Tejeo Díaz, Rafael

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megaurbanismo
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Tejeo Díaz, Rafael

Mensaje por megaurbanismo » Lun, 06 Dic 2021, 08:50

Este trabajo esta dedicado al pintor murciano Rafael Tejeo Díaz. Fue discípulo de José Aparicio en Madrid. En su obra, de raíz neoclásica, se advierte a la vez una profunda visión romántica de la vida. Cultivó los temas mitológicos y otros de gusto romántico. Participó en la decoración del Teatro Real de Madrid. Fue también un gran retratista.
Rafael Tejeo Díaz (Caravaca de la Cruz, Murcia, 27 nov. 1798 - Madrid el 3 oct. 1856) fue un pintor neoclásico de la Región de Murcia. Nació en la calle que lleva su nombre, en una casa barroca con escaleras de mármol que está situada en una pequeña placita que forma la calle.
En 1824 fue premiado con una pensión en Roma, donde permaneció hasta 1827. En 1828 fue nombrado académico de la de San Fernando, para la que pintó un Hércules y Anteo, cuadro de poco grata violencia. El discipulado de Aparicio le había inclinado a los temas neoclásicos, y, aparte del citado, pintó: Diomedes, conducido por Minerva, hiriendo a Marte, Antíloco llevando a Aquiles noticia de la lucha por el cadáver de Patroclo, Cleopatra, Teseo y Diana, Combate entre centauros y lapitas, etc.; empleó vestimentas y símbolos clásicos en varios de sus dibujos alusivos a la política nacional.

De semejante traza fueron sus techos pintados en el Palacio Real -La caída de Faetón-, el Casino de la Reina y el Palacio de Vista Alegre, pero estas obras clásicas no le granjearon popularidad. Había simultaneado esta temática con la religiosa, en la que tampoco alcanzó mayores triunfos, y su enorme Comunión de San Jerónimo (1828), en la iglesia madrileña de esa advocación, es lienzo del todo fracasado. Pero si ni como pintor clásico ni religioso merece muchos elogios, sí caben al referirse a sus obras de carácter costumbrista y a sus retratos. De las primeras, fue muy alabada la que resultaba ser una de las muchas versiones de un tema muy dilecto al romanticismo español: Un bandolero contemplando la cabeza de su compañero (1839).
La labor de Rafael Tejeo como retratista, es excelente, integrada por imágenes íntimas y veraces como las de Antonio Ríos Rosas (Granada, Colegio Universitario de S. Bartolomé y Santiago), Pedro Benítez y su hija, Angela Tegeo (Madrid, Museo de Arte Moderno); José María Benítez Borgoña (Museo de Murcia) o la del rey Francisco de Asís, único protector del artista. Falta un estudio detallado de T., que permita aquilatar debidamente lo más positivo de su producción.
Espero que la información e imágenes que he recopilado de este murciano, os resulte interesante y sirva para divulgar su obra.

Resumen Biográfico
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Rafael Facundo Tejeo Díaz. Caravaca de la Cruz, 1798 - Madrid, 1856.
El pintor caravaqueño Rafael Tejeo, fue una destacada figura del panorama cultural de la primera mitad del siglo XIX, no sólo en la Región de Murcia, sino en el conjunto nacional.
De familia humilde, estudió pintura en Murcia, Madrid y Roma, ciudad esta última en la que las influencias de Rafael y David fueron decisivas para su posterior producción pictórica.
Con una obra que avanza desde el neoclasicismo al romanticismo, la calidad de sus trabajos le sirvió para ser nombrado director de la Academia de San Fernando y pintor honorario de cámara en la Corte de Isabel II.
La temática que plasmó en sus cuadros fue muy variada. Comenzó con las alusiones mitológicas propias del neoclasicismo para pasar a temas costumbristas e históricos, tratados desde los matices románticos. Sin embargo, el retrato fue un género que siempre cultivó y lo que le valió la fama que le acredita actualmente como pintor decimonónico.
La infancia y los primeros pasos como artista
Rafael Tejeo nació en Caravaca de la Cruz en 1798, en la calle que hoy lleva su nombre. Hijo de una familia de artesanos, su infancia no tuvo que ser nada fácil debido a las numerosas epidemias de los primeros años del siglo XIX y a los avatares de la Guerra de Independencia contra los franceses.
Dadas las tendencias que desde niño mostraba hacia la pintura, sus padres le enviaron con quince años a Murcia, a estudiar en la academia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, bajo la protección del marqués de San Mamés y teniendo allí como mentor al escultor Santiago Baglietto.
Después completaría su formación artística en Madrid en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue discípulo preferido del pintor clasicista José Aparicio, cuyo estilo fue seguido en un principio por el propio Tejeo. También se formaría con Fernando Brambilla, un pintor de vistas italiano afincado en España.
Fruto de su ideario progresista fue la participación en la Milicia Nacional como voluntario entre 1821 y 1822.
La influencia italiana
Entre finales de 1822 y principios de 1823 marchó a Italia, concretamente a Roma, sin pensión alguna. Sufriría un naufragio en el Golfo de León del que pudo salvarse a costa de entregar toda su fortuna a unos marineros, llegando a la capital italiana con un frágil estado de salud y sin dinero.
La huella de este aprendizaje quedó patente en sus pinturas mitológicas y bíblicas, Desde Roma mandaría dos cuadros: "Magdalena en el desierto" y "La Curación de Tobías".
El reconocimiento de su obra
Regresó a Madrid en 1827, alcanzando un año después el grado de Académico de Mérito de la Academia de San Fernando con la presentación de la obra "Lucha de Hércules y Anteo", si bien antes fueron revisados sus antecedentes políticos a causa de su ideología progresista.
En 1839 fue nombrado teniente director de pintura de la Academia de San Fernando ocupando la vacante que dejó José Madrazo al ser ascendido a Director. En 1841, a causa del pronunciamiento moderado en contra de Espartero, regresó a Caravaca de la Cruz. Y en 1842 sería nombrado director honorario de la Academia, pintando entonces en Cehegín el retrato de "Magdalena Cuenca y Rubio".
En 1846 se le aceptó la renuncia al cargo que tenía en la Academia de San Fernando, muriendo en Madrid diez años más tarde, y coincidiendo con la primera Exposición Nacional de las Artes en 1856.
Obra, entre la mitología y el retrato
El genial pintor caravaqueño Rafael Tejeo contó durante toda su trayectoria con una técnica muy depurada.
En cuanto a la temática de su obra, se mostró muy interesado por temas del mundo antiguo, hasta el punto que en su producción se encuentran algunos claros ejemplos del Neoclasicismo. Se dice que fueron los mejores ejemplos de este estilo pictórico fuera de los discípulos del pintor francés Jacques Luois David.
Los cuadros enviados a las exposiciones de la Academia de San Fernando tratan generalmente de asuntos mitológicos. Sin embargo, en las exposiciones académicas también presentó temas religiosos y en 1839 concurrió incluso con un argumento típicamente romántico.
Pero lo que hizo que Rafael Tejeo adquiriese fama y reconocimiento fue su faceta de pintor de retratos. Pese a esta circunstancia, Rafael mostró un desigual interés por estas obras. En sus mejores obras se intuye tempranamente un cierto romanticismo.
Según algunos estudiosos de su trabajo, la frialdad de los colores empleados en sus óleos ha sido crítica frecuente en la obra de Rafael Tejeo. Sin embargo, estos mismos colores prestan elegancia y dan clima a estos retratos. En la pintura narrativa este colorido es el convencional, de tintes un tanto arbitrarios y locales.
La abundante serie de retratos que realizó Tejeo forma una galería de personajes que van desde los propios reyes, Isabel II (1853) y Francisco de Asís (1846), que le nombraron pintor honorario de cámara; a la aristocracia de la Corte, "Duques de San Fernando" (1832); figuras políticas; y la burguesía adinerada, "El arquitecto Ayogui" (1838).
Representa a los personajes de sus cuadros en actitudes dignas, con expresión contenida y mirada frontal, con carácter melancólico y profundidad psicológica, acentuado todo ello por fondos diluidos y el tratamiento de la indumentaria. Algunas de sus mejores creaciones serían ¿Retrato de caballero¿ y ¿Dª Magdalena de Cuenca y Rubio?.
Etapas
El gusto por los grandes estilos pictóricos del siglo XIX
La obra de Rafael Tejeo recorre una transición estilística que abarca desde el inicial y neto neoclasicismo, hasta un romanticismo puro. Este último, no obstante, se encontraba lejos del estilo de la obra de grandes maestros románticos como el francés Delacroix. Esta razón hizo que durante sus últimos años padeciera diversas críticas y se apartara de todo para no caer ante las nuevas inclinaciones del gusto pictórico.
Primera etapa: el neoclasicismo. Dentro de su trabajo como pintor es posible señalar un primer grupo de obras totalmente neoclásicas, tanto por el tema, generalmente mitológico, como por la técnica. Entre ellas destacan: 'Centauros y Lapitas', 'Diana y Acteón', 'La caída de Faetón', que decora una de las bóvedas del Palacio Real de Madrid. También destaca otra obra, aunque sea de contenido religioso, 'La Curación de Tobías', cuadro que el propio pintor cedió al Santuario de la Vera Cruz de su pueblo natal. Es un trabajo que puede ser adscrito al grupo de pintura neoclásica debido a la frialdad de las figuras y al sereno equilibrio de la composición.
Etapa de transición. Tras la etapa neoclásica se puede adivinar un periodo de transición, cuyo mayor ejemplo es el gran lienzo que pintó para el Retablo Mayor de la Iglesia de San Jerónimo el Real en 1829. Representa la última comunión de San Jerónimo, y es, al parecer, el cuadro más grande 'de caballete' de los que existen en Madrid. En él, aunque continúa la rigidez de las formas, el tratamiento de las figuras angelicales de la parte superior está próximo a la sensibilidad de los nazarenos.
El periodo romántico. Finalmente se encuentra su etapa romántica, en la que consiguió sobresalir con obras como "Bandido contemplando la cabeza de su compañero, puesta en un palo para escarmiento, en una encrucijada". La presentó en las exposiciones académicas en 1839 y obtendría tal éxito, que inspiró a Fernán Caballero un pasaje de su novela 'La familia de Alvareda'.
En 1850 pintó el cuadro titulado: "Atentado contra los Reyes católicos en la tienda de los Marqueses de Moya". En esta obra muestra una desusada desenvoltura compositiva y una absoluta pulcritud técnica, con un dibujo preciso y una cuidada reproducción de los objetos. Está realizada con un refinado colorido y sutil gradación luminosa, lo que permite encuadrar estilísticamente la obra dentro del purismo romántico.
Dentro de este estilo también se incluye la obra con la que participó en la Exposición Universal de París de 1855: "El Sitio de Málaga".

Obras
A lo largo de su carrera Rafael Tejeo cultivó varios tipos de tendencias pictóricas, siendo el retrato donde alcanzaría una mayor maestría. Algunas de sus obras se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Murcia y en el Museo del Prado de Madrid.
Obras neoclásicas
- Centauros y Lapitas
- Diana y Acteón (1836)
- La caída de Faetón, en el Palacio Real de Madrid
- Antíloco llevando a Aquiles la noticia del combate sobre el cadáver de Patroclo (1846)
- La Curación de Tobías (1824-1827), cedido al Santuario de la Vera Cruz tras su vuelta de Italia
- Lucha de Hércules y Anteo (1827)
Obras románticas
- Bandido contemplando la cabeza de su compañero, puesta en un palo para escarmiento, en una encrucijada (1839)
- Atentado contra los Reyes católicos en la tienda de los Marqueses de Moya (1850)
- Sitio de Málaga (1855), con el que participaría en la exposición Universal de París
Obras religiosas
- Magdalena en el desierto (1824-1827)
- La última comunión de San Jerónimo (1829)
- Nuestro Señor Crucificado (1856), presentado en la primera Exposición Nacional de las Artes.
Retratos
- Duques de San Fernando (1832)
- Retrato de D. José María Benítez Bragaza (1832)
- El arquitecto Ayogui (1838)
- Dña. Magdalena de Cuenca y Rubio (1842)
- Francisco de Asís (1846)
- Isabel II (1853)
- Juan Antonio Ponzoa
- Dña. Ángela Tejeo
- Pedro Benítez y su hija María de la Cruz
- Señora con sus hijos
- Pedro Martínez Godoy
Exposiciones
Rafael Tejeo fue un asiduo participante en las Exposiciones de la Academia de San Fernando. En multitud de ocasiones expuso obras realizadas con bastante anterioridad, lo que a veces ha inducido a errores en la datación de algunas de ellas.
Los cuadros enviados a las exposiciones trataban de temas mitológicos, religiosos y románticos:
1829: participación en la Exposición de la Academia de San Fernando con la presentación de Magdalena en el desierto.
1836: partícipe en la Exposición de la Academia de San Fernando con Diana y Acteón.
1839: participación en la Exposición de la Academia de San Fernando con Bandido contemplando la cabeza de su compañero, puesta en un palo para escarmiento, en una encrucijada.
1846: partícipe en la exposición del Liceo Artístico y Literario con Antíloco llevando a Aquiles la noticia del combate sobre el cadáver de Patroclo
1855: participación en la exposición Internacional de París con El Sitio de Málaga.
1856: partícipe en la Exposición Nacional de las Artes con Nuestro Señor Crucificado
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Placa de la calle en recuerdo de Rafael Tejeo. Caravaca de la Cruz. Murcia
Enlace interesante sobre Rafael Tejeo: http://murciaconfidencial.blogspot....n-el-prado.html
Algunas imágenes de sus obras
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Doña Ángela Tejeo, hija del pintor. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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Retrato de una niña sentada en un jardín. 1842. Óleo sobre lienzo, 80 x 119,5 cm. Museo del Prado. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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Magdalena de Cuenca. ? Localización. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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Retrato de mujer. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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Personaje desconocido. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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Retrato de Juan Antonio Ponzoa ? - Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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D. Pedro Benítez y su hija Mª de la Cruz. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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La familia de Tomás Nestares. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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'La curación de Tobías'. Pinacoteca del Castillo. Santuario de Caravaca de la Cruz. Murcia. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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'Caída de Faetón'. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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'Centauros y Lapitas'. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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'Antíloco llevando a Aquiles la noticia del combate'. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
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Niña muerta, estado final, después de la reciente restauración. Óleo sobre lienzo, 73,5 x 95,5 cm. Primera mitad del Siglo XIX. Localización ?. Obra de Rafael Tejeo Díaz
'La Última comunión de san Jerónimo' de Rafael Tejeo, preside ahora el presbiterio de la iglesia de Los Jerónimos. Madrid.
Reapertura de los Jerónimos. La parroquia de San Jerónimo el Real, los Jerónimos, es una de las iglesias madrileñas con mayor solera. En el mes de julio de 2010 hubo de ser cerrada al culto, a causa de las obras de restauración. Tras su nueva apertura, el pasado lunes, hay importantes novedades, entre ellas, la cesión de ocho cuadros, en depósito, por parte del Museo de El Prado

En 1502 era erigido el Real Monasterio de San Jerónimo. Se trata del templo más antiguo de Madrid, después de San Pedro el Viejo. Desde el 5 de julio de 2010, y hasta el pasado lunes, 20 de junio de 2011, se han realizado trabajos de restauración. Primero, en el exterior (tejados bajos, sellado de grietas, etc.), para evitar desprendimientos. El interior ha sido igualmente restaurado. Su gran órgano, toda su imaginería, los retablos y el Via Crucis también han seguido el mismo proceso. El arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, inauguraba finalmente el templo remozado, el pasado lunes, con la celebración de la Eucaristía.
Durante la restauración, ha habido dos hallazgos. En una capilla lateral, se han encontrado unos relieves con escenas de la Pasión. Las pinturas han sido atribuidas a Lorenzo Montero, pintor barroco, sevillano, quien trabajó una temporada en Madrid, por lo que han sido datadas entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. También, con el saneamiento de los muros, han aparecido dos relieves ligados a la escuela de Berruguete. Fueron realizados en 1640, y pertenecían a las puertas de acceso al Palacio del Buen Retiro, recinto contiguo al templo. El relieve de la izquierda representa a Mercurio, y el de la derecha está aún por determinar. Con todo, tanto las pinturas como los relieves se encuentran en fase de restauración y estudio.
Vista completa de La Última comunión de san Jerónimo. La última Comunión de San Jerónimo, iglesia de Los Jerónimos. Madrid. Obra de Rafael Tegeo
En cuanto a las novedades más llamativas tras la reapertura del templo, puede citarse el lienzo de la Última comunión de san Jerónimo, obra de Rafael Tejeo, que ya preside el presbiterio; y la cesión, por parte del Museo de El Prado, de ocho cuadros del barroco madrileño, de temática religiosa, para las capillas laterales. Entre ellos, están la Adoración de los pastores, de Mateo Ricci; una Huida a Egipto, de José Moreno; Santa Ana enseñando a leer a la Virgen María, de Carreño; San Jerónimo penitente, de Alonso Cano. Con el fin de facilitar la contemplación de estas magníficas obras, el mismo Museo indicará que tiene ocho cuadros, en depósito, en dicha iglesia de los Jerónimos.
(Jorge Fernández/alfayomega.es)
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Autorretrato de Rafael Tejeo Díaz, c. 1840. Óleo sobre lienzo, 73,5 x 56 cm.

Enlace interesante
http://manuelblasdos.blogspot.com/2019/ ... iente.html

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al pintor de la Región de Murcia: Rafael Tejeo Díaz, su estilo era neoclásico, activo primera mitad del siglo XIX. Hay pocas imágenes en la Red y la mayoría de pésima calidad.

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