Eugenio Cajés

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megaurbanismo
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Eugenio Cajés

Mensaje por megaurbanismo » Lun, 13 Dic 2021, 16:57

Este trabajo está dedicado al pintor madrileño Eugenio Cajés. Estuvo muy relacionado con Vicente Carducho con el que colaboró en varios trabajos. No es muy conocido pero por lo observado en sus cuadros es merecedor de estar representado en nuestra galería.

Eugenio Cajés. Natural de Madrid (1574), Eugenio Cajés —también llamado Cascese o Caxés— fue hijo de una española y del pintor Patricio Cajés, originario de la comarca italiana de Arezzo y contratado por Felipe II para trabajar en El Escorial. En este ambiente artístico comenzó el aprendizaje de Eugenio que se completó con un viaje a Roma antes de 1598.

A su regreso, contrajo matrimonio con la hija de un carpintero escurialense y comenzó a frecuentar los principales círculos artísticos de Madrid. Desde 1602 firmaba sus propias obras de pintura, afianzó su prestigio en la corte y sucedió a su padre como Pintor del Rey (1612). Estrechó lazos de amistad con Vicente Carducho, con quien realizó varios encargos de carácter religioso.

El mismo año de su muerte, en 1634, contrató dos lienzos de batalla para el Salón de Reinos, que tuvieron que ser acabados por sus discípulos y uno de los cuales ya no existe. Falleció en Madrid el 15 de diciembre de dicho año.

Eugenio Cajés tuvo una formación y una trayectoria semejante a la de su amigo y colaborador Vicente Carducho, aunque sus estilos se diferencian claramente. La pintura de Cajés destaca por su refinamiento cromático, la blandura de las formas y el uso de suaves efectos luminosos de tradición veneciana.

Artista de personalidad muy marcada, sus soluciones pictóricas no siempre resultan fáciles de asimilar, debido a su escasa preocupación por la belleza de los modelos y a sus preferencias por colores, tipos y formas de inspiración manierista, que restan verosimilitud a sus personajes y confieren un aspecto caprichoso a sus vestidos.

Pese a todo, sus obras gozan de una rara y singular belleza gracias a su técnica abocetada y al suave modelado de las formas, que evocan las soluciones de Correggio, el gran pintor de Parma, de quien imitó los escorzos y los rompimientos celestes. Muchas de las obras de Cajés, eminentemente religiosas, se localizan en iglesias de Toledo, Madrid y su comarca, así como en el Museo del Prado y la Academia de San Fernando.

Espero que la recopilacón de información e imágenes que he conseguido de Cajés os interesen y sirvan para divulgar su obra.


Resumen Biográfico


Eugenio Cajés - Eugenio Cascese, Caxiesi, Cajés, Cagés o Caxés (Madrid, 1575 - Madrid, 15 de diciembre de 1634) fue un pintor español del Manierismo.

Eugenio Cajés, colaboro con Vicente Carducho en los frescos de la capilla de Virgen del Sagrario (1615-1616) de la Catedral de Toledo. En las capillas laterales, que decoro él solo, mostró su interés por los efectos de luz artificial de tradición veneciana en los lienzos de evangelistas y santos. Pintó una Santa Leocadia (1616) para la iglesia del mismo nombre y también con Vicente Carducho el gran retablo del monasterio de Guadalupe.

Se casó de nuevo en 1618 en Madrid y es citado también por entonces como escultor de marfil; se relacionó en esta época con el retratista Juan Pantoja de la Cruz.

Acaso su última obra, de tema profano, son los dos cuadros de batallas realizados para el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro (Madrid), encargados el año de su muerte (1634) y que tuvieron que ser acabados por sus discípulos, entre los que se cita a Luis Fernández, Antonio de Puga y el catalán Joan Arnau. Uno de ellos, el que representaba La expulsión de los holandeses de la isla de San Martín por el marqués de Cadreita, se ha perdido, y se conserva en el Museo del Prado La recuperación de San Juan de Puerto Rico.


Producción artística

Se mostró en sus primeras obras indeciso entre entre los modelos del Renacimiento y el naturalismo italiano, como demuestra su Asunción del Museo Cerralbo (Madrid). A lo primero le inclinaba su gusto, aprendido en Correggio (realizó copias de las obras de este pintor, como los cuadros de Leda con el cisne y El rapto de Ganímedes que se conservan en el Museo del Prado), por las formas, blandas y suavemente modeladas; son característicos sus ropajes amanerados tratados caprichosamente, con un cromatismo plano y sin contrastes de luz, su técnica abocetada y su escaso interés por la belleza per se de sus modelos. Entre sus muchas obras, la mayor parte de carácter religioso, se le atribuye un retrato de Lope de Vega.


Principales obras de Cajés

- Recuperación de San Juan de Puerto Rico (Museo del Prado, Madrid)
- Caída de los ángeles rebeldes (1605)
- Pentecostés (1613)
- Crucifixión de San Pedro (1615)
- Santa Isabel (1631)
- La expulsión de los holandeses de la isla de San Martín por el marqués de Cedreita (Esta última obra se encontraba en el Salón de Reinos, estando actualmente perdida).


Algunas imágenes de su obra


Intervención de Eugenio Cajés en el Retablo Mayor del Monasterio de Guadalupe


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Iglesia del Monasterio de Guadalupe. Cáceres. Pinturas de Eugenio Cajés y Vicente Carducho. Esculturas: De Giraldo de Merlo


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Altar mayor Monasterio de La Virgen de Guadalupe (Cáceres)

El Retablo Mayor es de estilo barroco, de principios del siglo XVII, realizado en madera de roble y cedro sobre un zócalo de mármol. Está formado por tes cuerpos horizontales, tres calles verticales y ático. Las calles se separan por entrecalles flanqueadas por columas de fuste estriado de orden corintio. En el centro del segundo cuerpo encontramos la talla de Nuestra Señora de Guadalupe, el centro del tercer piso está ocupado por San Jerónimo y el ático por Cristo cruficado. El retablo es obra del flamenco Giraldo Merlo sobre trazas de Juan Gómez de Mora.


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En las calles laterales la escultura da paso a la pintura, pues en ellos encontramos diversos lienzos con escenas de la vida de la Virgen y del Nuevo Testamento, salidas en 1618 de la mano de Eugení Cajés (lado de la epistola) y Vicente Carducho (lado del evangelio). Las calles separadas por entrecalles alojan diversas esculturas con los padres de la iglesia y santos de la orden jerónima.



Eugenio Pajés en el Museo del Prado


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La recuperación de San Juan de Puerto Rico. 1634-35. Óleo sobre lienzo, 290 x 344 cm. Museo del Prado. Obra de Eugenio Cajes.

El hecho conmemorado es la defensa y recuperación de la bahía de San Juan de Puerto Rico ante el ataque, en septiembre de 1625, de una escuadra holandesa mandada por el almirante Balduino Enrique. La plaza fue defendida por el gobernador don Juan de Haro, representado en primer término de la pintura, quien estuvo sitiado con sus hombres en el castillo de San Felipe durante 28 días. El incendio de la ciudad provocado por los holandeses suscitó la salida de la guarnición española, que les forzó a reembarcar y huir.Formó parte de la serie de lienzos de batallas que decoraban el Salón de Reinos del Buen Retiro.


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Asunción de la Virgen. 1603. Lienzo, 140 x 71 cm. Museo del Prado. Madrid. Obra de Eugenio Cajés


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Virgen con el Niño. 1613-18. Lienzo, 160 x 135 cm. Museo del Prado. Madrid. Obra de Eugenio Cajés


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Imposición de la casulla a San Ildefonso. Tabla. 40 x 51 cm. Museo del Prado. Madrid. Esta obra pertenece seguramente al cuadro de un banco de retablo. En ella el santo se encuentra arrodillado y recibe la casulla de manos de la Virgen. Todo ello se encuentra acompañado de unos ángeles que son representados rodeando la escena principal.Hijo del pintor italiano Patricio Cajés, de quien fue discípulo, resulta destacable la preocupación de Eugenio Cajés por los efectos lumínicos, que contribuyen a crear esa sensación mórbida e intimista, como en el caso de la Virgen con el Niño y ángeles del Museo del Prado (P3120), que le ubican en el aprendizaje claroscurista, en sintonía con el panorama internacional de su época y con la producción de Juan Bautista Maíno (Texto extractado del Catálogo de las Pinturas, Museo del Prado, 1985, p. 107).


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La Fábula de Leda. Copia de Correggio por Eugenio Cajés. Lienzo. 165 x 193 cm. Museo del Prado. Madrid. Obra de Eugenio Cajés


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El rapto de Ganímedes. Copia de Correggio por Eugenio Cajés. Lienzo. Museo del Prado. Madrid. Obra de Eugenio Cajés


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Ángel sedente. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Sanguina y lápiz sobre papel. Medidas: 152mm x 110mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real


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Ángeles músicos. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Sanguina y lápiz negro sobre papel. Medidas: 200mm x 125mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real


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Apóstoles. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Lápiz negro y sanguina sobre papel. Medidas: 250mm x 185mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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Cristo llagado. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Siglo XVII. Sanguina, pluma y preparado a lápiz sobre papel. Medidas: 171mm x 114mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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El Apóstol Santiago- Apóstol caminando. Eugenio Cajés. Museo del Prado. 1629. Sanguina y lápiz negro sobre papel cuadriculado. Medidas: 144mm x 144mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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Esbozo de una figura de la Virgen con el Niño dormido. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Aguada roja y sanguina sobre papel. Medidas: 170mm x 145mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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La Adoración de los Reyes Magos. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Lápiz negro y sanguina sobre papel cuadriculado. Medidas: 175mm x 217mm. Tema: Religión. Procedencia legado de Pedro Fernández Durán y Bernaldo de Quirós, 1931.


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La Anunciación. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Sanguina, carbón y aguada parda sobre papel cuadriculado. Medidas: 217mm x 185mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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La Inmaculada Concepción. Eugenio Cajés. Museo del Prado. 1628. Agua parda, albayalde y lápiz negro sobre papel cuadriculado. Medidas: 230mm x 160mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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La Asunción de la Virgen. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Aguada parda y preparación a lápiz sobre papel cuadriculado. Medidas: 153mm x 255mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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Muchacho inclinado cogiendo una vasija. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Sanguina y lápiz negro sobre papel. Medidas: 226mm x 131mm. Tema: Género y sociedad. Procedencia Colección Real.


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Sagrada Familia o la Trinidad en la tierra. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Aguada roja, preparado a lápiz sobre papel. Medidas: 162mm x 111mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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Sagrada Familia o la Trinidad en la tierra. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Pluma, aguada parda, preparado a lápiz sobre papel. Medidas: 173mm x 120mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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San Sebastián. Eugenio Cajés. Museo del Prado. Primer tercio del siglo XVII. Aguada parda, preparado a lápiz, tinta, sobre papel cuadriculado. Medidas: 184mm x 72mm. Tema: Religión. Procedencia Colección Real.


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La victoria de Fleurus. Vicente Carducho. 1622. Museo del Prado. Carducho trabajó en varios proyectos con Eugenio Cajés.

Más info de Eugenio Cajés en el Prado

Otras obras


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«San Jerónimo y San Pablo» Hacia 1610 - 1620. Pareja de óleos sober lienzo, 46,5 x 20 cm, cada uno. Autor Eugenio Cajés. Depositado por el Museo del Prado en la Universidad de Santiago de Compostela. Seguramente se trate de dos pinturas desconocidas de Eugenio Cajés, uno de los principales representantes de la pintura madrileña del primer tercio del siglo XVII y del tránsito desde el tardomanierismo hacia el naturalismo. Llevan en el ángulo inferior derecho los números 336 y 335, respectivamente, quizá pertenecientes a la colección del conde de Altamira. Cajés siempre mantuvo un estilo elegante, caracterizado por una cierta afectación de tono muy personal y un colorido cada vez más cálido e inspirado en los antecedentes venecianos de Tiziano y parmesanos de Correggio.

Representa a los dos santos en medio de paisajes de horizontes bajos, apenas alterados por las ondulaciones suaves de alguna colina. Sus figuras monumentales destacan sobre el fondo azulado y grisáceo de los celajes y las nubes. Siguiendo una iconografía muy frecuente San Jerónimo viste como penitente, con el cuerpo desnudo y cubierto por el manto carminoso de al púrpura cardenalicia. Lleva en las manos una cruz de palos y una piedra para lacerarse, mientras a sus pies yace rugiente el león que le acompañó en su soledad. San Pablo viste túnica verde y manto rojo, portando el libro de sus epístolas y la espada. Sus fisonomías son muy características del estilo de Cajés y se hallan repetidas en otras muchas obras suyas. Por su composición parece que se trate de bocetos para composiciones mayores, pensadas quizá para las calles laterales de algún retablo, o mejor aún, dado lo acabado de su técnica, de ricordi de esas composiciones mayores.

Las dos pinturas se encuentran en excelente estado de conservación, con empastes abundantes, aplicados con soltura y dominio de los contornos, perfectamente dibujados. El colorido es muy rugoso y brillante, quizá con la única salvedad de los azules cobalto de los celajes, que el tiempo ha cristalizado en parte.

Alguna lejana relación podría establecerse entre estas dos pinturas y las figuras de San Jerónimo como cardenal y padre de la Iglesia, y San Pablo incluidas en el dibujo Proyecto para el retablo mayor del monasterio de Guadalupe (Cáceres), trazado por Juan Gómez de Mora y completado en su parte iconográfica por Vicente Carducho y Eugenio Cajés (Madrid, Biblioteca Nacional). Los dos pintores colaboraron intensamente en las primeras décadas del siglo XVII, especialmente en la decoración de la capilla de la Virgen del Sagrario de la Catedral de Toledo. En relación con nuestra pintura de San Jerónimo se conserva un dibujo fragmentario, pero idéntico pliegue por pliegue y gesto por gesto de la pintura de Cajés, que tras haber estado asignado a Bartolomé Carducho, fue atribuido por Angulo Íñiguez y Pérez Sánchez a Vicente Carducho (Florencia, Uffizi, colección Santarelli, nº 2280). A la vista del estilo de Cajés que indudablemente muestran estas dos pinturas, quizá haya que replantear la atribución del dibujo de los Uffizi, a pesar de sus letreros incompletos que señalan a alguno de los dos Carducho.

Por otro lado, la cabeza de la figura de San Pablo es semejante a la del Apostol (¿San Andrés o San Felipe?) depositado por el Museo del Prado en la Universidad de Santiago de Compostela.



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San Antonio de Padua, 1623. Óleo sobre lienzo, 165 x 135 cm. Iglesia de San Pedro Apóstol. Madrid. Obra de Eugenio Cajés


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San Ramón Nonato alimentado por los ángeles. 1630. Obra de Eugenio Cajés


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Adoración de los Reyes Magos, c. 1620. Museum of Fine Arts, Budapest. Obra de Eugenio Cajés


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El Cardenal Cisneros, 1604. Ministerio de Educación y Ciencia. Obra de Eugenio Cajés


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Arcángel San Miguel. 1617. Monasterio de Santa Paula. Sevilla. Obra de Eugenio Cajés


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San Ramón Nonato alimentado por los ángeles. 1630. Óleo 43 x 55 cm. Obra de Eugenio Cajés

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Cristo. Una obra inédita en Francia de Eugenio Cajés


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Encuentro ante la Puerta Dorada. Óleo sobre lienzo. 272 x 143 cm. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid. Obra de Eugenio Cajés

Abrazo en la puerta dorada. Óleo sobre lienzo. 272 x 143 cm. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid. La monumentalidad de las figuras, a base de sólidos volúmenes y paños de gran corpulencia, así como la claridad de fondos, denuncia la inspiración italiana de esta obra. Procde de la iglesia del convento de San Felipe de Madrid, pues se salvó del incendio que destruyó ese edificio y que hizo desaparecer otras obras del artista.


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Santa Isabel, reina de Portugal. Oleo de Eugenio Cajés, fechado en 1631. Iglesia de San Antonio de los Alemanes, Madrid.


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Santa Isabel, reina de Portugal. Oleo de Eugenio Cajés, fechado en 1631.. En el óvalo, Felipe III, y en el altar, talla anónima del XVIII de San Andrés junto a su cruz. Iglesia de San Antonio de los Alemanes, Madrid.


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Santa Engracia. Iglesia de San Antonio de los Alemanes. Madrid. Lienzo de Eugenio Cajés, que era hijo de un pintor italiano, llegado a El Escorial en el reinado de Felipe II, para trabajar en el amplio programa decorativo del Monasterio. En un pequeño óvalo, sobre la clave del arco, vemos el retrato de Felipe IV, por Francisco Ruíz de la Iglesia, autor de diversos rostros de reyes de España, sobre los arcos de los retablos. Existen pequeñas tallas anónimas del siglo XVIII sobre los sagrarios de estos altares, siendo San José con el Niño quien preside este altar.



Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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Iglesia de San Antonio de los Alemanes. Madrid. Dirección: Corredera Baja de San Pablo, 16. En pleno centro de Madrid, a dos pasos de la Gran Vía, en medio de un barrio hoy profundamente degradado –barrio de putas y poetas lo llama el escritor y reciente académico José María Merino-, justo en la esquina que forman la Corredera de San Pablo y la calle Puebla, se encuentra la iglesia de San Antonio de los Alemanes, joya del barroco madrileño


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Portada barroca con escultura de San Antonio, obra de Manuel Pereira

Iglesia de San Antonio de los Alemanes. Dedicada a San Antonio de Padua, fue fundada en 1606 por Felipe III, quien con la mediación del Consejo de Portugal, quiso ofrecer esta iglesia y hospital a los portugueses que vivían en Madrid, por lo que pronto se la conoció con el nombre de San Antonio de los Portugueses.

Al independizarse Portugal de la monarquía española a partir de 1640, el edificio quedó vacío, y en 1689, la regente Mariana de Austria decidió cederla al séquito de alemanes católicos que vinieron a Madrid acompañando a Mariana de Neoburbo, quien debía contraer matrimonio con Carlos II. A partir de ese momento va a ser conocida como San Antonio de los Alemanes.

En 1702, Felipe V concedió la administración del recinto a la Hermandad del Refugio, que había sido fundada en 1615 por el padre Bernardino de Antequera, don Pedro Lasso de la Vega y don Juan Jerónimo Serra, y que por esos años se encontraba sin edificio tras arruinarse su iglesia del postigo de San Martín.

El edificio actual, que hoy en día sigue regentado por la Hermandad del Refugio, fue construido a partir de 1624 según un proyecto del jesuita Pedro Sánchez, aunque fue el arquitecto Francisco Seseña quien dirigió las obras, ayudado por Juan Gómez de Mora, a quien se le atribuye la fachada. Construida sobre una planta oval, San Antonio de los Alemanes es una de las iglesias más bellas de la ciudad, sobre todo su interior, todo ello pintado al fresco por Lucas Jordán, Francisco Carreño, y Francisco Ricci. También es de destacar el soberbio retablo mayor, realizado a mediados del siglo XVIII por el arquitecto Miguel Fernández, con esculturas de Francisco Gutiérrez.

En 1887 el exterior fue restaurado por el arquitecto Antonio Ruiz de Salces, quien dio uniformidad al conjunto formado por la iglesia y la Hermandad. En 1972 fue declarado Monumento Nacional.

El interior


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Este exterior anodino no hace presagiar la maravilla que encierra su interior, apodado justamente la “Capilla Sixtina del Barroco” y que, afortunadamente no fue afectado por la restauración debido a su excepcional mérito artístico. En efecto, traspuesto el breve atrio, la sorpresa es magnífica. El visitante se encuentra ante un espacio oval, totalmente cubierto de espléndidas pinturas en su bóveda y muros, formando todo ello prácticamente una sola capilla, ya que las laterales no son sino simples rehundimientos en las paredes en forma de arco. En la provincia de Madrid, según Bonet Correa, solo hay otra iglesia con la misma forma oval, la de las Bernardas de Alcalá de Henares, de traza de Juan Gómez de Mora.

La mejor descripción de este monumento es la que hace don José del Corral y al que seguiremos con algún añadido procedente de otras fuentes y algún ligero comentario personal.


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Imagen de San Antonio de Padua, obra maestra de Manuel Pereira. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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Retablo mayor, obra de Miguel Fernández, con esculturas de Francisco Gutiérrez y en el centro la escultura de San Antonio, obra de Manuel Pereira. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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San Carlos Borromeo. Lienzo magnífico de Luca Giordano, con el santo curando a los enfermos. En el óvalo, Carlos II, y sobre el altar, El Arcángel San Rafael, con el pez que siempre le acompaña.

Frescos de Luca Giordano. Los muros del cilindro se cubren con pinturas al fresco de Luca Giordano: abajo, entre los altares, santos reyes (en la imagen, Fernando de Castilla y León y Hermenegildo), por encima, con acusado sentido escenográfico y en fingidos tapices sostenidos por ángeles y alegorías de las virtudes, los milagros del santo portugués: Resurreccción del joven Parrasio. En los fondos de altares, en la fotografía, Santa Engracia, de Caxés, y Santa Ana, del propio Giordano. Sobre ellos los retratos de busto de los Austrias menores y de Felipe V con sus esposas, como favorecedores del hospital, son obra probable de Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia.

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Altar dedicado a Santa Engracia, princesa de Zaragoza, obra de Eugenio Cajés del siglo XVII. A su lado el altar de Santa Ana y San Joaquín con la Virgen Niña, obra de 1694 de Luca Giordano. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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Altar dedicado al Calvario, c. 1694, obra de Luca Giordano. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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Altar mayor, altar dedicado al Calvario, de Luca Giordano y el altar de Santa Ana y San Joaquín con la Virgen Niña, obra de 1694 de Luca Giordano. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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Altar de la Santísima Trinidad, atribuido a Ruiz de la Iglesia, el ovalo superior con FeliV del mismo autor. Al lado altar dedicado a San Carlos Borromeo curando a los enfermos, obra de Luca Giordano de finales de XVII. En la parte superior ovalo con el busto de Carlos II, también obra de Luca Giordano de finales de XVII. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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El Calvario de Luca Giordano, Este cuadro des de lo mejor de toda la iglesia de San Antonio de los Alemanes, por su inmenso dramatismo, expresado en la figura crucificada de Cristo. La talla es una Virgen de la Soledad, vestida de viuda, como era la costumbre del siglo XVII. En el óvalo, Mariana de Neoburgo, la segunda esposa de Carlos II. A la derecha Santa Ana, San Joaquín y la Virgen Niña, también de de Luca Giordano, pintada en 1694, donde contemplamos a Santa Ana, con la Virgen Niña en su regazo, y a San Joaquín, mirando al cielo, agradecidos por la elección de su hija como Madre de Jesús. En el óvalo, la reina Mª Luisa Gabriela de Saboya. La talla corresponde a la Virgen del Carmen.


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Apoteosis de san Antonio, pinturas de la bóveda por Juan Carreño de Miranda y Francisco Rizi. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)


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Cúpula de San Antonio de los Alemanes. Cúpula elíptica de San Antonio de los Portugueses (también llamada de San Antonio de los Alemanes y de la Hermandad del Refugio) con pinturas al fresco de Luca Giordano, Francsco Rizi o Ricci y Antonio Carreño, a quien corresponde la Gloria de San Antonio de Padua que ocupa el cielo de la bóveda.

Frente a la entrada está el altar mayor, obra del arquitecto Miguel Hernández, de mediados del siglo XVIII, que sustituyó a otro más antiguo. Es de estilo barroco italiano, “brillantemente académico, de positiva riqueza” según Tormo, formado por un solo cuerpo, con columnas corintias que tiene al frente un solo nicho de planta circular en el que se halla colocada una imagen magnífica de San Antonio de Padua, obra del escultor portugués Manuel Pereira, autor asimismo del San Bruno de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Este retablo se halla dentro de un arco rehundido, de medio punto, en cuya clave campean las armas reales en un grupo escultórico realizado por Francisco Gutiérrez, el autor de la fuente de la Cibeles, y de quien son también los niños tallados en mármol y situados en el cornisamento del retablo.

El retablo primitivo central de Miguel Tomás y de Juan Garrido, y del que, según informa Tormo, se conserva un grabado de Vicente Nogués de 1721, tenía un cuadro pintado por Vicente Carducho y en los dos retablos laterales sendos de Eugenio Cajés que pueden ser lo que están en la sacristía.

Los retablos laterales están colocados dentro de un pequeño arco, hundido en el muro; en la clave de estos arcos lucen, entre temas vegetales que le dan marco medallones con los retratos de Felipe III, Carlos II, Felipe V, Maria Luisa Gabriela de Saboya, Mariana de Noeburgo y Felipe IV, pintados o atribuidos, según Tormo, a Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia, aunque investigaciones posteriores de los profesores de la Universidad Autónoma de Madrid Gutiérrez Pastor y Arraz Otero permiten adjudicar su autoría al pintor vizcaíno Nicolás de la Cuadra. Sobre cada uno de estos altares hay un pequeño balconcillo en forma de tribuna cerrado por doradas celosías. Sobre la puerta de ingreso al templo pasa más desapercibido el retrato de la reina Mariana de Austria, quizás el único pintado por Ruiz de la Iglesia. En la sala de Juntas de la Hermandad parece que hay otros dos retratos reales de Felipe V con armadura y de su primera esposa, María Luisa Gabriela de Saboya, ambos muy jóvenes, pintados también por Nicolás de la Cuadra.

Estos retablos están formados por grandes lienzos, tres de ellos pintados por Lucas Jordán en 1694 (Santa Ana o la familia de la Virgen, y el magnífico Santo Cristo y el San Carlos Borromeo, este dudoso), otros dos de Eugenio Cajés, pintados en 1631 (Santa Isabel en el altar último del lado del Evangelio y Santa Engracia) y otro, la Trinidad, de autor desconocido.


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Santa Isabel, reina de Portugal. Oleo de Eugenio Cajés, fechado en 1631. En el óvalo, Felipe III, y en el altar, talla anónima del XVIII. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)

Pero la más fundamental obra de arte de este templo es la decoración al fresco que cubre enteramente –el barroco sufre de horror al vacío- toda su bóveda y paramentos.

De la cornisa al suelo es obra del napolitano Lucas Jordán, pintor de de cámara de Carlos II, ahora tan revalorizado, realizada entre 1692 y 1700. Estos frescos están realizados fogosamente con el estilo ágil y de correcta factura que caracterizaba el buen hacer del “fa presto”, en una gama de colores con predominio de los grises y azules. La composición tiene dos partes. En la alta, bajo la cornisa, se desarrollan unos como tapices, en los que están representados pasajes de la vida y milagros de San Antonio de Padua y que muestran la asombrosa facilidad del artista para la situación de las figuras y el trazado de los más difíciles escorzos. Estos tapices, en numero de ocho se extienden entre los retablos antes mencionados y figuran estar sujetados en la parte superior por ángeles en diversas posturas; los bordes inferiores son a veces levantados por otros angelotes y sobre sus ángulos están pintadas figuras alegóricas representando las Virtudes y otros símbolos religiosos.


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Talla de Cristo crucificado del siglo XVIII. Iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)

Todavía bajo estas figuras, hay otras de gran tamaño que llegan hasta muy cerca del suelo y que representan Reyes Santos, también en número de ocho y en dinámicas posturas, centrados cada uno sobre dos grandes jarrones y con una amplia cartela con su nombre. Estos son, en lado del Evangelio, Santa Cunegunda, emperatriz de Alemania; el de su esposo, San Enrique, emperador; San Luis rey de Francia y San Esteban de Hungría. En el lado de la Epístola, Santa Indicia o Edita (según Tormo), de Inglaterra, San Fernando, rey de Castilla y León; San Hermenegildo, rey visigodo mártir y San Hermenerico o Hermerico, príncipe de Hungría.

Estos frescos fueron restaurados hace unos cuatro años por un equipo del Instituto del Patrimonio Histórico Español dirigido por Antonio Sánchez Barriga y hoy, rescatados del deterioro causado por el salitre y el carbonato, muestran rehabilitados toda su espectacular belleza.

Subiendo la vista hacia la bóveda, podemos contemplar que toda ella, desde la cornisa a lo alto está llena de pinturas al fresco, ejecutadas por Juan Carreño y Francisco Rizzi, que la iniciaron hacia 1661, aunque posteriormente, en 1690, debido a la necesidad de su reparación por las humedades sufridas, las retocó Jordán que hizo algunas innovaciones en la composición. Según Palomino, Carreño pintó la parte más alta donde representó a San Antonio en la Gloria con la Virgen y el Niño. Debajo de esta composición trazó Rizzi unas pintadas hornacinas donde figuran ocho santos portugueses con sus símbolos (Santa Beatriz de Silva, fundadora de las Concepcionistas en Toledo; San Dámaso, papa; San Fructuoso, obispo de Braga; Santa Sabina; Santa Julia; Santa Irene, la de Santarem; Beato Amadeo (o, según Tormo, Amador de Montsatso, ermitaño y San Gonzalo de Amaranto) situados en medio de una riquísima, delirante, decoración barroca cuajada de medallones, ángeles, frutos, cartelas, motivos arquitectónicos, columnas, arabescos volutas y otros adornos. Los citados artistas se inspiraron para la decoración en unos dibujos de Mitelli y Angelo Colonna cuyos proyectos de arquitectura fingida se conservan en la Biblioteca del Palacio Real, al igual que se conserva en el Museo del Prado el dibujo de la pintura de la bóveda de Ricci. La intervención de Jordán, aparte la reparación de los daños sufridos, consistió en situar a San Antonio sobre una nube y cambiar unas columnas lisas por otras salomónicas.


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Iglesia de San Antonio de los Alemanes. Madrid. La iglesia tiene planta elipsoidal, construida por el arquitecto Pedro Sánchez, a partir de 1624 como complemento del Hospital de Portugueses, que había sido creado por Felipe III en 1606. Tras la independencia de Portugal, se le cambió el nombre a la Iglesia y al Hospital por el de San Antonio de los Alemanes. El interior de la iglesia está cubierto con pinturas al fresco, en las que se representan temas relacionados con la vida de San Antonio de Padua. En su decoración participaron el escultor portugués Manuel Pereira, y los pintores Luca Giordano, Vicente Carducho, Carreño de Miranda y Eugenio Cajés entre otros.

Más info: https://www.viendomadrid.com/2009/12/ig ... z3BnTb0Fx2


Recomiendo ver Ver más imágenes de la iglesia de San Antonio de los Alemanes, en los siguientes enlaces:



https://www.rutasconhistoria.es/loc/igl ... s-alemanes

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al pintor madrileño Eugenio Cajés. Un excelente pintor Barroco como tantos tristemente casi olvidado.

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