María Blanchard

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megaurbanismo
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María Blanchard

Mensaje por megaurbanismo » Lun, 06 Dic 2021, 19:40

Este trabajo está dedicado a la pintora santanderina María Blanchard. Hija de un periodista español y de madre polaco-francesa, era deforme ("jorobada") desde el nacimiento, por lo que sufrió burlas desde la infancia. Fue una excelente artista que sus temas preferidos eran: La infancia, la soledad, la tristeza y las enfermedades. Según los especialistas estos temas fueron el reflejo de su obra y de su propia existencia.

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María Gutiérrez Cueto, llamada María Blanchard, pintora española, nacida en Santander (Cantabria) el 6 de marzo de 1881 y fallecida en París, 5 de abril de 1932.

María Blanchard, procedía de una familia burguesa acomodada, siendo su abuelo director de la Abeja montañesa, y su padre director del periódico El Atlántico. Su madre era de ascendencia polaca y francesa, y María adoptaría el apellido Blanchard de su abuelo materno. Como consecuencia de un accidente de su madre durante su gestación, María nació con una gran deformidad corporal debida a una cifoescoliosis con doble desviación de columna, que marcaría toda su vida y le produciría gran sufrimiento psicológico. Sin embargo, durante su infancia contó con los beneficios de un ambiente familiar culto y estimulante en el que su padre alentó su interés por el arte.

En 1903 decide marchar a Madrid para completar su formación con Emilio Sala y al año siguiente, tras la muerte del padre, se instala en la capital. Allí acabará toda la familia, aunque en situación económica precaria, aliviada en parte gracias a un tío que sufragó los gastos de la familia y la carrera de María. Estudia en 1906 con Álvarez de Sotomayor y empieza a exponer en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Dos años más tarde concurre de nuevo, consiguiendo tercera medalla de pintura. Ese año entra en el taller de Manuel Benedito.

En 1909 obtiene beca de la Diputación y Ayuntamiento de Santander y marcha por primera vez a París. Acude a la Academia Vitti, donde recibe enseñanzas de Anglada Camarasa y Van Dongen, que orientan su trabajo hacia la libertad del color y la expresión, permitiéndole alejarse de las restricciones de la pintura académica en la que había iniciado su carrera. Durante el verano viaja a Bélgica con Angelina Belloff, donde coinciden con Diego Rivera, a quien María ya conocía. Envía un cuadro a la Nacional de Bellas Artes de Madrid y se le concede segunda medalla. Al concluir su primera estancia en París, pasa una temporada en Granada, pero decide solicitar otra beca para regresar, y vuelve allí en 1912.

Esta segunda estancia parisina será decisiva, porque favoreció el contacto con el círculo de la vanguardia cubista, especialmente con Juan Gris y Lipchitz. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial le obliga a abandonar Francia en 1914, pasando una temporada en Mallorca con Rivera, Belloff y Lipchitz, y más tarde en Madrid. 1915 es la fecha de la exposición de Pintores íntegros que organiza Gómez de la Serna y en la que incluye a María Blanchard junto a Rivera y otros artistas de la vanguardia. Después, la pintora ejerce durante un tiempo como profesora de dibujo en Salamanca, pero recibe rechazo y humillación por parte de sus alumnos, por lo que decide instalarse definitivamente en París.

En 1916 viaja por tercera vez a la capital francesa, iniciando la decisiva etapa cubista en su obra. María estrecha vínculos de amistad con Juan Gris, Lipchitz y Metzinger. En 1918 entra en contacto con Léonce Rosenberg y forma parte del grupo de su galería, L'Effort Moderne. Empieza a encontrar compradores de su pintura sobre todo entre los coleccionistas rusos, americanos y alemanes. En 1920 expone en el Salón de los Independientes, y Rosenberg le compra su obra cubista, pero su trayectoria artística ya está marcada por un giro fundamental hacia la figuración que Rosenberg no se compromete a apoyar. María Blanchard inicia de nuevo un camino de grandes penalidades económicas, pero saca adelante su nueva producción, que coincide con el ambiente europeo del retorno al orden de entreguerras. Se trata de una figuración en la que el cubismo ha dejado una cierta influencia constructiva. Imágenes intimistas, expresivas y con un tratamiento del color y la luz característico.

En esta nueva etapa fue fundamental el apoyo de algunos mecenas belgas como Flausch, Delgouffre y Grimar. En 1923 expone en Bruselas en la muestra Ceux de demain , con prólogo de André Lothe, y en 1926-1927 volverá a repetir exposición, esta vez prologando el catálogo Waldemar George. En 1927, año de la muerte de Gris y de Flausch, María Blanchard se recluye en sí misma y pierde el contacto con los demás artistas. Su salud se empieza a deteriorar, padece tuberculosis. Busca consuelo en la religión, no deja de pintar y mantiene a varios miembros de su familia, lo que le proporciona una gran sensación de agobio económico del que sólo se ve aliviada cuando vende algún cuadro, bien a través de la galería parisina Vavin, o directamente a un coleccionista suizo con el que firma contrato. En 1930 participa en una exposición colectiva en Brasil organizada por la revista Montparnasse , junto a obras de Gris, Léger, Matisse, etc., pero ya entonces su vida está limitada a la pintura y al contacto con unos pocos amigos como Isabelle Rivière y el doctor Girardin. Muere en París el 5 de abril de 1932.

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María Blanchard impartiendo clases de pintura.

Su carácter se forjó con las limitaciones impuestas por su minusvalía, aunque en su pintura no pudo evitar sentimientos de frustración ante la ausencia de maternidad y amor.

Algunas de sus palabras, "no tengo talento, lo que hago lo hago sólo con mucho trabajo" o "cambiaría toda mi obra... por un poco de belleza", reflejan su propia opinión sobre su físico y su obra.

Espero que os guste la pequeña recopilación de esta pintorora española y en la medida de lo posible este trabajo contribuya en la divulgación de su obra.


Algunas obras

María Blanchard en el Museo Reina Sofía


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Mujer con abanico. María Blanchard. 1916. Óleo sobre lienzo, 161 x 97 cm. Museo Reina Sofía. Madrid.

María Blanchard fue gran amiga y fiel seguidora de los principios estéticos de Juan Gris, de lo que da fe el lienzo Mujer con abanico (1916), donde el motivo se ha descompuesto en múltiples planos que hacen referencia a otros tantos puntos de vista, al tiempo que la gama cromática incluye las más vivas tonalidades, peculiaridad cromática habitual en los óleos que Gris lleva a cabo en torno al año 1915.

Por otra parte, Mujer con abanico constituye uno de los casos, bastante frecuentes, en los que Blanchard realiza dos versiones de un mismo motivo, plasmadas ambas en obras muy similares. En esta ocasión, además de la versión del Museo Reina Sofía, existe otra segunda titulada La dama del abanico, también datada en 1916, perteneciente a una colección particular de la ciudad de Santander. Otros casos como este, en los que la pintora repite dos veces el mismo tema con ligeras variantes, son los que emparejan Femme à la guitare (Musée du Petit Palais, Ginebra, 1917) con la Mujer con guitarra (1917) del Museo Reina Sofía o Composition avec personaje (Colección Masaveu, 1917) con L'enfant au cerceau, también datado en 1917 y asimismo perteneciente a las colecciones del Musée du Petit Palais, de Ginebra.


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La bordadora (La brodeuse). María Blanchard. 1916-1919. Óleo y collage sobre lienzo, 154 x 114 cm. Museo Reina Sofía. Madrid.

Composición cubista es uno de los ejemplos del momento de proximidad a Juan Gris, que constituye a la vez el eje de la producción cubista de María Blanchard, centrada sobre todo en la representación de naturalezas muertas y bodegones, en los que su autora lleva a cabo una aplicación particular de los supuestos del movimiento liderado por Pablo Picasso y Georges Braque. Este lienzo, en concreto, participa de la poética del cubismo sintético y, mediante la supresión de los planos superfluos, la pintora condensa en él los posibles puntos de vista del objeto representado, reduciéndolos así a una equilibrada síntesis.

Blanchard resuelve Composición cubista por medio de una paleta en la que predominan sus habituales tierras, verdes secos, grises, blancos y negros, pero, en este caso, la fidelidad a los principios estéticos del Juan Gris más colorista, le impulsa a incluir además una serie de tonalidades mucho más atrevidas, que van del amarillo dorado o el anaranjado, al amarillo limón. Destacando sobre cualquier otro elemento compositivo, se sitúa el gran fragmento de papel pintado que ocupa la zona superior izquierda del lienzo. El resultado es una pintura de una gran brillantez y viveza cromática, en la que incluso el título forma parte del velado homenaje que Blanchard ha querido rendir a su maestro Juan Gris.


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Composición cubista. María Blanchard. 1925-1926. Óleo sobre lienzo, 81 x 60 cm. Museo Reina Sofía. Madrid.

Composición cubista es uno de los ejemplos del momento de proximidad a Juan Gris, que constituye a la vez el eje de la producción cubista de María Blanchard, centrada sobre todo en la representación de naturalezas muertas y bodegones, en los que su autora lleva a cabo una aplicación particular de los supuestos del movimiento liderado por Pablo Picasso y Georges Braque. Este lienzo, en concreto, participa de la poética del cubismo sintético y, mediante la supresión de los planos superfluos, la pintora condensa en él los posibles puntos de vista del objeto representado, reduciéndolos así a una equilibrada síntesis.

Blanchard resuelve Composición cubista por medio de una paleta en la que predominan sus habituales tierras, verdes secos, grises, blancos y negros, pero, en este caso, la fidelidad a los principios estéticos del Juan Gris más colorista, le impulsa a incluir además una serie de tonalidades mucho más atrevidas, que van del amarillo dorado o el anaranjado, al amarillo limón. Destacando sobre cualquier otro elemento compositivo, se sitúa el gran fragmento de papel pintado que ocupa la zona superior izquierda del lienzo. El resultado es una pintura de una gran brillantez y viveza cromática, en la que incluso el título forma parte del velado homenaje que Blanchard ha querido rendir a su maestro Juan Gris.


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La convaleciente (La convalescente). 1925-1926. Pastel sobre cartón, 100 x 73 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid. Obra de María Blanchard


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La comulgante. María Blanchard. 1914. Óleo sobre lienzo, 180 x 124 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard


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Mujer con guitarra (Femme à la guitare). 1917. Óleo sobre lienzo, 100 x 72 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard


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Campesina. 1922. Obra sobre papel, Dibujo. Carboncillo y difumino sobre papel Canson, 65,5 x 83,3 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard


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Naturaleza muerta (Nature morte). 1922. Óleo sobre lienzo, 63 x 81 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard


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Niños. 1923-1924. Pastel sobre papel pegado a un cartón sobre lienzo, 101 x 74 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard


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Niña orante (Fillete en prière). 1925-1926. Óleo sobre lienzo, 46,5 x 33,5 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard


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Joven peinándose (Jeune fille se coiffant). 1925. Óleo sobre lienzo, 90 x 65 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard


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La bretona (La Bretonne). 1928-30. Pastel sobre papel pegado a un cartón sobre lienzo, 100 x 73 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obra de María Blanchard



Otras obras


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Maternidad. 1925. Obra de María Blanchard


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Maternidad oval, 1921-1922. Obra de María Blanchard


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Composición cubista - Naturaleza muerta verde con lámpara 1916-1917. Obra de María Blanchard


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Bodegón oval-Naturaleza muerta con peras, 1925. Obra de María Blanchard


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Paisaje, 1912. Obra de María Blanchard


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La española, 1910-1915. Obra de María Blanchard


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El niño del helado-El carrito del helado, 1924. Obra de María Blanchard


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'La naturaleza muerta cubista', 1917. Fundación Telefónica. En depósito Museo Reina Sofía. Obra de María Blanchard



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Retrato de María Blanchar 1921. La autora del cuadro es la pintora sueca. Tora Vega Holmström (1880-1967)


Más info de María Blanchard en la Wikipedia


Ver vídeos sobre María Blanchard




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'María Blanchard. Vanguardia e identidad' es el título de la exposición inaugurada en Octubre de 2012 por el Museo Nacional Reina Sofía

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Exposición de María Blanchard en el Museo Reina Sofía de Madrid en Octubre de 2012

La muestra reúne 74 obras de la artista santanderina incluyendo las creaciones de sus inicios, su etapa cubista y la vuelta a la figuración. Una pintora que brilló con luz propia en un mundo del arte de vanguardia de principios del siglo XX, dominado por los hombres.


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La retrospectiva recorre cronológicamente la trayectoria profesional de María Blanchard (1881-1932).La primera sala muestra las obras de su etapa de formación hasta 1914 en la que abarca varios géneros como la figuración, el expresionismo o el simbolismo inspirada en maestros como Anglada Camarassa o Kees Van Dongen. Obras muy centradas en el retrato con cuadros destacados como La española o La comulgante, con la que lograría cierto éxito años más tarde.

Después de esa etapa María Blanchard se instaló en París y por su inteligencia y sensibilidad artística fue aceptada por el importante grupo de artistas que vivían en la capital francesa en la segunda década del siglo XX. Llegó a compartir estudio y vivienda con artistas como Juan Gris o Diego de Rivera, con los que llegó a hacer diversos viajes por Europa y con los que compartía también tertulias artísticas en los círculos parisinos. Es la época en la que Blanchard se entrega al cubismo aportando al movimiento una plasticidad y sentimiento que no se encuentra en otros artistas. De esta etapa destacan cuadros como Mujer con abanico o La dama del abanico, Naturaleza muerta roja con lámpara o Bodegón con caja de cerillas. Un cubismo muy personal, según la comisaria María José Salazar, y más libre en la interpretación de los temas que artistas como Picasso, Braque o Gris. La injusticia de un mundo del arte dominado por hombres llegó incluso a que algunas obras de Blanchard se atribuyesen durante muchos años a Juan Gris. En los años cuarenta fue injustamente olvidada y su figura no se recuperó en España hasta bien entrados los años 70 aunque sus obras se encuentran en los principales museos de París y de Europa.

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La exposición se cierra con 26 pinturas en las que se plasma su retorno a la figuración dentro del llamado movimiento Retour à l'ordre con obras realizadas entre 1919 y la fecha de su muerte. De esa época destacan cuadros como El borracho, Maternidad oval o El niño del helado. Entre las dos etapas se exhiben dibujos cubistas y figurativos. Con esta exposición el Museo Reina Sofía continúa la recuperación de esta artista que se inició antes del verano en la Fundación botín de Santander con la muestra dedicada exclusivamente a su periodo cubista. La exposición en Madrid estará abierta desde 16 de octubre de 2012 al 25 de febrero de 2013.

Más info de la exposición que el Reina Sofía dedicó a María Blanchard.

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado a la pintora santanderina María Blanchard. Fue una artista que sus temas preferidos eran: La infancia, la soledad, la tristeza y las enfermedades. Según los especialistas estos temas fueron el reflejo de su obra y de su propia existencia.

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