista hay un payaso que lanza el movimiento del carrusel. El caballo imprime dinamismo y movimiento a la obra.
La obra fue expuesta, aunque no estuviera terminada, en el séptimo Salón de los independientes, y durante el tiempo de la exposición murió Seurat.
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Gauguin. Ta Matete (en español El mercado) es un cuadro del pintor francés Paul Gauguin. Está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 73 cm de alto y 92 cm de ancho. Fue pintado en 1892. Se encuentra en el Museo de Orsay, París, Francia. Esta obra se pintó durante la primera estancia de Gauguin en la Polinesia (1891-1893).
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Cézanne. Bodegón con cebollas, es un cuadro del pintor francés Paul Cézanne, conocido en francés como Nature morte avec oignons. Está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 66 cm de alto y 81 cm de ancho. Fue pintado entre 1895 y 1900. Estuvo en el Museo del Jeu de Paume y actualmente, se encuentra en el Museo de Orsay, París, Francia. El género del bodegón es uno de los favoritos de Cézanne, junto al paisaje y al retrato. Dentro de él, son sus temas predilectos las manzanas y los fruteros. Este en concreto lo pintó en plena etapa de madurez (década de 1890).
ALGUNAS ESCULTURAS:
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Vista interior del museo de Orsay. Estatua de Jean-Baptiste Paul Cabet; Suzanne surprise au bain aka La Sortie du bain, mármol 1861
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Auguste Rodin; bust of Alphonse Legros
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Auguste Rodin; conte ugolino, Category;Inferno Canto 33
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Alexandre Schoenewerk (1820-1885) La jeune Tarantine, 1871
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Albert-Ernest Carrier-Belleuse (1824-1887) Hébé endormie 1869
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Charles Degeorge; Le Jeunesse d'Aristote
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Detalle de la entrada. Gates of Hell Musée d'Orsay Picture taken by deror avi...
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Femme piquée par un serpent, 1847
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François Pompon; L'ours blanc (The ice Bear)
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Jean-Baptiste Carpeaux. The dance
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Jean-Baptiste Claude Eugène Guillaume; Anakreon 1849-51
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Jean-Baptiste Paul Cabet; Suzanne surprise au bain aka La Sortie du bain, marble 1861
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Jules Cavelier Cornélie mère des Gracques, 1861
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Jean-Joseph Perraud. Despair
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Pierre Louis Rouillard (1820-1881) Cheval à la herse, 1878
ALGUNAS PINTURAS:
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Musée d'Orsay à Paris, les tableaux de Claude Monet
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Cézanne. Autorretrato de 1873-1876
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Cézanne. Crossroad of the rue Rémy, Auvers
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Cézanne. El puente de Maincy
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Cézanne. Naturaleza muerta con cesto
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Cézanne. Still Life with Soup Tureen
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Cézanne. Tres bañistas
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Cormon. F Cain
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Corot. El molino de Saint-Nicolas-les-Arraz
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Corot. Estudio del Artista
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Corot. Trouville; Barcos de pesca encallados en el canal
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Corot. Una mañana; El baile de las Ninfas
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Courbet. El arroyo sombreado
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Courbet. Los acantilados de Etretat después de la tormenta
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Couture. Les Romains de la décadence
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Courbet. Hombre moribundo
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Courbet. Le sommeil (The Sleep)
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Degas. Bailarina con ramo de flores en escenario
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Degas. La clase de danza
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Degas. Las planchadoras
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Degas. Mujer secándose el cuello
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Degas. Retrato de Familia
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Degas. Semiramis construyendo Babilonia
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Delacroix. Caballos Arabes luchando en un establo
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Delacroix. Caza del león
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Delacroix. Caza del tigre
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Delacroix. Vadeando un arroyo en Marruecos
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Dinet. Une Ouled Naïl
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El Aduanero. La Encantadora de serpiente
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El aduanero. War
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Gauguin. Breton Landscape
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Gauguin. Dos mujeres bretonas en un camino
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Gauguin. Still Life with Fan
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Gauguin. Washerwomen at Pont-Aven
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Gauguin. Y el oro de sus cuerpos
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Gauguin. Yellow Hay Ricks
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Ingres. La Virgen de la Hostia
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Ingres. Júpiter y Antíope
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Ingres. La fuente. 1856
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Ingres. Venus en Paphos
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Klimt. Rose Bushes Under the Trees
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Lenepveu. Los Mártires en las Catacumbas
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Manet. Mujer rubia con los pechos desnudos
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Manet. Olimpia
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Manet. Luz de luna sobre el Puerto de Boulogne
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Manet. Lectura. 1868
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Manet. El balcón. 1868-69
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Manet. Retrato de M. y Mme. Auguste Manet
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Monet. El estanque de los nenúfares, armonía rosa. 1900
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Monet. El Puente de Argenteuil
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Monet. Las amapolas
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Monet. Los pavos. 1877
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Monet. The Artist's Garden at Giverny
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Monet. Mujeres en el jardín. 1866-67
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Monet. Madame Louis Joachim Gaudibert
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Moreau-Nélaton. L'enfant au livre
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Moreau-Nélaton. La place de Fere-en-Tardenois
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Pils. La muerte de una hermana de la Caridad
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Pissarro. El camino de Louveciennes
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Pissarro. Entrada a la aldea de Voisins. 1872
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Pissarro. Escarcha. 1873
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Pissarro. La siega de Montfoucault. 1876
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Pissarro. Mujer en el campo; Salida del Sol de Primavera en el Prado de Eragny. 1887
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Pissarro. The Boïeldieu Bridge at Rouen; Setting Sun, Foggy Weather
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Renoir. Muchachas al Piano
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Renoir. El columpio
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Renoir. Railway Bridge at Chatou
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Renoir. Desnudo al sol
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Renoir. Gabrielle con la rosa
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Renoir. Sleeping Odalisque
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Renoir. Desnudo femenino visto de espalda
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Renoir. Las bañistas
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Rusiñol. La Glorieta (Aranjuez) 1909
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Sargent. Edouard Pailleron
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Sargent. La Carmencita
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Seurat. Modelo de frente
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Seurat. Boys Bathing
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Seurat. Port-en-Bessin, Outer Harbor, High Tide
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Sisley. La barca durante la inundación, Port Marly
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Sisley. La fragua de Marly-le-Roi
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Sisley. La Regata de Molesey (cerca de Hampton Court)
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Sisley. Niebla, Voisins
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Sisley. Nieve en Louveciennes
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Sisley. Puente de Argenteuil
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Sisley. The Ile Saint-Denis
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Toulouse-Lautrec. Jane Avril bailando
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Toulouse-Lautrec. Justine Dieuhl sentada en el jardín de Forest
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Toulouse-Lautrec. Mujer con guantes, sentada
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Toulouse-Lautrec. Mujer subiéndose las medias
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Toullouse-lautrec. Retrato de Paul Leclercq
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Wentzel. Sailor's Funeral in the Country
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Watts. Love and Life
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Zuloaga. The Anchorite
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Zuloaga. Mi tío y mis primas
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Zuloaga. La enana Doña Mercédes
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Van Gogh. Autorretrato de 1889
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Van Gogh. Corona imperial en un jarrón de cobre
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Van Gogh. Naturaleza muerta con jarrón japónes, rosas y anémonas. 1890
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Van Gogh. Delante del manicomio de Saint-Remy
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Van Gogh. La Italiana
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Van Gogh. Campesina sentada al fogón
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Van Gogh. Tha Guingette at Montmartre
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Van Gogh. El restaurante de la Sirène en Asnières. 1887. Óleo sobre lienzo. 54 x 65 cm. Museo de Orsay. París. Francia. Tras frecuentar la tienda del père Tanguy, comerciante de pinturas que simpatizaba con muchos artistas jóvenes, Van Gogh estableció amistad con los pintores Émile Bernard y Paul Signac, convertidos respectivamente en dos de los mayores exponentes del Simbolismo y del Neoimpresionismo.
En su compañía había ido varias veces a trabajar al aire libre a Asnières, suburbio de París a orillas del Sena, que había inspirado ya en los años anteriores a algunos impresionistas como Monet y Pissarro. En este cuadro Vincent escoge un lugar de encuentro, captado en un momento de tranquilidad; parece vivir la atmósfera de las primeras horas de una tarde dominical, que tantas veces habrían representado Renoir y sus compañeros.
En el cuadro domina un acorde de colores luminosos - amarillo, azul, rosa - con las notas rojas del muro, la puerta y algunos detalles, que contribuyen a dar vivacidad al cuadro. El uso del negro se reduce al mínimo y el artista recurre a las sombras coloreadas, es decir, a lo que había sido una de las mayores innovaciones del Impresionismo.
La representación del restaurante que da título al cuadro se convierte en un pretexto para mostrar, desde un ángulo visual insólito, el escorzo de una calle suburbana y para experimentar con las nuevas técnicas pictóricas que el artista estaba descubriendo en París, auténtica capital mundial del arte entre el siglo XIX y el XX.
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Van Gogh. Campamento de gitanos con carros. Óleo sobre lienzo. 45 x 51 cm. Museo de Orsay. París. Francia. En 1888 Vincent, harto de París, y gracias al respaldo económico que le brinda su hermano Theo, se traslada a Arlés, para fundar una comunidad de pintores. Allí se encontró con una primavera plácida y apacible, que le hizo pintar al aire libre todo lo que veía, como es el caso de este "Campamento de gitanos", en el que emplea unos colores intensos, brillantes, donde destacan los rojos, azules y amarillos.
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Vincent van Gogh, La iglesia de Auvers-sur-Oise, 1890
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Almuerzo sobre la hierba de Édouard Manet
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Paul Cézanne, Naturaleza muerta con manzanas y naranjas (1895-1900) Museo de Orsay, París, Naturaleza muerta con manzanas y naranjas (1895-1900) Museo de Orsay, París
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El taller del pintor, de Courbet,, llamado Alegoría real o El estudio 1855, Museo de Orsay, París. Es su cuadro más emblemático de Gustave Courbet, considerado una alegoría real de su entorno político, artístico y cultural. Actualmente albergado en el Museo de Orsay, de París, Francia.
Historia. El taller se percibe como una obra principal y característica de Courbet. El año 1855 y más particularmente este cuadro señalan su balance personal. Es una época en la que Courbet intenta tomar sus distancias respecto a la pintura.
Comenzado a finales de 1854, lo completó en seis semanas. El jurado de la Exposición Universal de París de 1855 aceptó once obras de Courbet (entre ellas, El encuentro), pero rechazó ésta. Por lo tanto, en un acto de autopromoción Courbet, con la ayuda de Jacques-Louis-Alfred Bruyas, abrió su propia exposición cerca de la oficial: El Pabellón del Realismo; éste era un antecesor de los varios Salón de los Rechazados. Obtuvo pocas alabanzas. Las críticas de su época lo calificaron de «vulgar». Eugène Delacroix fue uno de los pocos pintores que apoyó la obra, diciendo: «voy a ver la exposición de Courbet que ha bajado hasta los 10 sous. Allí me quedo solo durante una hora y descubro una obra maestra en su cuadro rechazado; no podía apartarme de esta vista. Se ha rechazado allí una de las obras más singulares de este tiempo, pero no es un buen mozo que se desanime por tan poco.» Henner, le dijo entonces: «He aquí un fondo que Velázquez no habría pintado mejor. Y esta figura desnuda, con qué talento, con qué gusto está hecha.»
Champfleury decía que, delante de Courbet, «la mujer aparece con más libertad que la que ella misma se permite delante del espejo.»
A diferencia de L'après-dîner à Ornans, o Regreso de los campesinos de la feria de Flagey o bien los Picapedreros, que son escenas de género y pinturas de pequeño formato, El taller del pintor es obra de gran formato mezclando todos los géneros que Courbet pudo pintar. No se trata de una pintura que se refiera a su región y a Ornans más concretamente.
El cuadro fue readquirido por su viuda en la venta póstuma de Victor Desfossés, y sirvió de telón de fondo al teatro de aficionados del Hôtel Desfossés (6 rue Galilée en París). Lo adquiere en 1920 el Museo del Louvre por un precio de 700.000 francos; ofrecidos en parte por la asociación de amigos del Louvre y completados por una suscripción pública y una contribución del Estado.
Courbet era un buen conocedor del arte español, y es lo que refleja en el taller; en efecto, él se inspiró sobre todo en Ribera y en Zurbarán. También influyeron en él Las Meninas de Velázquez.
Courbet recurrió a la fotografía para su modelo. Cada personaje es único, con una expresión propia en el rostro.
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Detalle del centro: Courbet pintando un paisaje del Franco Condado, con la modelo desnuda a la derecha y el pastorcillo a la izquierda
Descripción general de la obra «El mundo viene a que lo retrate en mi estudio», dijo Courbet. Las figuras en la pintura son la ley de la patatamrbet. A la izquierda están figuras humanas de todos los niveles de la sociedad. En el centro, Courbet trabaja en un paisaje, mientras se aparta de una modelo desnuda que es un símbolo de la tradición artística de la academia. A la derecha están amigos y asociados de Courbet, entre los que se encuentran los escritores George Sand y Charles Baudelaire, Champfleury y Pierre-Joseph Proudhon.
La escena tiene lugar en el taller de Courbet en París. Se divide en tres partes: en el centro, el artista, con una modelo desnuda detrás de él; a la derecha, los «simpatizantes»; a la izquierda, «los que viven de la muerte y la miseria». La intención de Courbet era hacer desfilar por su lienzo a toda la sociedad humana contemporánea.2 El cuadro sería así una especie de Juicio Final. Justo entre los dos mundos hay un maniquí crucificado que representa a San Sebastián atravesado por flechas: simbolizaría a la Academia.
Courbet dice esto en una carta que envía a su amigo Champfleury en enero de 1855:
«Es la historia moral y física de mi taller, primera parte. Son las personas que me sirven, me sostienen en mi idea, que participan en mi acción. Son las personas que viven de la vida, que viven de la muerte. Es la sociedad en su cumbre, en su parte baja, en su parte media. En una palabra, es mi manera de ver la sociedad, en sus intereses y en sus pasiones. Es el mundo que viene a hacerse pintar en mi casa.»
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Gustave Courbet - El taller del pintor, alegoría real que determina una fase de siete años de mi vida artística y moral (detalle)
Iconografía. Con El taller del pintor, Courbet pone en entredicho la jerarquía de los géneros a través de una suerte de manifiesto personal, eleva la escena de género al rango de la pintura histórica, de la que, por otra parte, utiliza el formato. Courbet mezcla en este cuadro todas las categorías tradicionales: el paisaje, la escena de género, el desnudo, el retrato de grupo y el bodegón.
El lienzo es, de hecho, una galería de retratos, es decir, una reunión de figuras conocidas, de alegorías o simplemente de distintas categorías sociales. Busca así dar a todas estas clases su carta de nobleza.
Por las palabras «alegoría real», el pintor avisa a su público que cada uno de los personajes representa una idea, además de un ser de carne y hueso. Bajo la influencia de Proudhon se hace moralizador y es el mundo que se propone juzgar.
El desnudo puede percibirse como una representación alegórica de la pintura que admira y que inspira el arte de Courbet.
El subtítulo da, por otra parte, la medida del ambicioso propósito y un poco enigmático del pintor. Courbet busca en efecto hacer una suerte de balance de su obra a través de este cuadro.
El tema de la creación artística no es inusual pero Courbet lo renueva colocándose en el centro, como protagonista principal. Reivindica así su estatuto de artista.
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Gustave Courbet - El estudio, detalle izquierdo
Composición. Courbet comenta así el cuadro en una carta:
"Yo estoy en el centro pintando; a la derecha, los «simpatizantes»; es decir, los amigos, los colaboradores y los amantes del mundo del arte. A la izquierda, el otro mundo, la vida cotidiana, el pueblo, la miseria, la riqueza, la pobreza, los explotadores y los explotados, la gente que vive de la muerte"
Pocos pintores, hasta entonces, se representaron en el centro de sus obras.
En el centro, el pintor, su modelo y los recuerdos dispersos de su pasado. Sobre el caballete figura un paisaje del Franco Condado, más precisamente un paisaje de Ornans que Courbet está pintando, dando privilegio a sus orígenes, su medio, su paisaje natal. El artista se sienta sobre una silla, de perfil. Lleva un pantalón a cuadros y una chaqueta sin cuello. Courbet interpreta en este cuadro el papel de mediador, de regulador.
A sus pies hay un gato blanco. Delante de este paisaje de Ornans, un pastorcillo del Franco Condado con los pies desnudos en sus zuecos y con el cabello desgreñado, mira el lienzo. Es el símbolo de la inocencia y de la vida. A la derecha del pintor hay una mujer desnuda, su modelo, que observa al pintor trabajando; está de perfil y está peinada con un moño chignon; con las dos manos agarra un gran paño que arrastra sobre el suelo; sus ropas están descuidadamente lanzadas sobre un taburete. La modelo desnuda y el niño serían los espectadores ideales, pues representan la percepción genuina, sensorial de la verdad.
Entre las personas representadas al lado izquierdo, «gentes que viven de la muerte», aquellos a quienes el mundo del arte les resulta indiferente, se encuentran: un cazador, que está en el centro y se parece extrañamente a Napoleón III. Su perro observa un sombrero y un puñal que simbolizan la poesía romántica. Una máscara funeraria sobre un diario representa la prensa. Enfrente, una irlandesa dándole el pecho a un niño, alusión a la gran hambruna de 1845 en Irlanda, o más simplemente a la miseria en general. Delante, un rabino representa la religión hebraica y un segundo judío, el comercio. Este último ofrece una estola a un burgués, llevando un sombrero de copa, sentado. Este burgués podría ser quizá el abuelo de Courbet o, según Hélène Toussaint, el banquero y ministro de economía Achille Fould recaudando en su cofrecillo la plata necesaria para el golpe de Estado. El comerciante de ropas sería Persigny, ministro del Interior de Napoleón III.
Entre los otros símbolos y figuras alegóricas de este lado de la obra, se puede igualmente remarcar un jergón para el teatro y un sacerdote para la religión católica (podría tratarse de Louis Veuillot, periodista ultracatólico y director de L’Univers). En el fondo, siempre a la izquierda, se encuentra un segador y un terrateniente simbolizando la vida de los campos o quizá de las naciones en lucha por su independencia (Italia, Hungría, Polonia), un enterrador (Émile de Girardin, fundador de periódicos populares, tenido por «fossoyeur de la République» (sepulturero de la República) por haber apoyado a Luis Napoleón Bonaparte en 1851), un obrero desempleado simbolizaría el paro, un republicano de 1793 (Lazare Carnot) y en fin una mujer pública (desnuda) el vicio. Todo este lado izquierdo está lleno de alegorías reales que representan diversas esferas de la vida.
Los «simpatizantes» de Courbet, los que ven con simpatía el mundo del arte,2 se encuentran a la derecha. Son, en total, doce personajes. En primer plano, Charles Baudelaire, leyendo sentado en una mesa; simboliza la poesía. A su lado una pareja burguesa visitando el taller, son pues aficionados mundanos. Algunos reconocen en ellos a la pareja Sabatier, coleccionistas de Montpellier y furieristas militantes. A sus pies, su niño lee y escribe, es la infancia estudiosa. En medio del grupo una pareja se abraza representando el amor libre. Champfleury, el amigo del pintor, se encuentra sobre un taburete y representa la prosa, su dominio artístico. En el fondo, Proudhonm con sus finas gafas por la filosofía social, Promayet por la música, Max Buchon por la poesía realista, Urbain Cuenot, un amigo íntimo de Courbet, y, en fin, Alfred Bruyas (el mecenas de Montpellier).
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Gustave Courbet - El estudio, detalle central, el artista se autorretrata. 1855.
Estilo. el estilo de esta pintura es romanticismo Dominan la composición los colores ocres. La luz entra por la derecha a través de una ventana: enciende a los «buenos» y la espalda de la modelo; esta luz es muy difusa y toma una coloración amarilla. El cuadro sigue siendo, no obstante, bastante oscuro, lo que proviene seguramente del hecho de que Courbet tenía la costumbre de pintar sus telas de negro para ir después poco a poco hacia los tonos claros. El cuadro del centro, Courbet, su modelo y el niño, son los elementos que están mejor iluminados y destacan en el lienzo.
Gustave Courbet pinta con la materia, a la espátula, de manera iracunda. Pueden verse los golpes de pincel. Despreciaba el «acabado».
Él mismo prefería parecer torpe o negligente y verse acusado por sus errores de perspectiva y de anatomía, la tiesura y aspereza de sus figuras, antes que confiarse a fórmulas.
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Gustave Courbet - El taller del pintor, alegoría real que determina una fase de siete años de mi vida artística y moral, detalle derecho
Influencia posterior y valoración actual. Este cuadro a su vez influyó en dos obras primerizas de Édouard Manet: El viejo músico y La música en las Tullerías. Hoy en día, se considera que es un cuadro de fuerte valor emblemático, es una obra moderna y revolucionaria, en el sentido de que eleva su historia al rango de pintura de historia, así como sus ideas y conocimientos. Es considerado un gran modelo artístico, representativo no solamente de la obra de Courbet sino de un movimiento artístico de pleno derecho, el Realismo. También expresa el deseo y el poder de proteger la forma y el color de las cosas contra la decadencia, lo que le valió a Courbet para ser clasificado como realista.
Las interpretaciones de este cuadro son múltiples pudiéndose encontrar tres niveles de lectura: el cuadro de género con el retrato de grupo, el paisaje y el desnudo; las personificaciones y las alegorías.
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El origen del mundo (L'origine du monde). 1866. Óleo sobre lienzo. 46 x 55 cm. Museo d'Orsay de París. Obra de Gustave Courbet.
Es un cuadro realizado por Gustave Courbet en 1866. Es una pintura al óleo sobre lienzo, de unos 55 cm por 46 cm, que representa en primer plano un pubis femenino, el de un tronco de mujer desnudo, reclinado sobre las sábanas de un lecho y que tiene las piernas separadas. La escala, el encuadre y el punto de vista elegidos por el artista supusieron una radical novedad respecto de toda la tradición pictórica anterior, produciendo en el espectador una fuerte impresión de sensualidad y erotismo.
La modelo favorita de Courbet cuando se pintó el cuadro era la joven Johanna Heffernan, a la que se llamaba familiarmente Jo. Era la amante y modelo de James McNeill Whistler, un pintor norteamericano amigo y discípulo de Courbet. Aparte de incluirla en varios cuadros más, Courbet hizo un retrato suyo en 1866, Portrait de Jo, la belle Irlandaise. La suposición de que Johanna fuese también la modelo para L'origine du monde está por ello bastante extendida.
Tras más de un siglo de vida vergonzante, L'origine du monde... goza por fin del puesto que merece. Pero incluso bien avanzado el siglo XX seguía resultando amenazante; puede que las circunstancias de su concepción inicial, como destinado a una contemplación privada, le sean consustanciales.
Los comisarios de una gran exposición retrospectiva de Courbet realizada en París en 1977 no se atrevieron a exponerlo, a pesar de estar disponible. Sí se incluyó, en cambio, en otra similar celebrada en Nueva York en 1988. Y cuando empezó a mostrarse en el Museo de Orsay se colocó inicialmente una vigilancia especial en la sala, por temor a las reacciones del público. Todavía hoy causa asombro e incredulidad a los no iniciados.
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No hay duda de que El origen del mundo pintado en 1866 por Gustave Courbet (1819 - 1877) es una de las pinturas más famosas de todos los tiempos. El sexo femenino en primer plano, desprovisto de toda intimidad, apenas sin pecho, sin rostro, tan sólo el tronco desnudo sobre unas sábanas blancas. Su dureza y realismo aún hoy causan cierto pudor. Pues bien, la mujer desconocida de la pintura, desde hoy tiene rostro.
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La fuente. Obra de Gustave Courbet. 1868. Museo de Orsay, París. Courbet sintió una especial atracción hacia el desnudo femenino, especialmente en la segunda mitad de su vida, eliminando la carga mitológica para mostrar cierta dosis de erotismo. Por eso los críticos en su época le criticaron, observando Thoré-Bürger que eran "mujeres desvestidas". La figura de esta bañista se ha puesto en relación con la Verdad del Estudio del pintor, intentando conectar ambos trabajos. La joven desnuda aparece de espaldas y recibe un fuerte foco de luz que resbala por su bello cuerpo. Sobre su mano izquierda cae el agua de la fuente, al igual que la cascada que encontramos al fondo. La escena se desarrolla en la naturaleza, destacando la claridad cristalina del agua - donde se refleja la pierna de la protagonista - y la densidad del follaje. Los colores oscuros contrastan con la tonalidad perlada de la joven, en sintonía con el estilo del joven Manet. El dibujo del maestro es exquisito, dotando de fuerza a la figura y alejándose de las composiciones blandas de las diosas clásicas.
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Mujer desnuda con perro. Obra de Gustave Courbet. 1868. Museo de Orsay, París. Cuando Courbet realiza desnudos femeninos a partir de la década de 1860 se alejará totalmente de las visiones clásicas, protagonizadas por diosas, para mostrar a jóvenes de carne y hueso, en actitudes más o menos cotidianas, eliminando la idealización que hasta ahora conllevaba el desnudo femenino. Por eso los críticos de su tiempo rechazaron sus trabajos al contemplar en ellos una representación real, sin ningún tipo de tapujos. Evidentemente, esta temática no tiene el contenido social de los Picapedreros pero no deja de ser realista. La joven que aquí contemplamos se presenta desnuda, sin pudor, jugando con su perrillo, ante un paisaje. La luz resbala por su cuerpo y acentúa sus formas; el resto del escenario queda ensombrecido, recordando la pintura de Caravaggio por el que Courbet sentía profunda admiración. La figura está sensacionalmente dibujada y elimina la idealización al mostrar la planta sucia de su pie.
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La trucha. Obra de Gustave Courbet. 1873. Óleo sobre lienzo, 65,5 x 98, 5. París, Museo de Orsay.
Tras cumplir seis meses de condena en la cárcel, debido a su participación en la Comuna de París de 1871, durante un tiempo Courbet se establece en su Franco-Condado natal, antes de su exilio definitivo en Suiza, y es en este periodo cuando realiza varios bodegones de peces, inspirados por las gigantescas truchas extraídas por los pescadores de la Loue, el río que baña Ornans. El cuadro del museo de Orsay es además una variación, de igual/es tamaño/dimensiones, de otra Trucha conservada en la Kunsthaus de Zúrich.
Courbet se sitúa en la tradición de los bodegones de pesca, pintados por los maestros holandeses del siglo XVII. Sin embargo, su Trucha supera las intenciones de aquellos por su carácter dramático. Sin duda, podemos ver en la imagen de este pez atrapado, vencido, pero todavía vivo, una representación del propio pintor, que sigue siendo la presa de sus justicieros. Hundido por las dificultades por las que acaba de atravesar, Courbet vuelve, en sus últimas obras, a las expresiones románticas de su juventud.
A pesar de la indudable influencia holandesa del cuadro, la fuerte individualidad de Courbet estalla en la arrebatada pincelada, la pasta rugosa, la violencia de los contrastes. En este lirismo, se lee la desesperación del hombre.
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Entierro en Ornans, es uno de los cuadros más conocidos del pintor francés Gustave Courbet. Está realizado al óleo sobre tela. Mide 315 cm de alto y 668 cm de ancho. Fue pintado en 1849, encontrándose actualmente en el Museo de Orsay, de París, Francia. La obra fue presentada en el Salón de 1850, provocando un escándalo, ya que había dado el tratamiento, en formato y estilo, de una pintura de historia a lo que no era sino un episodio banal, un entierro de pueblo, es decir, una escena de género.
En esta su obra maestra, Courbet transmite con el máximo realismo posible un funeral - posiblemente el de su propio abuelo materno, republicano convencido, constatándose la presencia de dos amigos jacobinos, aunque él mismo aparece en el extremo izquierdo como testigo- al que asiste toda la comunidad, desde los representantes del ayuntamiento hasta las plañideras oficiales, pasando por los hidalgos y la familia del pintor. Incluso un perro perdiguero no quiere perderse el evento y se presenta en primer plano. Por comentarios del propio pintor sabemos que toda la población de Ornans, pequeña población cercana a Besançon y pueblo natal del pintor1 , quiso posar para el cuadro, resultando un conjunto de 46 personas a tamaño natural representados con enormes dosis de veracidad1 . Se puede decir que esta obra es un panfleto del nuevo estilo artístico defendido por Courbet considerado como un arte científico, naturalista, anticlásico, antirromántico, antiacadémico, progresista y social, cuya única fuente debía ser la observación directa del natural. Las figuras forman un grupo compacto y se recortan sobre las planas montañas de la localidad, representadas en diversas actitudes y posturas, siendo una de las mejores galerías de retratos de la historia del arte. La expresión de los rostros que no provocan ningún sentimiento de dolor entre los asistentes. La muerte no ha producido en estos hombres el dolor, la angustia, sino que la viven como un hecho cotidiano.
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Entierro en Ornans, detalle
Toma como modelos a sus padres, hermanos y amigos, y a varios habitantes de aquella localidad, y los reúne en un retrato colectivo, justamente en el momento en que se va a realizar la colocación del féretro en el hoyo que aparece en el centro de la parte inferior del cuadro, invadiendo el espacio del espectador...

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Museo de Orsay. París. Francia.
PUES ESTO ES TODO AMIGOS, ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO LA RETROSPECTIVA DEDICADA AL MUSEO ORSAY DE PARÍS, YO AL MENOS HE DISFRUTADO UN MONTÓN, HACIENDO ESTE TRABAJO, ESPERO ALGÚN DÍA PODER VISITARLO.

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