Arroyo Fernández, Rafael

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megaurbanismo
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Arroyo Fernández, Rafael

Mensaje por megaurbanismo » Jue, 09 Dic 2021, 08:22

Este pequeño recopilatorio está dedicado al pintor español Rafael Arroyo Fernández (Granada, 1860 - 1908), se dedico a pintar temas costumbristas, paisajes y retratos. Su obra está poco documentada.
Nace en Granada el 24 de enero de 1860. Inicia su formación académica en la Escuela de la Real Academia de Bellas Artes de esa ciudad en el año 1873, permaneciendo en ella bajo la tutela artística del bodegonista y paisajista Julián Sanz del Valle hasta el año 1881, siendo alumno de las asignaturas de Dibujo, Figura, Antiguo y Ropaje.
En 1877, con motivo de la visita del rey Alfonso XII y su hermana la infanta Isabel a la ciudad de Granada, la Sociedad Económica de Amigos del País de la ciudad convoca un certamen al que Arroyo, por primera vez, concurre con unos dibujos a pluma de paisajes locales que fueron muy bien acogidos por la crítica. Posteriormente, en 1881, será galardonado por un Paisaje granadino en una exposición también convocada por esa misma institución.
En el año 1882 se instala en Madrid, donde además de estudiar las obras clásicas de los grandes maestros en el Museo del Prado, conoce la pintura contemporánea, copiando obras de Fortuny, como el boceto de la Batalla de Wad-Ras, y Se aguó la fiesta de Enrique Mélida, ya pertenecientes a las colecciones de la pinacoteca nacional y que a su regreso a Granada, al año siguiente, presenta en su estudio de la plaza Nueva; estudio que compartiría durante años en la capital granadina con el pintor Manuel Varela.
En 1887, instalado de nuevo en la Villa y Corte, en la calle Relatores, concursa en la Exposición Nacional con el cuadro Moraima, inspirado en un poema de Zorrilla y ambientado en Granada; ciudad esta –ya sea como paisaje o como ambientación de cuadros de género– que aparecerá en gran parte de su producción artística, como se observa en los cuadros que conocemos a través de su presentación a sucesivas exposiciones.
A la Exposición Nacional de 1890 concurre con un Paje del siglo xvi, cuadro de «casacón» pintado y expuesto anteriormente en el Centro Artístico, institución que fue guía cultural de la intelectualidad de la Granada de finales de siglo. En la Exposición Internacional de 1892 presenta dos Paisajes granadinos, y en la Bienal del Círculo de Bellas Artes de 1893, Paisaje de Granada, Calle de San Juan de los Reyes, El carmen colorado y Un aguaducho. En la Exposición Nacional de 1895 –en la que abundó la temática costumbrista– exhibe tres cuadros de marcado acento local, Preparando el almuerzo, Andaluza y Alegría, consiguiendo por esta última una merecida tercera medalla. Estos temas populares ambientados en parajes del Albaicín y la Alhambra conformarán la mayor parte de su trabajo artístico expuesto tanto en la Exposición Nacional de 1897 –Llenando el cántaro– como en la de 1899, con Obreras granadinas, Vendimiadora y Una gitana.
Realiza también alguna pequeña incursión en el género de retrato conociéndose el Pascual Gayangos que conserva el Ateneo madrileño, a la vez que cultiva de manera esporádica la pintura decorativa mural.
Sus últimas referencias biográficas se constatan en la Exposición Nacional de 1908 a la que concurrió con el gouache titulado Proyecto ¬para la pintura artística y decorativa de una iglesia.
Bajo su tutela didáctica desarrolló sus facultades artísticas el también paisajista y pintor de costumbres Manuel Arroyo Fernández.
Espero que la recopilación que he conseguido de este pintor granadino, sea del interés de los aficionados al arte que frecuentan esta sección, y contribuya en su divulgación.

Algunas obras
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Female Saint, circa 1880. Oil on canvas, 181 x 88.9 cm. Colección privada. Obra de Rafael Arroyo Fernández
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'Carmen of Granadillo'. 1887. Colección privada. Obra de Rafael Arroyo Fernández
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Balcón de Granada. 1891. Colección privada. Obra de Rafael Arroyo Fernández
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En la feria. Obra de Rafael Arroyo Fernández. 1886. Óleo sobre lienzo, 47,5 x 64 cm. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en préstamo gratuito al Museo Carmen Thyssen Málaga
La Feria de Sevilla fue uno de los acontecimientos populares que más atrajo la atención de los pintores costumbristas del siglo XIX, e inspiró algunos de los cuadros más vistosos y pintorescos de la pintura romántica andaluza, de los que la colección de la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza guarda varios testimonios, algunos de ellos particularmente interesantes.
A las últimas décadas del XIX pertenece este lienzo del no muy conocido pintor Arroyo; artista de dotes más bien discretas, que intenta demostrar aquí sus facultades como dibujante detenido y primoroso, revelando su verdadera capacidad como ilustrador, faceta para la que estaba considerablemente más cualificado.
Así, en lugar de insistir en la visión de la Feria como un multitudinario acontecimiento popular, Arroyo se detiene en la descripción minuciosa y atenta de unos cuantos personajes y del utillaje de los distintos puestos ambulantes. A la derecha, en riguroso alineamiento, se disponen hacia el fondo una hilera de casetas, rematadas la mayoría por banderas nacionales, menos una en la que cuelga un cartel de despacho de «vino». En la primera caseta también puede leerse un rótulo semiborrado de «caracoles y vino», y en su interior se ve una pareja que conversa tranquilamente sentada a una mesa. Otros paseantes, pulcramente vestidos a la moda burguesa de esos años, son atendidos en otra mesa de fuera por una tabernera. En primer término, un joven con traje corto brinda gallardamente con un vaso de manzanilla por la moza sentada junto a él, que recibe su requiebro con gesto atento, envuelta en su mantón. Ante la arboleda del fondo transitan carros, caballerías y paseantes a lo largo de otra fila de casetas, asomando detrás la silueta de la Giralda que se recorta sobre un cielo nublado.
El mayor protagonismo de la composición y, por tanto, lo que llama más poderosamente la atención del espectador son los diversos objetos que, a modo de pintoresco bodegón, el artista dispone entre los grupos de personajes, descritos con un dibujo extremadamente apurado y minucioso. En el extremo derecho del plano más inmediato al observador, puede verse un plato de cerámica y una pequeña redoma de cerámica sobre una caja de madera con el sello y anagrama de «P. Simó. Cosechero», junto a una silla en la que reposan una guitarra y unas alforjas. De especial curiosidad y atractivo resultan los cacharros dispuestos al lado, que corresponden a los populares puestos de agua, azucarillos y aguardiente: la vasija metálica colocada sobre su pie contiene el agua fresca; en la pintoresca vasera de estaño y latón pueden verse las botellas de aguardiente; y en el interior del recipiente de cristal que lo remata se guardan los azucarillos que se disolvían con ambas bebidas, constituyendo uno de los refrescos más populares de los puestos ambulantes en ferias, paseos y parques españoles del siglo XIX. Más apartado y en el lado contrario está situado un puesto de naranjas, también vendidas frecuentemente como refresco en festejos populares. Finalmente, puede adivinarse quizá una intención narrativa –aunque con tintes puramente anecdóticos–, en la pareja protagonista que, ante la falta de clientela, habría abandonado sus respectivos puestos para entretenerse en una conversación de cortejo.
A pesar de la perspectiva algo forzada y convencional con que Arroyo encuadra la amplia explanada abierta de la feria, haciendo confluir las líneas de fuga en el centro mismo del lienzo, y cierta falta de dominio en las proporciones y articulaciones de las figuras, el cuadro cumple con eficacia las aspiraciones decorativas de su pintoresco argumento gracias a un colorido brillante, aunque algo plano, y a una técnica de dibujo muy perfilado, con un pretendido virtuosismo realista que muestra mayor jugosidad pictórica en las figurillas y arboleda del fondo, precisamente por estar resueltas con mayor frescura y menor insistencia en el detalle.

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al pintor español Rafael Arroyo Fernández (Granada, 1860 - 1908), se dedico a pintar temas costumbristas, paisajes y retratos. Su obra está poco documentada.

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