Museo del Romanticismo (Madrid)

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megaurbanismo
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Museo del Romanticismo (Madrid)

Mensaje por megaurbanismo » Dom, 23 Oct 2022, 13:56

Este trabajo está dedicado al madrileño Museo Romántico, actualmente rebautizado como Museo Nacional del Romanticismo.
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El Museo del Romanticismo de Madrid, es una institución cultural que surgió gracias a la generosidad de don Benigno de la Vega-Inclan y Flaquer, II Marqués de la Vega-Inclán, quien hizo donación al Estado en 1921 de un conjunto de 86 pinturas del siglo XIX junto a libros y mobiliario para que sirviese de núcleo a un museo popular denominado Museo Romántico.
En 1924 funda e instala el mencionado Museo en el palacio de los Condes de Puebla del Maestre -cuyo escudo se observa hoy en el edificio-, situado en la calle de San Mateo. Se trata de un bello y sencillo palacio madrileño decimonónico construido por el arquitecto Manuel Martínez Rodríguez para el general Marqués de Matallana.
En 1920 fue alquilado por el Marqués de la Vega-Inclan para instalar la Comisaría Regia de Turismo, habiendo servido anteriormente el edifico como sede de las oficinas y depósitos de la editorial Calpe. A mediados del siglo XX se realizó una reforma para alojar las salas que forman el actual museo. En su interior encontramos una admirable colección de pinturas, mobiliario y elementos decorativos que conforman un delicioso conjunto en cuya capilla destaca el San Gregorio Magno de Goya. Obras de Federico de Madrazo, Vicente López, Alenza, Esquivel o Valeriano Becquer crean un ambiente romántico de inestimable atractivo.
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El edificio ha sido restaurado a lo largo de su historia en numerosas ocasiones. La última intervención tuvo lugar en 2003 y actualmente se encuentra cerrado por motivos de una profunda restauración y trabajos de renovación de la instalación museográfica. Se espera su reapertura el 4 de Diciembre de 2009.
Espero que la recopilación de información e imágenes que he recogido del Museo del Romanticismo de Madrid os resulten interesantes y sirvan para divulgar este demidesconocido museo para el gran público.
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Museo Nacional del Romanticismo. Fachada principal. C/. San Mateo, 13. Madrid.
Museo Romántico

El Museo del Romanticismo de Madrid, fue creado por Don Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega Inclán (1858-1942), por donación al Estado en 1921, después de haber presentado un conjunto importante de cuadros, muebles y objetos de su propiedad en una exposición organizada por la Sociedad de Amigos del Arte, como anticipo de lo que sería el futuro museo.
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Busto de Benigno de la Vega Inclán, funfador del Museo del Romnnticismo. Escultor: Mariano Benlliure.
Estos fondos se instalaron desde el principio en su actual sede, en el número 13 de la calle San Mateo de Madrid, en un edificio construido en 1776 bajo la dirección del arquitecto Manuel Rodríguez por encargo del Teniente General Marqués de Matallana. En 1850 el edificio pasó a ser propiedad del Conde de la Puebla Maestre y después, desde julio de 1923, fue sede de la Comisaría Regia de Turismo, organismo creado por el Marqués de la Vega-Inclán. Finalmente, el Estado lo adquirió en 1927.
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Sala IV, antiguo salón de baile. La alfombra es de 1830 y la sillería, de caoba, antes estaba tapizada en azul. Museo del Romanticismo de Madrid
Un poco de historia
La inauguración del Museo tuvo lugar en el año 1924, vinculándose, desde su creación, al Patronato creado por el mismo Marqués en 1910. Las fundaciones Vega- Inclán quedaron definitivamente incorporadas al Estado por Decreto de 5 de febrero de 1931. El Decreto de 1 de marzo de 1962 declaró Monumento Histórico Artístico las colecciones y el edifico y, más tarde, en 1968 fue integrado en el Patronato Nacional de Museos a efectos económico-administrativos. En la actualidad el Museo Romántico forma parte de los museos de titularidad estatal adscritos al Ministerio de Cultura.
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Sala Larra. Museo del Romanticismo de Madrid
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Oratorio. El cuadro de San Gregorio Magno de Francisco de Goya, preside la sal del oratorio del Museo del Romanticismo de Madrid
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Perspectiva de varias salas del Museo del Romanticismo de Madrid
Tiempos románticos. El siglo XIX fue tiempo de arrebato, poesía, atuendos negros, suicidas, amor por lo exótico y lo lejano, grandes pasiones tormentosas, pura vida... y pura muerte. El Museo del Romanticismo (calle de San Mateo, 13) muestra e investiga la España del Romanticismo. En sus colecciones se encuentran obras pictóricas, fotografías, estampas y dibujos, pero también mobiliario y decoración de la época, así puede uno hacerse una idea de cómo se vivía entonces. Si uno se despista un poco, es como haber viajado en una máquina del tiempo.
Algunas imágenes de las salas
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Museo Nacional del Romanticismo. Fachada noroeste (calle de la Beneficencia, 14).
El edificio que alberga el Museo Romántico ha sido restaurado a lo largo de su historia en numerosas ocasiones. La última intervención ha tenido lugar en 2003 y actualmente se encuentra cerrado por motivos de restauración, se espera su reinaguración en diciembre de 2009.
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Jardines del Museo del Romanticismo de Madrid.
Su web
Algunas obras del Museo del Romanticismo
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Federico de Madrazo. Isabel II. Museo del Romanticismo, Madrid. La obra, fechada en 1849 y pieza clave en el discurso de este Museo, fue adquirida en 2011 por el Ministerio de Cultura.
Dicha adquisición enriquece y completa la colección del Museo con una pieza clave, ya que la figura de la Reina es uno de los ejes fundamentales de su discurso expositivo.
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Se trata de un óleo sobre lienzo con un marco dorado de madera tallada y rematado con la corona real, que reafirma el carácter oficial de la obra. Ésta es una versión con ligeras variantes del prototipo de retrato oficial de la Reina Isabel II creado por Madrazo en 1846 que se encuentra en la colección del Banco de España y del que existen otros ejemplos tan significativos como el realizado en 1850 con destino a la Embajada de España ante la Santa Sede en Roma.
En esta versión, la reina aparece de pie, vestida con un traje de raso azul con encajes, diadema de perlas y brillantes, tocada con un velo y apoyando la mano en una mesa donde se disponen simbólicamente la corona y el cetro.
Federico de Madrazo fue el retratista más importante del Romanticismo. La exquisitez y calidad de su técnica y su extraordinaria capacidad para captar e idealizar al modelo, le llevaron a realizar los retratos de los personajes más importantes de la época, y en última instancia, a ser nombrado Pintor de Cámara de la Reina Isabel II.
Su labor, imprescindible en el ámbito del retrato cortesano, fijó la iconografía de los retratos oficiales de la Reina, sirviendo como modelo para los demás pintores del momento.
Su formación, recibida en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y las influencias recibidas durante sus estancias en París y Roma, donde quedó marcado por los románticos academicistas franceses y los pintores nazarenos alemanes afincados en Italia, le llevaron a ser el impulsor de una renovación en el panorama artístico nacional y a conseguir un enorme prestigio y reconocimiento.
El Museo del Romanticismo, que alberga una pequeña pero selecta representación de obras de Madrazo, dentro de su amplia colección de pinturas del XIX, no contaba hasta ahora con un ningún retrato oficial del relevante pintor de Cámara de Isabel II. Por ello, la adquisición de esta obra, especialmente emblemática, constituye una ocasión única que viene a nutrir muy significativamente las colecciones del Museo. Debido a la especial relevancia de la obra, ésta se ubicará en el espacio más representativo del Museo: el Salón de Baile.
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Federico de Madrazo - Sánchez de Sailor. 1843. Museo del Romanticismo, Madrid.
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Federico de Madrazo - María Encarnación Cueto de Saavedra, Duchess of Rivas. 1878. Museo del Romanticismo, Madrid.
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José Gutiérrez de la Vega. Retrato de Mariano José de Larra, 1835. Óleo sobre lienzo, 76,3 x 63,3 cm. Museo del Romanticismo de Madrid.
Emblemática efigie del escritor Mariano José de Larra. Aparece inmortalizado como un verdadero dandy, con chaleco, corbata y frac de tono oscuro, retratado con la indumentaria de la que fue tan partidario: el frac. El escritor exponía que esta nueva prenda era un símbolo democrático, ya que con él se unificaba a los hombres y se evitaba todo rasgo diferenciador. La tradición cuenta que este es el único retrato verdadero del escritor, por lo que ha sido origen de toda la iconografía posterior. No obstante, sabemos que también Federico de Madrazo tuvo ocasión de captarle en un pequeño dibujo.
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Mariano José de Larra fue uno de los literatos más destacados de todo el siglo XIX, junto con Espronceda, Bécquer o Zorrilla. El malogrado escritor y periodista, también fue conocido con los seudónimos de Fígaro, El pobrecito hablador, El Duende satírico o Andrés Niporesas. Entre sus obras cabe destacar "El doncel de Don Enrique el Doliente" o "Macías". En lo que respecta a su relación con la prensa, llevó en todo momento una crítica atroz contra la censura, en el convencimiento de la importancia del periodismo como forma de libertad y de difusión de nuevas ideas. Su periodismo podemos encuadrarlo dentro de la crítica social, y leyendo sus artículos podemos hacernos una idea de su pensamiento político realizando una profunda crítica del absolutismo y del carlismo, al igual que de ciertos sectores de la sociedad. Hay que exponer también que Larra vivió amores desdichados con Dolores Armijo, de la que el Museo conserva una supuesta efigie, asimismo realizada por los pinceles de Gutiérrez de la Vega (Inv. CE0041). Se ha dicho que la extinción de esta truculenta relación fue una de las causas de su prematuro suicidio en 1837, cuando contaba con tan sólo 27 años de edad. El Museo del Romanticismo conserva varios objetos personales del propio Mariano José de Larra: la levita (Inv. CE7633), el chaleco (Inv. CE7635), los tirantes (Inv. CE7636) y la camisa ensangrentada que llevaba puesta el mismo día de su muerte (Inv. CE7634).
Gutiérrez de la Vega, desde su traslado a Madrid en 1831, participó activamente en la vida cultural de la capital, llegando a ser uno de los promotores de la fundación del Liceo Artístico y Literario, junto a su amigo y discípulo, Antonio María Esquivel. La fecha de fundación del Liceo, 1837, coincidirá con la de la muerte de Mariano José de Larra. Durante esta estancia madrileña, el pintor se centrará en el género del retrato, entre la Corte, burguesía e intelectuales. En ésta obra destaca la sobriedad del efigiado, para centrarse en la captación de la psicología del escritor.
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Goya. San Gregorio Magno. Óleo 191 x 116 cm. Museo Romántico de Madrid. Este magistral cuadro de Francisco de Goya (1746 - 1828) preside el oratorio del Museo del Romanticismo de Madrid, que lo era, asimismo, de la casa que antaño habitaran los Condes de la Puebla del Maestre. Representa a San Gregorio de cuerpo entero, sedente, ataviado con capa pluvial y tocado con tiara. Como Doctor, aparece escribiendo sobre un libro abierto.
La obra forma parte de la Serie de "Los cuatro Padres de la Iglesia" (San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo), pintadas en Sevilla hacia 1798. Este tema, ya había sido tratado por Goya en tres ocasiones anteriores en su etapa de Zaragoza: En 1766 realiza las cuatro pechinas de la iglesia de los Jesuitas de Calatayud. Las otras dos versiones corresponden a las pechinas de la ermita de la Virgen de las Fuentes de Muel (h.1772) y a las de la iglesia de Remolinos (h.1772-82). El San Gregorio que aquí presentamos sería, por tanto, la versión mas tardía.
En esta obra se aprecia una gran riqueza de tonos, con una pincelada suelta y vigorosa y un perfecto estudio del color. El lienzo, que por su estilo y época enlaza con los frescos de San Antonio de la Florida de Madrid, presenta una gran influencia de Murillo, principalmente de los Santos Isidoro y Leandro de la Sacristía Mayor de la Catedral de Sevilla. Es conocida la admiración que Goya sintió por el gran artista sevillano, sin duda inculcada por su amigo Ceán Bermúdez. El genio aragonés, por tanto, revaloriza a Murillo mucho antes de que lo hicieran los pintores sevillanos del período romántico.
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El cuadro de San Gregorio Magno de Francisco de Goya, preside la sal del oratorio del Museo del Romanticismo de Madrid
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Leonardo Alenza. Sátira del suicidio romántico. Óleo sobre lienzo. 35 x 28 cm. Museo del Romanticismo de Madrid. Madrid. Este pequeño cuadro de Leonardo Alenza (1807-1845) supone la mas divertida sátira de los excesos del Romanticismo en nuestro país.
Donados al Museo por el Marqués de Cerralbo, quien los adquirió en París, constituyen, sin duda, dos de las mejores piezas del pintor. Ambos lienzos fueron presentados a la Exposición de la Academia de San Fernando de 1839, en la misma fecha en la que se pintaron.
El primero de ellos, representa a un hombre en el momento de precipitarse al vacío desde una roca, a la vez que se dispone a clavarse un puñal que lleva en la mano derecha. El personaje, de famélica complexión, larga cabellera y expresión perdida, es el prototipo del literato romántico.
Alenza ridiculiza aquí un instante que sería considerado como decisivo y terrible en otras circunstancias. Sobre la roca que sirve al personaje de trampolín, se encuentran varios objetos que contribuyen a caracterizar al suicida: una cruz con corona de laurel clavada sobre lo que parece la tierra de una tumba, una calavera, una espada, un frasco de vidrio con una pluma y varios libros e impresos que son pisoteados por el hombre. Al fondo, en un plano inferior, un personaje vestido con levita aparece ahorcado en un árbol. Bajo él, otro hombre con camisa blanca se ha suicidado con un tiro en la cabeza.
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Leonardo Alenza. Sátira del suicidio por amor. Óleo sobre lienzo. 35 x 26 cm. Museo del Romanticismo de Madrid. Este pequeño cuadro representa a un hombre viejo que intenta suicidarse con una pistola ante la presencia de una mujer vieja, fea y huesuda a la que implora sus favores. La escena se rodea de una serie de objetos: espada, libros, frascos de cristal y al fondo, aparece un mausoleo con una lechuza.
La maestría en la composición, la finura y belleza de los colores utilizados y la precisión del dibujo, alejado de cánones académicos, evidencian una evolución de la técnica hacia concepciones estilísticas plenamente románticas, y de las que Alenza fue uno de sus mas destacados representantes.
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Leonardo Alenza. The death of Daoíz in Monteleón Artillery Ground - Google Art . 1835. Museo del Romanticismo de Madrid.
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Federico Madrazo. Retrato de María Bosch de la Presilla. 1875. Óleo, 89 x 72,5 cm. Museo del Romanticismo de Madrid. Retrato de María Bosch de la Presilla, hija de Pedro Bosch y de Soledad de la Presilla. Su padre fue un célebre marchante catalán establecido en Madrid y amigo personal de Federico de Madrazo; fue famoso además por ser el fundador del Puente de Vallecas, primitiva colonia de ferroviarios en los extensos terrenos de los cuales era propietario. Existe actualmente una calle con su nombre.
La retratada, que aparenta unos 17 años, aparece de pie, posando para el pintor, mostrando su ampuloso traje rosa con polisón y profusamente adornado con flecos, borlas y pasamanerías, dentro de la moda imperante en los años 70. Asimismo destaca el medallón con sus iniciales.
Federico de Madrazo (1815 - 1894) puede considerarse el mejor retratista del Romanticismo español. Nacido en una familia de artistas, se forma con su padre José de Madrazo, pintor de Cámara de Carlos IV.Posteriormente estudia en Roma y París. Ya en España, se especializa en el retrato, siendo nombrado pintor de Cámara en 1833. Ágil y fecundo, dejó mas de quinientos retratos a los que imprimió un lenguaje propio y en los que muestra la sociedad aristocrática y burguesa del siglo XIX.
Este retrato, perteneciente a su último período, es el de una jovencita de la burguesía madrileña, clase social que adquiere gran importancia en este momento y que lucha por equipararse a la aristocracia. Madrazo representa magistralmente no solo el físico del personaje, sino también todo lo que le rodea: indumentaria, joyas, muebles, en fin, el ambiente en el que vivía la retratada y que se convierte en un distintivo de su clase social.
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Carlos de Haes. Paisaje de Egipto o Paisaje Oriental. 1883. Óleo sobre lienzo 190 x 130 cm. Museo del Romanticismo de Madrid.
Carlos de Haes (1826-1898), principal representante del paisaje realista en España, ejecuta en esta obra un magistral estudio de pintura orientalista. El pintor nos muestra un templo egipcio rodeado por palmeras y con diversos personajes ataviados con túnicas.
El interés por Oriente, y más concretamente por el norte de África, fue común en el siglo XIX a muchos países europeos. Ello se debió a múltiples causas, entre las que cabe destacar las relaciones comerciales de Francia e Inglaterra con el Próximo Oriente y el norte de África, las campañas napoleónicas en Egipto, la apertura del Canal de Suez, o las guerras de Argel y Marruecos. Oriente aparece como un mundo seductor por su pintoresquismo y exotismo, lo que impulsa a un gran número de pintores a viajar a estas tierras en busca de temas exóticos y extraordinarios.
A partir de la eclosión del Romanticismo, el orientalismo pictórico y literario se desarrolla pujante a lo largo de todo el siglo XIX, constituyendo un género de éxito, aunque fue en el último cuarto de siglo cuando tuvo su máximo auge.
En nuestro país, será Genaro Pérez Villaamil su introductor, si bien tendrá su continuación en otros pintores decimonónicos, entre los que se encuentra Carlos de Haes que, en este lienzo, realizado en sus últimos años, vuelve sus ojos a Pérez Villaamil, quizás como un homenaje al que fue uno de los más grandes paisajistas españoles.
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Valeriano Domínguez Bécquer. Un conspirador carlista. Museo del Romanticismo de Madrid. Firmado y fechado Valeriano D. Bécquer/ 1856 (a.i.d.) Óleo / lienzo 96 x 70 cm. Este lienzo de Valeriano Domínguez Bécquer (1834-1870), considerado una de las obras maestras del artista sevillano, representa a un voluntario carlista que aparece ante una mesa sobre la que hay un vaso de agua. Lleva entre sus manos un ejemplar de "La Esperanza", famoso periódico absolutista. Va ataviado con una capa con esclavina bajo la cual asoma el uniforme. Realizado en su etapa sevillana, es una fusión del cuadro de costumbres y el retrato, géneros con los que Valeriano se sintió plenamente identificado, y que aprendió en el taller de su tío y maestro Joaquín Domínguez Bécquer, con quien se formó artística e intelectualmente.
La figura del carlista, según algunos investigadores retrato del abuelo del pintor, aparece colocada sobre un interior en penumbra. En ella se refleja la inquietud, el desasosiego y el misterio, consecuencia de las inestables circunstancias políticas sufridas por el artista en los años de su estancia en Sevilla.
Obra sincera y de gran realismo, muestra el ambiente de intimidad mediante el dibujo y el colorido suave y sin estridencias. La pincelada suelta y la captación del volumen se deben, sin duda, a la influencia que en el pintor andaluz ejercieron Velázquez y Murillo, principales maestros de los artistas sevillanos del siglo XIX.
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Mariano Benlliure. Busto de D. Benigno de la Vega Inclán. Firmado y fechado: M Benlliure 1931 (lateral derecho) Bronce 56 x 54 x 35 cm. Museo del Romanticismo de Madrid. El busto que recibe a los visitantes en el zaguán del Museo Romántico, es el retrato de D. Benigno de la Vega Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega Inclán y fundador del museo. Nacido en Valladolid el 29 de junio de 1858, era hijo de un general isabelino que llegó a ser gobernador de Puerto Rico. En su juventud, D. Benigno compaginó su carrera militar con el estudio de las Bellas Artes. Viajero incansable , cronista, poeta y coleccionista, fue nombrado por el rey Alfonso XIII, al que le unía una gran amistad, Comisario Regio de Turismo en 1911; desde este puesto, impulsó y promovió de forma destacada el turismo español, así como la restauración y rehabilitación de numerosos conjuntos del patrimonio histórico. Asimismo se deben a su iniciativa y mecenazgo la fundación de la Casa del Greco en Toledo (1910), la Casa de Cervantes en Valladolid (1916) y el Museo Romántico en Madrid (1924). A su muerte, el 5 de enero de 1942, legó todos sus bienes y Fundaciones al Estado español.
Esta escultura fue realizada por Mariano Benlliure (1862-1947), entrañable amigo del Marqués. En ella queda reflejada la compleja personalidad de un Benigno ya maduro (73 años), que muestra en su rostro toda su actividad y su carácter de hombre fuerte y emprendedor.
Benlliure hace un retrato personal, reflejando el cariño y la amistad hacia el personaje logrando un busto de una depurada técnica, en el que se aprecia de forma magistral el dominio del modelado y la incidencia de la luz.
De esta escultura existen otras dos réplicas, una en la Hispanic Society de Nueva York y otra en la Casa de Cervantes de Valladolid, realizada para conmemorar el centenario del nacimiento del Marqués.
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Mesa velador. Madera de caoba, mármol negro jaspeado, 98 cm. alt. x 97 cm. Museo del Romanticismo de Madrid. Mesa velador de estilo neogótico, con patas en forma de arcos apuntados, dobles columnas y base en forma de estrella octogonal. Tablero circular en mármol negro jaspeado. Esta pieza es representativa del estilo isabelino en el que el gusto por el goticismo fue manifiesto. Los arcos apuntados, las dobles columnas y la base estrellada subrayan esta influencia medieval.
La aparición de trazas góticas en el mobiliario, tan características del Romanticismo europeo, tienen sin duda relación con la obra de Violet Le Duc, restaurador de grandes conjuntos medievales como Nôtre Dame de París o Vezelay , y autor de una obra de gran influencia en toda Europa, que sirvió de modelo a un gran número de diseñadores y decoradores:" Dictionnaire raisonné du mobilier français de l´époque caroligienne à la Renaissance "(1858 - 1875).
El autor de este mueble ha trasladado el elemento más característico de la arquitectura gótica, los arcos apuntados de una hipotética ventana, a las patas y armazón sustentante de la mesita. La base en forma de estrella octogonal no deja de evocar el perfil de las fuentes góticas monásticas.
Esta ráfaga neogótica, que se puede situar cronológicamente en los años 40, afectó a todos los campos artísticos, desde la literatura hasta las artes decorativas. En lo referente al mobiliario, los ebanistas aplicaron elementos goticistas a todos aquellos muebles cuya estructura lo permitió: respaldos de sillas, librerías o veladores.
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Abanico autógrafo. Madera de nogal, raso 40,5 cm. long. Museo del Romanticismo de Madrid. Abanico de gran vuelo con un varillaje de madera liso y un país de raso beige, decorado en el anverso con cinco figuras de pájaros volando en el lateral derecho y diversas inscripciones con versos en el lateral izquierdo. En el reverso aparece una cabeza femenina dibujada por el famoso caricaturista Cilla.
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Antonio María Esquivel. Retrato del general Prim. Museo del Romanticismo de Madrid
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Antonio María Esquivel. Lectura de Ventura de la Vega. Museo del Romanticismo de Madrid
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Antonio María Esquivel. Children playing with a ram. 1843. Museo del Romanticismo de Madrid
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Antonio María Esquivel. Santa Justa y Santa Rufina. 1844. Museo del Romanticismo de Madrid
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Carlos Luis de Ribera y Fieve - María Leonor Salm-Salm, Duchess of Osuna. 1866. Museo del Romanticismo de Madrid
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Cecilio Corro - Manuel Remírez and Barreda. 1850. Museo del Romanticismo de Madrid
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José Aparicio Inglada. Desembarco de Fernando VII y la Real Familia en el Puerto de Santa María. 1823. Museo del Romanticismo de Madrid
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Eduardo Cano de la Peña. Regreso de la guerra. 1861. Museo del Romanticismo de Madrid
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Eugenio Lucas Velázquez - Auto de fé. 1853. Museo del Romanticismo de Madrid
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Francisco Lacoma y Fontanet - Carmen Moreno, Marchioness of the Guadalquivir Marshes. 1833. Museo del Romanticismo de Madrid
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Francisco Lameyer - Desert Scene. 18663. Museo del Romanticismo de Madrid
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Henri Pierre Léon Pharamond Blanchard - The Smugglers. 1829. Museo del Romanticismo de Madrid
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Genaro Pérez Villaamil - View of City of Fraga and its Hanging Bridge. 1850. Museo del Romanticismo de Madrid
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Joaquín Espalter - La familia Flaquer. 1842-45. Museo del Romanticismo de Madrid
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Juan Rodríguez Jiménez, "El Panadero". El embarque del Marqués de la Romana y sus tropas. Museo del Romanticismo de Madrid
Juan Rodríguez Jiménez, conocido como el Tahonero Padre, o como el Panadero por el oficio de sus padres (Jerez de la Frontera, 6 de febrero de 1765 - 26 de noviembre de 1830), fue un pintor costumbrista llamado alguna vez el «Goya andaluz». Casado en segundas nupcias con Benita García tuvo como hijo a Juan Rodríguez García (Tahonero Hijo) que siguió la profesión de su padre.
Rodríguez Jiménez se formó inicialmente bajo la tutela de un fraile mercedario, el padre Palma, y se inició en la pintura religiosa con obras para la catedral de Cádiz. No tardó en obtener cierto reconocimiento, por el que fue llamado a trabajar en Sevilla (decoración del presbiterio de la iglesia de San Agustín) e incluso en Portugal (obras en el convento de la Encarnación de Lisboa y telón de boca del teatro de Oporto).
De regreso a Cádiz se encargó de la decoración del Teatro Principal y se especializó en la pintura de pequeños cuadros costumbristas, apenas esbozados. La más célebre de sus obras es, con todo, un cuadro de género histórico y podría haberlo pintado para su presentación a un concurso organizado por la Academia de Bellas Artes de Cádiz: el Embarque del marqués de la Romana y sus tropas, óleo datado en 1809, conservado en el Museo Nacional del Romanticismo.
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Francisco Ortiz Pradilla. Doña Juana la Loca en Tordesillas. Museo del Romanticismo de Madrid
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Joaquín Manuel Fernández Cruzado. Autorretrato. Museo del Romanticismo de Madrid
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Joaquín Manuel Fernández Cruzado. El pase de muleta. 1840. Museo del Romanticismo de Madrid
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Joaquín Manuel Fernández Cruzado. La salida del toro. 1840. Museo del Romanticismo de Madrid
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José Elbo - Retrato de la familia de Cayetano Fuentes. Museo del Romanticismo de Madrid
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José Gutiérrez de la Vega. Retrato de Isabel II. Museo del Romanticismo de Madrid
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Manuel Rodríguez Guzmán. La romería de la Virgen del Puerto. Museo del Romanticismo de Madrid
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"Una Misa". Cuadro del pintor sevillano Francisco Cabral y Aguado Bejarano, tlo pintó en el año 1863, y se encuentra actualmente en el Museo del Romanticismo de Madrid
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Vicente López Portaña. Gaspar de Remisa, Marqués de Remisa. 1841-44. Museo del Romanticismo de Madrid
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Vicente López Portaña. Señora de Vargas Machuca. 1840-42. Museo del Romanticismo de Madrid
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Casa de muñecas, procedente del Convento de Monjas de la Concepción. Museo Nacional del Romanticismo. Madrid
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Antonio Gutíerrez de León, hacia 1860. Contrabandista herido. Museo Nacional del Romanticismo. Madrid
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'La Justicia'. El aragonés Antonio Martínez y su fábrica de platería en Madrid. Real Fábrica de Platería Martínez, plata, 1849. Museo del Romanticismo. Madrid
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José Piquer. «Infante muerto». Mármol. Dimensiones: Altura = 23 cm; Anchura = 37 cm; Profundidad = 62 cm Museo Nacional del Romanticismo, Madrid.
Probable retrato escultórico de la hija de Isabel II en el que se advierte la naturalidad y el realismo propios del artista romántico valenciano, último escultor de cámara.
La Infanta María Cristina falleció el 8 de enero de 1854, a los tres días de nacer. José Piquer la representa semidesnuda y tumbada sobre un colchón y una almohada lujosos y adornados con flores de lis.
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Victor Bernard. Isabel II con la Princesa de Asturias la Chata. Datación: 1852. Materia: Grupo escultórico: Bronce. Peana: Mármol blanco. Museo Nacional del Romanticismo. Madrid
Ver reportaje de Alejandro blanco dedica al Museo del Romanticismo
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Jardines del Museo del Romanticismo
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Vestíbulo de acceso al Museo del Romanticismo. C/. San Mateo, 13. Madrid.
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Museo del Romanticismo. C/. San Mateo, 13. Madrid.
Su Web: http://museoromanticismo.mcu.es/

Pues esto es todo amigos espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al Museo del Romanticismo de Madrid, un museo con mucho encanto que bien merece una visita. Un museo injustamente desconocido para el gran público que reune una colección muy variada y curiosa de obras de arte, principalmente del siglo XIX.

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