Alonso Del Arco

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megaurbanismo
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Alonso Del Arco

Mensaje por megaurbanismo » Mar, 07 Dic 2021, 18:37

Este trabajo está dedicado al pintor madrileño Alonso del Arco. Era sordo de nacimiento y discípulo de Antonio de Pereda, por lo que fue conocido en la época como "el sordillo de Pereda". Comenzó su actividad copiando las composiciones de su maestro del que pronto se iba a distanciar, interesándose por las soluciones del más avanzado barroquismo.
Alonso del Arco (Madrid, 1635 – Ibid. 1704) fue un pintor barroco español perteneciente a la escuela de pintura madrileña de finales del siglo XVII. De entre el numeroso grupo de pintores que coincidieron trabajando en Madrid en el reinado de Carlos II y que se pueden considerar menores, Alonso del Arco es, sin duda, uno de los más significativos y de personalidad mejor definida, con muy abundante obra pero de calidad desigual.
Antonio Palomino -pintor e historiador del arte- destacó particularmente sus dotes como retratista, mencionando las series de generales de la Orden de San Juan de Dios y de la Merced Calzada, pero son muy pocas las obras de este género que se han conservado (retrato de doña Mariana de Austria del Museo de Santa Cruz de Toledo, El cardenal Juan Everardo Nithard, 1674, Museo del Prado, depositado en el Consejo de Estado). Sin embargo, algo de su maestría como retratista puede percibirse en algunas de sus pinturas religiosas, como pueden ser los bustos de santos en óvalos que ocupan el intradós del arco del altar de San Felipe Neri en las Trinitarias Descalzas de Madrid, una de las obras de mayor empeño del pintor. Con Claudio Coello, José Jiménez Donoso y Matías de Torres entre otros participó en 1679 en las decoraciones efímeras para la entrada en Madrid de la reina María Luisa de Orleans.
Con todo, su ocupación principal será la pintura religiosa. Suyas eran, y según Palomino de lo más avanzado que hizo, las numerosas pinturas que cubrían la capilla de la Novena o de los comediantes, en la iglesia de San Sebastián, destruidas en 1936, restando actualmente como única muestra de su actividad en la pintura mural y al temple las de la ermita de la Oliva (1689), en Almonacid de Zorita. En pintura al óleo y sobre lienzo conservamos algunas Inmaculadas, más vivaces que las de su maestro (Museo Nacional del Prado (1683), convento de las Agustinas de Valladolid, parroquial de Villanubla e iglesia del Sacramento en Madrid entre otras). Palomino menciona elogiosamente una pintura de Santa Teresa de Jesús que está en la capilla del Santo Cristo de San Salvador, hecha con muy excelente gusto, quizá la conservada actualmente en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, firmada por el autor. También podrían mencionarse entre sus mejores aciertos la Magdalena arrepentida del Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo) o la Anunciación de la que existen al menos dos versiones, una en el Museo Lázaro Galdiano y otra en Santa Cruz de la Zarza.
Pero, entre algunos aciertos, son muchas las pinturas que copian grabados flamencos, defecto que se acentuará con los años cuando, acuciado por la necesidad de dinero y dirigido el taller por su esposa, que según Palomino aceptaba encargos a cualquier precio, se limite a retocar lo que habían hecho los discípulos copiando de estampas, hasta extremos que, citando de nuevo a Palomino, eran una mala vergüenza.

Espero os resulte interesante la recopilación de este pintor madrileño, sea de vuestro interés y contribuya para divulgar su obra.
Algunas obras

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Santa Teresa, obra de Alonso del Arco. Óleo sobre lienzo, 103 x 83 cm. Museo Lázaro Galdiano. Madrid. Santa Teresa de Jesús figura de más de medio cuerpo con la Paloma del Espíritu Santo en el ángulo superior derecho y mano derecha con pluma sobre libro en el ángulo inferior izquierdo.
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María Magdalena, extraccion de sus joyas. Obra de Alonso del Arco
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María Magdalena, extraccion de sus joyas (detalle). Obra de Alonso del Arco
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El Cardenal Juan Everardo Nithard. Obra de Alonso del Arco. 1674. Óleo sobre lienzo, 249 x 127 cm. Museo del Prado
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Predicación de san Antonio de Padua. Obra de Alonso del Arco. Óleo sobre lienzo, 249 x 503 cm. Museo de San Antolín de Tordesillas, Valladolid
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San Francisco de Sales. Obra de Alonso del Arco
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Festín del rey Herodes. Atienza. Casa Parroquial. Obra de Alonso del Arco
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San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Atribuido a Alonso del Arco. Óleo sobre cobre, 40,7 x 63,5 cm.
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La Anunciación. Obra de Alonso del Arco. Óleo sobre lienzo, 275 x 160 cm. Museo Lázaro Galdiano. Madrid. Escena sobre fondo simplificado de arquitectura, recortada por arriba en medio circulo, con mesa barroca tallada con gran guirnalda entre las dos figuras, de la Virgen a la derecha y el arcangel a la izquierda. En alto rompimiento con el padre eterno y entre El y la Virgen la Paloma en nimbo.
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Anunciación. 1688. Obispado de Zamora. Obra de Alonso del Arco
Las Inmaculadas de Alonso del Arco
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Inmaculada Concepción, h. 1600, óleo sobre lienzo, 165 x 125 cm. Villanubla (Valladolid), Iglesia parroquial. Obra de Alonso del Arco
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Inmaculada Concepción. Obra de Alonso del Arco. 1683. 169 x 106 cm. Depositado en la Universidad de Barcelona, pertenece al Museo del Prado
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Inmaculada Concepción. Autor: Alonso del Arco (1635-1704). Último cuarto del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 210 x 192 cm. Convento de Sta. María Magdalena (MM. Agustinas de de Medina del Campo).
La reciente restauración del cuadro de la Inmaculada Concepción, auspiciada por la "Asociación de Amigos del Museo de las Ferias y del Patrimonio de Medina del Campo", es el motivo fundamental de su selección por el Museo como "Pieza del Mes" de octubre.
Considerada como una de las mejores pinturas conservadas en el convento de Sta. María Magdalena de MM. Agustinas, este lienzo de gran formato fue identificado en 1972 por Enrique Valdivieso ("Tres nuevas obras de Alonso del Arco", BSAA, t.XXXVIII, p.537) como perteneciente a la producción del prolífico pintor Alonso del Arco (1635-1704), destacado artista de la denominada
"Escuela pictórica madrileña del siglo XVII" y fiel discípulo de Antonio Pereda. Este conjunto de artistas, entre los que destaca, además de Pereda, el burgalés Mateo Cerezo, Antonio Palomino,
Antonio Van de Pere, Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia, etc. (estos dos últimos también con obra en Medina del Campo), surge de la plenitud alcanzada por la pintura cortesana, heredera de las innovaciones de Velázquez, luego desarrolladas por Carreño de Miranda, Claudio Coello, Francisco Rizi y otros grandes maestros. Las numerosas obras que podemos encontrar de los discípulos
de estos autores en la provincia vallisoletana –muchas de ellas rescatadas del olvido gracias a la exposición celebrada en Valladolid hace ahora veinte años- se explica, en primer término, por el éxito logrado por la pintura procedente de Madrid, especialmente durante la segunda mitad del siglo XVII, cuando la fama de los artistas de la Corte era incomparablemente superior a la
de los pintores vallisoletanos, excepción hecha de Diego Valentín Díaz, la gran figura de las décadas centrales de aquella centuria; el otro factor fundamental del auge de la pintura madrileña en Valladolid, fue la importancia de las relaciones comerciales entre ambas ciudades,
personalizada tanto en los artistas y los activísimos marchantes, como en los miembros de las familias adineradas de la capital castellana, cuyos encargos a los pintores cortesanos fueron más que frecuentes por el prestigio social que ello traía consigo.
Quizá a esta última circunstancia, el prestigio social, se deba la llegada del lienzo que nos ocupa al convento agustino de Medina. Aunque no conozcamos con certeza la procedencia concreta del cuadro de la Inmaculada, hemos de pensar en la donación por parte de algún personaje ligado al patronato del convento, quizá en las últimas décadas del siglo, siguiendo la estela de lo que acontece en otras clausuras de la capital, como en las de San José, de capuchinos; Jesús y María, de franciscanas, o Ntra. Sra. de la Laura, de dominicas.
El cuadro, instalado actualmente en el coro bajo, repite el modelo establecido por Alonso del Arco en otra Inmaculada firmada, perteneciente a una colección particular de Valladolid, incluso en una tercera conservada en la iglesia parroquial de Villanubla, según apunta Valdivieso en el artículo citado. Representa a la Virgen con aureola estrellada, rodeada por una nube de ángeles y querubines que portan ramos de flores y atributos marianos como el cetro, la corona, etc., todo ello dotado del dinamismo y riqueza de movimiento que caracteriza a los pintores de esta escuela,
aunque precisamente en ello nuestro autor no sea el principal de sus exponentes. Mucho más logradas son las calidades cromáticas que Alonso del Arco logra tanto en los azules del manto como en los blancos de la túnica que luce la Virgen, en ambos casos surcados por numerosos pliegues. Esta característica es ahora mucho más perceptible tras la limpieza y restauración a que ha sido sometida la pieza.
La patrona de Madrid de Alonso del Arco
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Santa María de la Cabeza. Obra de Alonso del Arco (1625-1700) Óleo sobre lienzo, 44 x 55 cm. Santa María de la Cabeza aparece en la representación convencional difundida por numerosas estampas. Se la representa con sus atributos identificativos, la candela en la mano derecha, la alcuza en la izquierda y el manto sobre el que cruza milagrosamente el río. También es convencional el paisaje del fondo y la ermita que aparece en todas las representaciones de la Santa. Del pintor, conocido con el epíteto de el sordillo de Pereda, por ser sordomudo y discípulo del pintor Antonio de Pereda, cuenta Palomino que al final de su vida, cuando recibía encargos, los negociaba su mujer quien encargaba a sus discípulos el bosquejo de la obra basándose en estampas y la terminaba el maestro Alonso del Arco. No parece que esta obra sea obra de ningún discípulo, pues su ejecución es bastante diestra.
Por los datos que refiere Antonio Palomino sobre la biografía de este pintor, sabemos que pintó, entre muchas otras obras, varias escenas de la vida de San Isidro y Santa María de la Cabeza, destacando especialmente en este género.
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Esta imagen de Santa María de la Cabeza, fue la más conocida y divulgada por estampas de la época, como la grabada por Fray Matias de Irala en 1752, que bien podría reproducir esta pintura. Aprobada recientemente su adquisición para el Museo de San Isidro.
Dos lienzos de Alonso del Arco en parisina iglesia de Saint-François de Sales
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Adoración de los Reyes. París, iglesia Saint-François-de-Sales.(Fig. 1) Autor: Alonso del Arco.
El inventario detallado realizado en las iglesias de París por los conservadores des Oeuvres
d'Art Religieuses et Civiles del ayuntamiento de la capital francesa, puede reservar gratas sorpresas. Muy recientemente Guénola Groud, conservateur du Patrimoine y su equipo, pudieron
localizar en la «Salle des mariages» de la nueva iglesia de Saint-François-de-Sales (Paris,
XYjjème dos importantes lienzos de medio punto, la Adoración de los Pastores (Fig. 2) y la
Adoración de los Magos (Fig. 1) firmados por el pintor Alonso del Arco (1635-1704) colaborador
y discípulo de Antonio Pereda.
Existen en efecto dos iglesias Saint-François-de-Sales. La más antigua, de 1873, está situada
en la calle Brémontier mientras que la más reciente, construida entre 1911 y 1913, tiene
su entrada principal en la calle Ampère ^. Las dos comunican por varios pasillos y sacristías
entre las cuales la «Salle des mariages» que hoy en día ya no se utiliza para las bodas puesto
que los registros parroquiales se firman actualmente en el propio altar de la iglesia. Las investigaciones realizadas por Guénola Groud en los archivos no han permitido hasta la fecha saber
cuando y como llegaron allí los dos lienzos de Alonso del Arco.
Como ocurre con la mayoría de los artistas del siglo xvii, debemos a Palomino las primeras
noticias sobre Alonso del Arco ^ apodado el «Sordillo de Pereda» por ser sordomudo. Palomino
conoció personalmente al pintor madrileño, formado en el taller de Pereda. Adquirió
fama como retratista aunque se conozcan pocos retratos suyos. Asimismo hizo cuadros de historia
y de devoción de calidad muy desigual, motivada por la cantidad de encargos y lo apresurado
de su ejecución. Según Palomino sabemos que Alonso del Arco utilizaba modelos grabados
para sus pinturas: «que aunque se hallan muchos cuadros suyos tomados, o hechos por
estampas, es porque los discípulos los hacían por ellas y el las retocaba, o las acababa».
Palomino asegura que los que recurrían a las estampas eran los asistentes, aunque resulta patente
que la mayoría de los pintores españoles del siglo xvii emplearon grabados a la hora de componer sus cuadros.
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Adoración de los pastores. París, iglesia Saint-François-de-Sales. (Fig. 2) Autor: Alonso del Arco.
De hecho en los dos lienzos de la iglesia parisina, Alonso del Arco utiliza conocidos grabados flamencos sobre composiciones rubenianas de La Adoración de los pastores está realizada a partir de la estampa de Lucas Vorsterman Isobre la composición de Rubens conservada en el museo de Marsella.
Recordemos que desde 1905, fecha de separación de la Iglesia y del Estado en Francia, las iglesias y su mobiliario pertenecen al Estado. Sin embargo los templos construidos después de 1905 son propiedad de la Iglesia.
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Retablo del 'Bautismo de Cristo'. Iglesia de San Ildefonso (Jesuitas). Toledo. Obra firmada por Alonso del Arco en 1702.

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al pintor madrileño Alonso del Arco. Era sordo de nacimiento y discípulo de Antonio de Pereda, por lo que fue conocido en la época como "el sordillo de Pereda".

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