Juan de la Corte

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megaurbanismo
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Juan de la Corte

Mensaje por megaurbanismo » Lun, 27 Dic 2021, 08:36

Este pequeño trabajo recopilatorio está dedicado a Juan de la Corte (c. 1585-1662) fue un pintor barroco flamenco, natural de Amberes, aunque Antonio Palomino dice que nació en Madrid donde estaba avecindado ya en 1613 tras, según su propia declaración, ejercer muchos años en su patria.
La primera noticia relativa a Juan de la Corte se refiere a una pintura desconocida que hacía para el Palacio del Pardo en 1613. Debió de seguir trabajando para la Corte en años sucesivos pues, al quedar vacante en 1627 la plaza de pintor del rey que ocupaba Bartolomé González, es uno de los doce pintores que la solicita, indicando en el memorial que llevaba prestando servicios al rey desde 1615. La plaza, en aquel momento, se dejó sin cubrir y no parece que llegase a desempeñar nunca tal cargo, pese a lo que afirma Palomino, quien dice que fue pintor del rey «aunque no el de más lucida habilidad».
Consta que en 1637 residía en la calle del Barquillo, casado con Francisca de Salazar. En 1641 el embajador de Módena en Madrid decía que Juan de la Corte era muy estimado por sus retratos ecuestres, a los que ponía el paisaje Antonio de Puga, de los que ninguno se conserva. En mayo de 1662 hizo testamento y probablemente muriese el mismo año, declarándose pobre, sin bienes y viviendo de limosna en casa de su nuera, viuda de Lucas de la Corte, su hijo. Tenía seis nietos, uno de los cuales, Gabriel de la Corte, podría ser el pintor de flores activo a finales de la centuria.
Juan de la Corte fue, según declaraba en el memorial de 1627, pintor de «arquitecturas, batallas y países». De este género de pinturas se conservan abundantes obras firmadas o documentadas desde 1623 -Fiesta en la Plaza Mayor de Madrid en honor del Príncipe de Gales- manifestando siempre su formación flamenca y la utilización de estampas del mismo origen. Sus paisajes y perspectivas arquitectónicas suelen poblarse de menudas figuras formando escenas bíblicas o mitológicas. En ocasiones se agrupan en series, como la dedicada a las Victorias de Carlos V, conservada en la Embajada de España en Londres, o las pertenecientes al ciclo de la Historia de Troya, que abordó en más de una ocasión. A una de ellas, originalmente en el Palacio del Buen Retiro, pertenecen los lienzos del Rapto de Elena y el Incendio de Troya del Museo Nacional del Prado. Al mismo museo pertenece la Batalla de Gascona, perteneciente a una serie de batallas de la historia moderna de la que existe alguna otra pieza dispersa.
Una serie de historias del Antiguo Testamento pintó también para el Buen Retiro, perdida, aunque se conservan ejemplares sueltos de la misma historia, como la Destrucción del ejército de Senaquerib del Museo Cerralbo, firmada en 1642. El paso de los años no afectó a la pintura de Juan de la Corte, anclado en unos modelos que resultaban cada vez más arcaicos, aunque la introducción de asuntos poco frecuentes, como los temas mitológicos, hizo que fuese un pintor estimado, como muestran los inventarios de la época, en los que con frecuencia se citan países y batallas pintados por él.
Espero que la recopilación que he conseguido de este pintor español de origen flamenco, sea del interés de los aficionados al arte que frecuentan esta sección, y contribuya en su divulgación.

Algunas obras

Enciclopedia del Museo del Prado
Juan de la Corte (Amberes, h. 1585-Madrid, 1662). Pintor español de origen flamenco. Nada se sabe de la primera formación de Juan de la Corte, pues la afirmación del biógrafo de los pintores españoles, Palomino, de su nacimiento en España, fue rebatida documentalmente, citándose en su testamento que nació en la ciudad flamenca de Amberes. También se conservan documentos en los que el pintor declara su aprendizaje en Flandes, donde «ejerció su oficio muchos años». Por ello se le ha relacionado con artistas flamencos de la época que, debido al conocimiento personal o al estudio de sus obras, influyeron poderosamente en su arte. Sabemos de su establecimiento en España al menos desde 1613. Su trabajo en la corte le animó a pedir la plaza de pintor real que dejó vacante a su muerte Bartolomé González en 1627, objetivo que no consiguió. No hay prueba documental, pues, que avale la afirmación de Palomino al citarle como pintor del rey. Sin embargo, gozó de un moderado éxito en la capital del reino, encontrándose obras suyas en numerosos inventarios nobiliarios de la época. A su vez, gozó de encargos reales, como el ciclo de historias bíblicas que pintó para el palacio del Buen Retiro. Su actividad, según confesión propia, se centró en «arquitecturas, batallas y países», géneros en los que fue excelentemente valorado por sus contemporáneos. Una de las características más interesantes de su estilo es el hecho de haber tratado con frecuencia los temas mitológicos que, llevados al lienzo en distintos ciclos, nos ofrecen un panorama singularmente majestuoso de una temática nada frecuente en la pintura de la España de la época. Otro de los aspectos sobresalientes en su obra fue la proliferación de perspectivas arquitectónicas de evidente vincu­lación con los tratadistas nórdicos, entre los que cabe destacar muy especialmente a Vredeman de Vries. Su estilo pictórico se mantuvo anclado en tradiciones anteriores, demostrando una evidente modestia y arcaísmo, pero la singularidad de los asuntos que trató le hacen merecedor del recuerdo.

Obras
- El rapto de Helena, óleo sobre lienzo, 150 x 222 cm. Museo Nacional del Prado.
- El incendio de Troya, óleo sobre lienzo, 140 x 238 cm. Museo Nacional del Prado.
- Batalla de Gascona y batería de un castillo, óleo sobre lienzo, 152 x 217 cm. Museo Nacional del Prado.
- Combate naval y turcos saltando al abordaje, óleo sobre lienzo, 151 x 247 cm. Museo Nacional del Prado, firmado (en dep. en el Museo Naval de Madrid).
- El caballo de Troya, óleo sobre lienzo, 154 x 218 cm. Museo Nacional del Prado (en dep. en el Ayuntamiento de Madrid).
- Los turcos abandonan las cercanías de Viena, óleo sobre lienzo, 155 x 250 cm. Museo Nacional del Prado (en dep. en el Museo Marítimo de Barcelona)

Algunas obras del Museo del Prado

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El rapto de Helena. Obra de Juan de la Corte. Primera mitad del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 150 cm x 222 cm Museo Nacional del Prado. Procedencia: Colección Real (Palacio del Buen Retiro, Madrid, 1772, nº 126; Buen Retiro, 1794, nº 539).
Es Juan de la Corte el pintor español que trata con más frecuencia temas del ciclo relativo a la Guerra de Troya, y lo hace en series de lienzos de medidas semejantes y con escenas que guardan relación entre sí. Este narra el Rapto de Helena, hecho incluido en la Iliada de Homero y en las Metamorfosis de Ovidio.
La escena, que tiene grandes analogías con composiciones flamencas e italianas, presenta en primer término una barcaza que se dirige a un galeón, en la que Helena es transportada a la fuerza. En la proa de la barca está Paris, y detrás de la reina un personaje cubierto con una piel de león y una clava en las manos, que debe de ser Hércules. Esta figura se defiende de los soldados que intentan impedir que la barca se mueva. Toda la parte izquierda de la composición la ocupan los soldados de Menelao, esposo de Helena, que acuden a socorrer a su reina desde un edificio de planta circular, abovedado y decorado con pilastras que recuerdan el Panteón de Agripa, en Roma.
La composición debió de ser muy afortunada, ya que el tema fue muy repetido en la obra del pintor y de ella se conocen varias versiones, con pequeñas variantes, del mismo tema, en colecciones privadas.

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El incendio de Troya. Obra de Juan de la Corte. Primera mitad del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 140 x 238 cm. Museo del Prado. Procedencia: Colección Real
Como es sabido, La Guerra de Troya terminó con la introducción, por parte de los griegos, en la ciudad, de un caballo de madera lleno de soldados, quienes una vez llegada la noche la toman e incendian. En una escena nocturna y con escenografía teatral, el pintor ha situado a la izquierda, iluminándolo, el palacio. De él salen las figuras de Eneas, llevando a su padre Anquises sobre sus hombros, e inmediatamente detrás su esposa Creusa, dando la mano al hijo de ambos, Ascanio. A la derecha de la composición se narra la lucha entre griegos y troyanos en un escenario de edificios en llamas, que sirven para iluminar el cuadro, y la silueta del famoso caballo, origen de la destrucción de la ciudad.
Si bien el tema está recogido en las Metamorfosis de Ovidio, fue Virgilio en su Eneida (II, 720-725) quien inmortalizó la salida de Eneas de Troya junto con su familia y los dioses familiares en una embarcación; la hostoria pervive durante la Edad Media y el Renacimiento, y tiene una gran acogida en la literatura española del siglo XVII. Poetas, como Fernando de Herrera y Góngora, y autores teatrales, como Guillén de Castro y Calderon, lo trataron y con gran éxito.
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El caballo de Troya, óleo sobre lienzo, 154 x 218 cm. Museo Nacional del Prado (en dep. en el Ayuntamiento de Madrid). Obra de Juan de la Corte
Otras obras
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El juicio de Salomón, c. 1630-40, Óleo sobre lienzo, 108.5 × 106 cm. Colección Fundación Banco Santander. Madrid. Obra de Juan de la Corte
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A naval battle scene beween the Spaniards and Turks. Private collection. Obra de Juan de la Corte
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Batalla española. 1643, oil on canvas, 66 x 88 cm. Hermitage Museum. Obra de Juan de la Corte
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Entrada de Carlos V en Bolonia. Museo de Santa Cruz. Toledo. Obra de Juan de la Corte
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Battle Scene with a Roman Army Besieging a Large City, oil on canvas, 162 x196 cm. Private collection. Obra de Juan de la Corte
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Lot and His Daughters, oil on canvas, 133x 194 cm. Private collection. Obra de Juan de la Corte
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Batalla de Pavía (1525). Prendimiento del Rey Francisco I de Francia. Obra de Juan de la Corte
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Fiestas en la Plaza Mayor, Madrid, Museo Municipal, 1623. Obra de Juan de la Corte

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado a Juan de la Corte (c. 1585-1662) fue un pintor barroco flamenco, natural de Amberes, aunque Antonio Palomino dice que nació en Madrid donde estaba avecindado ya en 1613 tras, según su propia declaración, ejercer muchos años en su patria.

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