VILLEGAS (José Villegas Cordero)

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megaurbanismo
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VILLEGAS (José Villegas Cordero)

Mensaje por megaurbanismo » Vie, 03 Dic 2021, 08:14

Este trabajo recopilatorio está dedicado al pintor sevillano José Villegas Cordero, fue retratista, paisajista y especialista en elaborar escenas de época. Villegas fue director del Museo del Prado de 1901 a 1918. Fue maestro del pintor jerezano Salvador Sánchez-Barbudo.

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José Villegas Cordero. (Sevilla, 1844 - Madrid, 1921) Pintor español.

Formado primero en el taller sevillano del pintor José María Romero y López, y en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, completó su aprendizaje junto a Eduardo Cano de la Peña. Una vez concluidos sus estudios, el joven artista viajó a Madrid, donde conoció personalmente a Mariano Fortuny, lo que le hizo interesarse por la pintura de género, copió a Velázquez en el Prado, y realizó un viaje por Marruecos; todo ello delimita su primera producción artística de interés.

En 1868 marchó a Roma, donde permaneció durante treinta y tres años, en los que se produjo su más fecunda y famosa producción, inmersa en un realismo decorativista perceptible en pinturas como el Triunfo de la dogaresa (antigua colección Laar ­Anderson, Washington) o La muerte del maestro (Museo de Bellas Artes de Sevilla), y que en las pequeñas tablitas permite rastrear la influencia de Fortuny, especialmente en su vertiente orientalista.

Sin un ambiente familiar demasiado propicio para que se despertara el interés artístico de José Villegas, su padre regentaba una barbería, con tan solo dieciséis años expone su primer cuadro importante. Este hecho anima a su madre a apoyar el desarrollo vocacional del pintor permitiéndole entrar en el taller del retratista José María Romero y matricularse en las clases de dibujo de la escuela de Bellas Artes de Sevilla. Tras obtener excelentes calificaciones pasa a estar tutelado por el catedrático y reconocido pintor Eduardo Cano.

En 1867 se traslada a Madrid donde comienza una intensa labor de copista en el Museo del Prado y conoce a Fortuny, de quien heredará años mas tarde el gusto por el preciosismo en las composiciones. Pero su objetivo es viajar a Roma. Hecho que consigue en 1868 gracias a una aportación económica de su familia.

Nada más llegar Eduardo Rosales le invita a compartir su estudio en el centro de la ciudad y le introduce de lleno en los círculos artísticos que reciben su pintura de marcado gusto "Orientalista" con gran entusiasmo. Tanto es así que se abre para él un importante mercado que hará que en breve deje de necesitar la aportación familiar. Artista de gran reconocimiento, expone en diferentes lugares de Europa donde su arte es altamente apreciado y reclamado.

En 1896 la muerte de su hermano Ricardo en un accidente náutico ensombrece la vida y el carácter de Villegas sumiéndole en una depresión hasta 1901, año en que regresa a España. A partir de este momento su producción artística es escasa pero es nombrado Director del Museo del Prado, llevando a cabo una importante labor de mejora y reordenación al frente del cual permanecerá hasta el final de su vida.


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Retrato de Lucia Monti con el perro. Lucia Monty fue esposa del pintor José Villegas

La recuperación de este genial pintor, se debe a en parte a su esposa Lucia Monty, que donó una importante colección de su obra al Museo de Bellas Artes de Sevilla. Buena parte de la obra del pintor está en manos de particulares y familiares. El Museo del Prado conserva 16 obras, algunas depositadas en otros museos.


ESCUELA SEVILLANA

En el reinado de Fernando VII se advierte en Sevilla la actividad de un modesto grupo de pintores neoclásicos, entre los cuales destaca Juan de Hermida (al que se cita, pero no he encontrado obra), no precisamente por su clasicismo sino por ser el primero que, con discreta técnica practicó una pintura de carácter costumbrista. Además también se pueden incluir a los siguientes, con obras importantes:

• Antonio Cabral Bejarano (1798-1861). Figura dominante en el panorama de la pintura romántica sevillana. En su taller de pintura se formaron numerosos pintores, como sus propios hijos: Francisco Cabral y Aguado Bejarano y Manuel Cabral y Aguado Bejarano, los hermanos Gustavo Adolfo Bécquer y Valeriano Bécquer o Manuel Barrón, entre otros.

• José Domínguez Bécquer (1805-1841). Representó diferentes escenas de carácter popular, también practicó el retrato, la pintura religiosa, el dibujo y la acuarela. Fue padre del célebre poeta Gustavo Adolfo Bécquer y el pintor Valeriano Domínguez Bécquer y también primo Joaquín Domínguez Bécquer reconocido pintor costumbrista.

• Joaquín Domínguez Bécquer (1811-1871), pintor costumbrista. Fue el tío del poeta Gustavo Adolfo Bécquer y del pintor Valeriano Domínguez Bécquer así como primo del también pintor costumbrista José Domínguez Bécquer, con quién colaboró en muchas obras.

• Valeriano Domínguez Bécquer (1833-1870). Pintó escenas costumbristas y retratos. Estudió con su tío el pintor Joaquín Domínguez Bécquer. Pese a su escasa obra, es uno de los pintores más característicos del costumbrismo romántico. Fue hijo del pintor José Domínguez Bécquer, sobrino del también pintor Joaquín Domínguez Bécquer y hermano del famoso poeta Gustavo Adolfo Bécquer. También pintó notables retratos y caricaturas e ilustraciones junto a su hermano Gustavo Adolfo que también hizo sus pinitos en la pintura.

• José Roldán y Martínez (1808-1871), es considerado uno de los pintores más representativos del romanticismo sevillano. Su obra está dedica principalmente a la realización de retratos y a la pintura de temas costumbristas. Su arte estuvo muy influenciado por la figura de Murillo, tanto en la selección de temas como en la técnica pictórica y el colorido. Representó con frecuencia en sus lienzos niños de la calle, mendigos y pilluelos, tal como ocurría en la pintura española del siglo XVII.

• Andrés Cortés y Aguilar (1815-1879), pintor fundamentalmente costumbrista. Fue alumno de la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal y perteneció a la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Fue un pintor versátil en todo, su obra abarca desde el paisaje al bodegón, desde el retrato al paisaje de género. A pesar de ser un trabajador incansable, actualmente es poco conocido a nivel popular.

• José María Romero y López (1815-1880), fue un pintor romántico que desarrolló su actividad artística en la ciudad de Sevilla, en la que se cree que nació y murió, aunque no existe constancia documental. Destacó como retratista, especialmente de niños, aunque también realizó obras de temática religiosa, campo en el que se le considera un continuador de Murillo.

• Manuel Barrón y Carrillo (1814-1884). Máximo exponente y, posiblemente, mejor representante del paisajismo romántico andaluz y sevillano. Sus destacables paisajes le dieron notoria fama. Por ellos Barrón ostenta un importante reconocimiento, siendo considerado por tanto un excelente paisajista. Famosos son aquellos que dedica a los entornos urbanos, paisajes en los que pinta figuras humanas dando a estas obras un toque escenográfico y costumbrista. Estudiaría en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, así como en la escuela de Antonio Cabral Bejarano, donde además ejercería posteriormente la docencia, siendo un insigne profesor para las asignaturas de dibujo del yeso, perspectiva y paisaje.

• Francisco Cabral y Aguado Bejarano (1824-1890). Su producción artística está compuesta principalmente por temas costumbristas andaluces, retratos, temas religiosos y copias de las obras de Murillo. Hijo del pintor Antonio Cabral Bejarano y hermano del también pintor Manuel Cabral y Aguado Bejarano.

• Manuel Cabral y Aguado Bejarano (1827-1891). Es uno de los mejores representantes del costumbrismo andaluz dentro del romanticismo español. Hijo del pintor Antonio Cabral Bejarano y hermano del también pintor Francisco Cabral y Aguado Bejarano.

• José Jiménez Aranda (Sevilla 1837-1903). Es uno de los más destacados representantes de la pintura andaluza del siglo XIX. Sus escena costumbristas y retratos son de verdadero mérito. Su formación transcurre en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y sus primeras creaciones se identifican con el costumbrismo de la época, aunque pronto destaca por sus cualidades como dibujante. En 1871 se instaló en Roma, donde conoció a Fortuny. Fue amigo de Joaquín Sorolla, al que influyó en su obra.

• Luis Jiménez y Aranda (1845-1928). Pintor costumbrista, hermano de los también pintores artísticos José y Manuel Jiménez Aranda, este último poco conocido. Se especializó en la pintura histórica, aunque también cultivó la costumbrista, ambas con un estilo verista y de gran acento dibujístico que revela la gran influencia de su hermano José.

• José Villegas Cordero (1848-1921). Se dedicó a la pintura de historia, costumbrista y de casacones. Formado primero en el taller sevillano del pintor José María Romero, y en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, completó su aprendizaje junto a Eduardo Cano de la Peña. Una vez concluidos sus estudios, el joven artista viajó a Madrid, donde conoció personalmente a Fortuny, lo que le hizo interesarse por la pintura de género.

• José García Ramos, (1852-1912). Se trata de un pintor costumbrista perteneciente a la escuela decimonónica sevillana y uno de sus máximos exponentes. Su dibujo es grácil y su pincelada colorista. La mayoría de sus obras reflejan la vida diaria de la Sevilla de finales del siglo XIX. Fue discípulo de José Jiménez Aranda. También influyo en su obra Fortuny.

• Gonzalo Bilbao Martínez (1860-1938), considerado como uno de los mejores pintores impresionistas sevillanos, también practicó durante años el costumbrismo y la la temática de historia principalmente. Se inicia desde niño en el dibujo alentado por José Jiménez Aranda. Fue maestro de Alfonso Grosso Sánchez.

Espero que la extensa recopilación que he realizado del pintor sevillano guste a los amantes del arte que frecuentan esta sección y contribuya en divulgar su excelente obra, injustamente olvidada.




Resumen Biográfico


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José Villegas Cordero (Sevilla, 1844 – Madrid, 9 de noviembre de 1921) fue un pintor español.

Inicia su aprendizaje muy joven con José María Romero, con el que permanece dos años hasta ingresar en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, donde estuvo bajo la tutela de Eduardo Cano.

En 1860, con sólo 16 años, vende en la Exposición Sevillana su obra Pequeña filosofía por 2000 reales.

En 1867 viaja a Madrid, donde entra en el estudio de Federico Madrazo. Establece amistad allí con los pintores Eduardo Rosales y Fortuny.

Acude con asiduidad al Prado donde copia a Velázquez, del que adquiere para su técnica la espontaneidad y el uso del color.

Finalmente, y por admiración de la pintura orientalista de Fortuny, vuelve a Sevilla y organiza una excursión a Marruecos.

A finales de 1868 decide viajar a Roma acompañado por los pintores Rafael Peralta y Luis Jiménez Aranda, donde termina entrando en el taller de Rosales.

Sus primeras obras en la Ciudad Eterna tienen un tinte costumbrista, que resulta además un tema muy demandado por el público. Muestra de ello son sus obras Retreta improvisada, Toreros en la capilla de la plaza (1871) y El descanso de la cuadrilla (1873) entre otros.

También le fueron demandados temas orientalistas, que Villegas pudo realizar con gran maestría gracias a los bocetos que había atesorado en Marruecos, así como ciertas obras de "pintura de género".

A mediados de los 70 vuelve a Sevilla y aprovecha la ocasión para volver a visitar Marruecos.

De nuevo en Roma, recoge el testigo de Fortuny y se convierte de este modo en el pintor mejor considerado y más cotizado de la ciudad. Explota en estas épocas los cuadros de temática costumbrista y también orientalista. Algunas de sus obras pudieron verse en Sevilla gracias a las exposiciones regionales y en Madrid gracias a las galerías Bosch y Hernández.

En 1878 el Senado le encargó un lienzo de tema histórico que debía versar sobre La entrevista de Hernán Cortés con Moctezuma. En 1882 el Senado le retira el encargo, pero a Villegas ya le había interesado la pintura histórica y se embarca en obras como La paz de Cambray y La última visita de don Juan de Austria a Felipe II, todas ellas de excelente factura.

A partir de 1877 reside con frecuencia en Venecia, donde se nutre de sus vistas para ambientar cuadros como La fiesta de las Marías y La procesión del redentor. Explota también en esta época temas inspirados en el Renacimiento italiano, como son Dama veneciana del siglo XVI, Dux Moncénigo y Palacio de la República veneciana entre otros. Muchas de las obras concebidas en este perído fueron a para no solo a Europa, sino a las colecciones de grandes millonarios norteamericanos, alcanzando todas ellas precios astronómicos.

Encontrándonos ya bien entrados en la década de los 80, una editorial holandesa le propuso ilustrar junto a Francisco Pradilla y otros afamados pintores de toda Europa una Magna Biblia. Villegas se hace cargo de pasajes relacionados con las profecías de Isaías.


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El pintor e ilustrador británico John Elliott (1859-1925), pintado por el pintor español José Villegas Cordero (1844-1921)

La década de los 90 transcurre tranquila para el pintor, que explota entonces representaciones de personajes eclesiásticos (El cardenal peniteniario 1891) así como el siempre presente tema costumbrista (El día de Ramos 1891). A esta época pertenece su renombrado cuadro La muerte del torero, vendido por 100.000 pesetas.

En 1898 se le otorga a Villegas el cargo de Director de la Academia española de Bellas Artes en Roma, ostentado hasta entonces por Vera. Hace enérgico uso de su cargo exigiendo al poco tiempo rigor en los ejercicios, aplicación del pensionado y la obligatoriedad de una estancia en París.

En 1901 es nombrado director del Museo del Prado, por lo que abandona su casa estudio romana y traslada su residencia a Madrid. Son de esta época los retratos de Alfonso XIII (1902) y de Pastora Imperio (1913)

En 1914 concluye una serie de doce pinturas titulada Decálogo, que versa sobre los diez mandamientos más un prólogo y un epílogo.


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La muerte del maestro. Obra de José Villegas Cordero, h. 1884. Óleo sobre Lienzo, 330 x 505 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. La muerte del maestro supone la culminación de una serie de cuadros dedicados a un tema tan español como el taurino. Introduce una singularidad dentro del género, su concepción como un gran cuadro de historia. Pero frente a la retórica que caracterizó al género histórico, Villegas presenta una escena de gran dramatismo en la que los expresivos miembros de la cuadrilla muestran un repertorio de actitudes conmovidas y sinceras en torno a la figura del maestro muerto. En cuanto a su técnica y estilo, tras un largo proceso de elaboración que culminó con la obra presentada en 1910, las novedades se hacen presentes en los logros espaciales y lumínicos, así como en las excelentes calidades y en los matices del color.


Obra

Sus temas son muy variados: históricos, costumbristas y anecdóticos. Su pincelada es suelta y espontánea. Entre sus influencias se encuentran Fortuny, Madrazo y Eduardo Rosales.

Entre su prolífica obra destacar:

- La muerte del maestro (c. 1884)
- Baile por bulerías (1884)
- Baile andaluz (1893)
- Plan de Batalla (1871)
- Tienda de babuchas en Marruecos (1872)
- Pinturicchio presenta al Papa Borgia los proyectos para sus aposentos (1889)
- Fumador moro (1880)
- Pajes de la Dogaresa (1888)
- La antesala de su Eminencia (1890)
- Mujeres asomadas a la ventana (1900)
- Retratos de la hija de Guridi (1901)
- Gitana canastillera (1903)
- Pastora Imperio (1905)
- Rosas y no de él (1906)
- La confidente (1910)
- La muerte del maestro (1913)
- El viejo y el año nuevo (1915)
- Vírgenes Necias (1916)
- Los retratos a Lucia Monti (su mujer)
- Dos retratos de Alfonso XIII
- Los 10 Mandamientos del Decálogo
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Además José Villegas, es ilustrador de una Biblia.


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Busto del pintor José Villegas. Mariano Benlliure, 1.887. Donación Lucía Monti. Museo de Bellas Artes de Sevilla

Enlace recomendado

Página del Museo del Prado dedicada a José Villegs




Algunas imágenes de sus cuadros


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Autorretrato. José Villegas. 1890. Óleo sobre tabla. 40 x 22 cm. Colección Antonio Plata. Sevilla


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Autorretrato. José Villegas. 1903. Óleo sobre lienzo. 110 x 79 cm. Museo del Prado. Depositado en el Museo de Málaga.


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Autorretrato. José Villegas. 1903. Óleo sobre lienzo. 100 x 77 cm. Museo de Bellas Artes de Asturias. Oviedo


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Autorretrato. José Villegas. 1908. Óleo sobre lienzo. 99,8 x 66,8 cm. Colección El Monte. Caja Sol. Sevilla


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Autorretrato. José Villegas. 1908. Óleo sobre lienzo. 110 x 79 cm. Museo de Málaga


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Autorretrato con Canotier. José Villegas. 1916. Óleo sobre lienzo. 125 x 107 cm. Colección particular.


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El estudio del pintor. 1877. Óleo sobre lienzo. 109 x 69 cm. Colección particular. Obra de José Villegas.


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El estudio de Tiziano. 1890. Óleo sobre lienzo. 211 x 168 cm. Colección particular. Madrid. Obra de José Villegas


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Busto de mora. 1876. Acuarela. 42 x 31 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El abanico rosa. 1907. Óleo sobre lienzo. 84,5 x 62,9 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El sueño. 1900. Óleo sobre lienzo. 165 x 62,5 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La carta. 1875. Óleo sobre tabla. 24 x 18 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Lucía en la granja. 1903. Óleo sobre lienzo. 100 x 70 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sevilla. Obra de José Villegas


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Retrato de Lucía Monti. José Villegas Cordero, 1.890. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Obra de José Villegas


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Retrato de Ercole Monti. José Villegas Cordero, 1.894. Museo de Bellas Artes de Sevilla


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María Roma Ramos Villegas. 1882. Óleo sobre lienzo. 87 x 67 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Mi hermano Ricardo y Tom. 1895. Óleo sobre lienzo. 179 x 90 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Retrato de su madre. 1894. Óleo sobre lienzo. 135 x 102 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Retrato de su padre. 1868. Óleo sobre lienzo. 67 x 57 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Retrato de su padre. 1900. Óleo sobre lienzo. 154,5 x 82 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Retrato de Magdalena. 1911. Óleo sobre lienzo. 98 x 66 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Retrato de Magdalena. 1917. Óleo sobre lienzo. 117 x 73 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Retrato de Pepe Bon. 1868. Óleo sobre lienzo. 150 x 100 cm. Colección particular. Sevilla. Obra de José Villegas


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Milagros, la bailadora. Óleo sobre lienzo. 129 x 89 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Pastora Imperio. 1905. Óleo sobre lienzo. 168 x 108 cm. Colección Antonio Plata. Sevilla. Obra de José Villegas


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Retrato de Alfonso XIII. 1902. Óleo sobre lienzo. 236 x 151 cm. Colección del Banco de España. Obra de José Villegas


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Retrato de Alfonso XIII. 1906. Óleo sobre lienzo. 182 x 99 cm. Patrimonio Nacional. Palacio Real de Aranjuez. Madrid. Obra de José Villegas


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Figura de un niño. 1895. Pastel. 53 x 83 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La confidente. 1910. Óleo sobre lienzo. 150 x 150 cm. Colección Masaveu. Obra de José Villegas


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Retratos de la hija de Guridi. 1901. Óleo sobre lienzo. 67 x 99 cm. Colección Masavue. Obra de José Villegas


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Gitana canastillera. 1903. Óleo sobre lienzo. 141 x 81 cm. Museo Nacional d´Art de Catalunya. Barcelona. Obra de José Villegas


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Mosquetero en la tarbena. 1879. Acuarela. 51 x 37 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Plan de Batalla. 1871. Óleo sobre tabla. 40 x31,5 cm. Colección particular. Orihuela. Obra de José Villegas


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Guarda marroquí. 1878. Óleo sobre lienzo. 63,5 x 42,5 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Pinturicchio presenta al Papa Borgia los proyectos para sus aposentos. 1889. Acuarela. 100 x 69 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El Lacayo y el Cardenal. 1889. Óleo sobre lienzo. 80 x 58 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Yo Villegas. 1875. Óleo sobre lienzo. 70 x 48,5 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla



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megaurbanismo
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Re: VILLEGAS (José Villegas Cordero)

Mensaje por megaurbanismo » Vie, 03 Dic 2021, 08:20

... CONTINUACIÓN



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Autorretrato. José Villegas. 1898. Óleo sobre lienzo. 83 x 58 cm. Museo del Prado. Depositado en el Museo de Cuenca


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Interior de la Catedral de Santiago. 1879. Óleo sobre lienzo. 112 x 64 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Monaguillos en la Catedral de Sevilla. 1890. Acuarela. 65 x 98 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La antesala de su Eminencia. 1890. Acuarela. 68 x 100 cm. Colección particular. Barcelona. Obra de José Villegas


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La Audiencia. 1890. Acuarela. 44,5 x 66 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El Papa blanco y el Papa negro. 1905. Ilustración. Obra de José Villegas


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En la iglesia. 1889. Acuarela. 66 x 101 cm. Colección Mariano Bellever. Sevilla. Obra de José Villegas


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'Clérigos debatiendo'. Colección particular. Obra de José Villegas


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La destitución del Dux Foscari. 1884. Acuarela. 99 x 64 cm. Staatliche Graphische Sammlung. Múnich. Alemania. Obra de José Villegas


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El Dux en el consejo de los diez. 1884. Acuarela. 39 x 24 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Charla junto al canal. 1889. Óleo sobre tabla. 41,5 x 62,5 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Góndolas en Venecia. 1887. Óleo sobre lienzo. 68 x 144 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Plaza de San Marcos. 1877. Óleo sobre lienzo. 17 x 29 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Puente en Venecia. 1889. Óleo sobre tabla. 41,5 x 63 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Fiesta por la paz social en Venecia. José Villegas Cordero, 1.887. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Obra de José Villegas


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Canal veneciano. 1887. Óleo sobre tabla. 16 x 26 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El traguetto de la salute. 1882. Óleo sobre lienzo. 55 x 94 cm. Colección particular. Sevilla. Obra de José Villegas


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Día de borrasca. 1889. Óleo sobre lienzo. 56 x 77 cm. Colección particular. Cortesía Galería Jorge Juan. Obra de José Villegas


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Bahía de Nápoles. 1877. Óleo sobre lienzo. 17 x 29 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Pajes de la Dogaresa. José Villegas Cordero, 1.888. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Obra de José Villegas


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Vírgenes Necias. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Prólogo del Decálogo: La Creación. 1916. Óleo sobre lienzo. 297 x 171 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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I Mandamiento del Decálogo: Muere la Materia, no el espíritu. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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II Mandamiento del decálogo: Los males nos circundan y nos abrazan. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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III Mandamientos del Decálogo: Descanso. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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IV Mandamiento del Decálogo: Ayuda a tus padres. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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V Mandamiento del Decálogo: Perdona a tu prójimo. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas




VI Mandamiento del decálogo. Obra de José Villegas


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VII Mandamiento del Decálogo: El trabajo ilumina el camino de la fortuna. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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VIII Mandamiento del Decálogo: Haz luz que salve al inocente. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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IX Mandamiento del Decálogo: Aparta de ti toda tentación que dañe al prójimo. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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X Mandamiento del Decálogo: Bendice el pan que produce la fatiga. 1916. Óleo sobre lienzo. 200 x 300 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Epílogo del Decálogo: La muerte no existe; todo se transforma. 1916. Óleo sobre lienzo. 297 x 171 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El brindis. 1878. Óleo sobre lienzo. 30 x 15 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Toreros en la capilla de la plaza. 1871. Óleo sobre tabla. 48,2 x 35 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Descanso de la cuadrilla. 1870. Óleo sobre tabla. 51,5 x 37,5 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La muerte del maestro, h. 1884. Óleo sobre Lienzo, 330 x 505 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Obra de José Villegas Cordero


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La muerte del maestro. 1898. Ilustración. Obra de José Villegas Cordero


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Baile en el mesón. 1875. Óleo sobre lienzo. 92,5 x 63 cm. Galería Daniel Cardani. Obra de José Villegas


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Descanso en el baile. 1888. Óleo sobre lienzo. 120 x 63 cm. Colección particular. Depositado en el Museo Provincial de Lugo. Obra de José Villegas


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Dos jóvenes moras. 1877. Óleo sobre lienzo. 57 x 45 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El vendedor de gallinas. 1880. Óleo sobre lienzo. 35 x 29 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El encantador de serpientes. 1878. ACuarela. 74,5 x 55 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La boda. 1875. Óleo sobre lienzo. 120 x 90 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La cautiva. 1875. Óleo sobre lienzo. 73,7 x 52 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La Primavera. 1892. Óleo sobre tabla. 35,6 x 22,2 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Las Parcas. 1913. Óleo sobre lienzo. 156 x 147 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Rosas y no de él. 1906. Óleo sobre lienzo. 100 x 70 cm. Colección Afinsa. Obra de José Villegas


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Un anticuario. 1876. Óleo sobre lienzo. 63 x 40 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El anticuario. 1877. Óleo sobre lienzo. 32 x 24 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Odalisca. 1876. Acuarela sobre papel. 100 x 68 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Odalisca. 1878. Acuarela. 45 x 70 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Paisaje con árbol. 1900. Óleo sobre lienzo. 98 x 145 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Playa de Santander. 1909. Óleo sobre tabla. 27,5 x 33 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Tienda de babuchas en Marruecos (1872) de José Villegas Cordero


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Terraza en Biarritz. 1906. Óleo sobre lienzo. 40 x 60 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Un rincón de Biarritz. 1906. Óleo sobre tabla. 17 x 24,5 cm. Colección particular. Cortesía Galería Jorge Juan. Obra de José Villegas


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Mar en Biarritz. 1906. Óleo sobre tabla. 26,6 x 34 cm. Colección particular. Cortesía Galería Jorge Juan. Obra de José Villegas


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En la playa de Biarritz. 1906. Óleo sobre tabla. 17 x 24,5 cm. Colección particular. Cortesía Galería Jorge Juan. Obra de José Villegas


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La Concha. 1905. Óleo sobre cartón. 18,7 x 28 cm. Patrimonio artístico Kutxa. Caja Guipúzcoa. Obra de José Villegas


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Mujeres asomadas a la ventana. 1900. Óleo sobre lienzo. 95 x 123 cm. Colección particular. Madrid. Obra de José Villegas


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Las tres gracias de Sevilla. 1909. Óleo sobre lienzo. 56 x 75 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Modistas sevillanas. 1890. Acuarela sobre cartón. 62,5 x 95,5 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La Huerta del Retiro en Sevilla. 1895. Óleo sobre tabla. 36 x 55 cm. Colección Pedro Martínez Crespo. Madrid. Obra de José Villegas


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Baile andaluz. 1893. Óleo sobre lienzo. 43 x 74 cm. Colección particular. Obra de José Villegas Cordero


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Flamenca recostada con abanico. 1891. Pastel. 67 x 85 cm. Colección particular. Sevilla. Obra de José Villegas


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Amor cogido en la red. 1900. Óleo sobre lienzo. 65 x 143 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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El conjuro. 1900. Óleo sobre lienzo. 51 x 79 cm. Colección Segundo Pérez. Sevilla. Obra de José Villegas


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El contraste de la vida. 1900. Óleo sobre lienzo. 190 x 232 cm. Colección particula. Obra de José Villegas


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En el balcón. (Día de fiesta). 1905. Óleo sobre lienzo. 37 x 52 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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En el embarcadero. 1906. Óleo sobre lienzo. 62 x 87 cm. Colección particular. Sevilla. Obra de José Villegas


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Juegos orientales, c. 1880. Óleo sobre lienzo. 76 x 165 cm. Colección Fundación Cajasol.a. Obra de José Villegas


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La favorita. 1878. Acuarela. 58 x 83 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La Musa. 1900. Óleo sobre lienzo. 70 x 100 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La paz de las damas. 1878. Óleo sobre lienzo. 78 x 130 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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La siesta. 1907. Óleo sobre lienzo. 65,5 x 99 cm. Colección Masaveu. Obra de José Villegas


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La tómbola. 1870. Óleo sobre lienzo. 75 x 100 cm. Colección particular. Obra de José Villegas


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Lluvia. 1903. Óleo sobre tabla. 19 x 28 cm. Colección particular. Cortesía Galería Jorge Juan. Obra de José Villegas


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Marina. 1892. Óleo sobre tabla. 22 x 40 cm. Gipuzkoako Foru Aldundia. Diputación Foral de Guipúzcoa. Obra de José Villegas


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Retrato de Lucía Monti. José Villegas Cordero, 1.880. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Obra de José Villegas


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Autorretrato de José Villegas Cordero ya anciano. 1917. Óleo sobre lienzo. 100 x 71 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla


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Tumba de de José Villegas Cordero. Su mausoleo se puede contemplarse entrando en el Cementerio sevillano de San Fernando a la derecha lo preside una magnífica estatua de G. Amaya de 1926.


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Autorretrato. José Villegas. 1916. Óleo sobre lienzo. 80 x 63 cm. Colección particular. Sevilla

Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al gran maestro sevillano José Villegas Cordero, un excelente pintor, injustamente olvidadado y que en justicia tiene una obra imponente, sin duda, debería ser más valorado y reconocido en el mundo del arte.

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megaurbanismo
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Re: VILLEGAS (José Villegas Cordero)

Mensaje por megaurbanismo » Vie, 03 Dic 2021, 08:23

Biografía de José Villegas, según la enciclopedia del Museo del Prado
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Autorretrato de José Villegas Cordero. 1898. Óleo sobre lienzo, 83 x 58 cm. Museo Nacional del Prado. Depositado en el Museo de Cuenca.
José Villegas Cordero (Sevilla, 1844-Madrid, 1921). Pintor español. Director del Museo del Prado de 1901 a 1918. Formado primero en el taller sevillano del pintor José María Romero, y en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, completó su aprendizaje junto a Eduardo Cano de la Peña. Una vez concluidos sus estudios, el joven artista viajó a Madrid, donde conoció personalmente a Mariano Fortuny, lo que le hizo interesarse por la pintura de género, copió a Velázquez en el Prado, y realizó un viaje por Marruecos; todo ello delimita su primera producción artística de interés. En 1868 marchó a Roma, donde permaneció durante treinta y tres años, en los que se produjo su más fecunda y famosa producción, inmersa en un realismo decorativista perceptible en pinturas como el Triunfo de la ­dogaresa (antigua colección Laar ­Anderson, Washington) o La muerte del maestro (Museo de Bellas Artes de Sevilla), y que en las ­pequeñas tablitas permite rastrear la influencia de Fortuny, especialmente en su vertiente orientalista. Su residencia y estudio, un suntuoso palacete en el Parioli romano, se convirtió en un célebre cenáculo para la sociedad del momento, en el cual se reu­nían artistas y coleccionistas en famosas veladas. Entre 1898 y 1901 fue director de la Academia Española de Bellas ­Artes de Roma -en el periodo más álgido de su fortuna profesional en el extranjero-, y a su regreso asumió la dirección del Museo del Prado, a la muerte de Luis Álvarez Catalá en 1901. Ya en Madrid se convirtió en uno de los más reputados retratistas de la alta sociedad de la época, de los que el propio Museo conserva una amplia representación, procedente de modo casi íntegro del desa­parecido Museo de Arte Moderno. Sus primeros pasos en la pinacoteca irán encaminados hacia una renovación total en la presentación de las colecciones, a fin de que resultara más didáctica y atractiva para el público visitante. Por ello, y contando con el precedente de la sala de Velázquez, inaugurada por su antecesor en 1900, el maestro dedicará salas monográficas a Murillo, Ribe­ra o Goya, o a los primitivos flamencos y la escuela francesa, y creará también conjuntos de corte temático, como las salas de retratos o la de las batallas. Asimismo, rescatará la excelente colección de escultura del Museo, largo tiempo olvidada en los almacenes, para mostrarla en diversas estancias a lo largo de la planta baja. Otros capítulos, como la instalación en el edificio de una adecuada calefacción o una moderna dotación contra el fuego, también serán objeto de su preferente atención. Villegas, por otro lado, organizará las dos primeras exposiciones monográficas en la historia del Prado, dedicadas en 1902 a El Greco y en 1905 a Zurbarán. Pese al retraimiento de no pocas instituciones, el maestro logrará, en ambos casos, presentar un estimable conjunto de obras y obtener una excelente respuesta del público, al tiempo que enriquecía, con los catálogos editados al respecto, la bibliografía de unos artistas españoles en pleno proceso de revalorización por esos años. No menos notable resultará el mandato de Villegas en lo referente a donaciones, entre las que destacan tanto la efectuada en 1902 por Ramón de Errazu que, con veinticinco obras de Fortuny, Raimundo de Madrazo, Martín Rico y de los franceses Meissonier y Paul Baudry, ampliaba de forma notoria la sección del siglo XIX del Museo, como la fechada en 1912, momento en que el coleccionista húngaro Marcel de Nemes legaba El socorro de Génova por el ­segundo marqués de Santa Cruz, de Antonio de Pereda. En este caso, a la calidad intrínseca de la obra se unía el hecho de que, al haber sido robada durante la invasión napoleónica, era el único de los cuadros encargados por el conde-duque de Olivares para decorar el Salón de Reinos del Buen Retiro que no poseía el Prado. Este mismo año se crea, por parte del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes -real decreto de 9 de junio de 1912-, el Patronato del Museo, organismo formado por prestigiosas persona­­­­li­da­des del mundo de la cultura y do­ta­­­­­­do de amplias competencias res­pecto al funcionamiento de la galería, lo que obligará a Villegas a compartir sus antiguas atribuciones. De todas formas, durante este nuevo periodo directivo del maestro tampoco escasearán las donaciones a la pinacoteca, entre las que destaca precisamente la efectuada por uno de sus patronos, Pablo Bosch, en 1915. No en vano, para el Prado supuso incrementar sus colecciones de pintura flamenca y española de los siglos XV y XVI con importantes obras de Gérad ­David, El Bosco, Bernard van Orley, Fernando Gallego, Luis de Morales o El Greco, entre otros. Casi al tiempo, se localizaba la notable Estigmatización de san Francisco, de Giovanni Battista Tiepolo, en los almacenes del Museo, tela que, pese a su mal estado de ­conservación, pronto sería ­expuesta al público tras un notable trabajo del taller de restauración. El descubrimiento, en septiembre de 1918, del robo de algunas de las piezas del Tesoro del Delfín, expolio realizado por un antiguo celador de la pinacoteca, ­provocará, en todo caso, la dimisión de Villegas como director apenas dos meses después, con lo que pone punto final a su larga gestión al frente de la galería.
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Retrato de Matilde Noever de Vogel. José Villegas. Museo de Bellas Artes de Sevilla
Obras de José Villegas en el Museo del Prado
- Retrato de Matilde Noever de Vogel, óleo sobre lienzo, 151 x 93 cm, firmado, 1907 (en dep. en el Museo de Bellas Artes de Sevilla) [P3056].
- Retrato de don Gregorio Salcedo Viana, óleo sobre lienzo, 79 x 48 cm, firmado [P4672].
- Retrato de don Jacinto Octavio Picón, óleo sobre lienzo, 111 x 75 cm, firmado, 1903 [P5684].
- Autorretrato, óleo sobre lienzo, 83 x 58 cm, firmado, h. 1898 [P5689].
- Autorretrato, óleo sobre lienzo, 110 x 79 cm, firmado, h. 1903 (en dep. en el Museo Municipal de Málaga) [P6461].
- Retrato de José Ortega Morejón, óleo sobre lienzo, 94 x 60 cm, firmado, 1911 (en dep. en el Museo Municipal de Málaga) [P6469].
- Retrato de caballero, óleo sobre lienzo, 90 x 62 cm, firmado, 1911 (en dep. en el Museo Municipal de Málaga) [P6470].
- Autorretrato, óleo sobre lienzo, 80 x 62 cm, firmado (en dep. en el Museo Municipal de Málaga) [P7566].
- La vuelta del rebaño, acuarela sobre papel, 945 x 640 mm, firmado (en dep. en el Museo Municipal de Málaga) [D5531].
- Campesina o el otoño, acuarela sobre papel, 1020 x 690 mm, firmado (en dep. en el Museo Municipal de Málaga) [D5532].
- Acción del 25 de noviembre, lápiz litográfico, pincel y rascador sobre papel, 262 x 350 mm, firmado [G1790].
- Acción del 9 de diciembre, lápiz litográfico, pincel y rascador sobre papel, 211 x 332 mm, firmado, 1860 [G1792].
- Acción del 1 de enero de 1860, lápiz litográfico, pincel y rascador sobre papel, 267 x 349 mm, firmado [G1794].
- Acción del 4 de febrero de 1860, lápiz litográfico, pincel y rascador sobre papel, 264 x 345 mm, firmado, 1860 [G1797].
- Batalla de Wad-Ras, lápiz litográfico, pincel y rascador sobre papel, 258 x 350 mm, firmado [G1804].
- Acción del 31 de enero de 1860, lápiz litográfico, pincel y rascador sobre papel, 268 x 348 mm, firmado [G1805].
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Retrato de José Ortega Morejón. 1915. Óleo sobre lienzo. 95 x 60 cm. Museo del Prado. Madrid. Obra de José Villegas (Foto: pintura.aut.org)
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Retrato de Manuel Ortega Morejón. 1915. Óleo sobre lienzo. 79 x 48 cm. Museo del Prado. Madrid. Obra de José Villegas (Foto: pintura.aut.org)
Nota: Quizá haya un error en la fuente pues los dos retratos anteriores son de diferentes personas y obviamente no parecen la misma persona.
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Retrato de don Jacinto Octavio Picón, 1903. Óleo sobre lienzo, 111 x 75 cm. Museo del Prado. Madrid. Obra de José Villegas (Foto: allpaintings.org)
Fuente: museodelprado.es / Ángel Castro Martín
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'La pastora'. Acuarela sobre papel, obra de José Villegas. Colección particular (Fuente: rociodiaz.es)
Nota: La obra anterior no estaba rotulada en la fuente citada de internet; pudiera ser 'La vuelta del rebaño', la acuarela sobre papel, 945 x 640 mm., de Viguegas del Museo del Prado (en dep. en el Museo Municipal de Málaga)

Por si alguien está interesado: He aprovechado el día, para actualizar el tema y también he agregado en la cabecera nuevas imágenes de obras de José Villegas. Saludos.


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JOSÉ VILLEGAS CORDERO (Sevilla, 1844-Madrid, 1921). Desnudo masculino, lápiz sobre papel, 38 x 22 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. La Academia de Gigi, en Roma, acuarela sobre papel, 23 x 18 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. La boda, (1875), Colección particular
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Púlpito, óleo sobre tabla, 16,5 x 10,5 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Pinturicchio ante el Papa Borgia (anverso) / Personajes venecianos (reverso), óleo sobre cartón - lápiz sobre cartón, 100,5 x 68 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Muchacha sentada, acuarela sobre cartón, 50 x 33 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Retrato de muchacha, óleo sobre lienzo, 63 x 50 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Distinción y gentileza, óleo sobre lienzo, 136,5 x 85,5 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Paseo en Biarritz, óleo sobre tabla, 16,5 x 24,5 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS Y CORDERO. Vírgenes necias, óleo sobre lienzo, 200 x 300 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Paseando por el parque, acuarela sobre papel, 31 x 44,5 cm. Colección privada
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JOSÉ VILLEGAS CORDERO. Nobleza y Caridad, óleo sobre lienzo, 96 x 105 cm. Colección privada
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Las dos hermanas, c. 1895, pastel sobre papel pegado a lienzo, 111 x 82,5 cm. Obra de José Villegas Cordero. (firmado áng. inf. dcho: "Villegas") .Colección privada.
Tras triunfar en la primera Bienal de Venecia, la de 1895, con su Triunfo de la Dogaresa, tela de amplias dimensiones en la que evocaba uno de los antiguos y vistosos ceremoniales de la ciudad y con la que, desde 1893, había obtenido todo tipo de éxitos durante su exhibición por diversas capitales centroeuropeas, Villegas, agotado por este periplo así como por el volumen de trabajo exigido para realizar el complejo lienzo, viaja a Sevilla, su ciudad natal, durante el verano con el ánimo de descansar en la Huerta del Retiro, finca de las afueras propiedad de su cuñado, Manuel Ramos, prestigioso ceramista. Sin embargo, estos iniciales deseos apenas se cumplieron, ya que Villegas aprovecharía la estancia en su ciudad natal para realizar más de 20 retratos de sus amigos y, sobre todo, de sus sobrinos, fruto del matrimonio entre el citado Manuel Ramos y su hermana, Eloísa Villegas. La crítica no tardaría en celebrar estas producciones, no faltando quien alabara, como Eugenio Sedano, lo magistral de su factura y la variada plasmación de las poses. Así, podemos citar efigies como la de Eloísa Ramos o María Roma Ramos, obras en la que armoniza con soltura los tonos blancos de los vestidos con las puertas o paredes que, a modo de telón de fondo, presentan el mismo acorde, no dejando Valdivieso de señalar la maestría de Villegas en el dominio de entonaciones monocromas.
El cuadro que nos ocupa está realizado, sin lugar a dudas, en esta misma época, compaginando Villegas, con sutiles variedades tonales, la piel de oso blanco que, al tiempo, sirve de respaldo al sillón y de alfombra –piel muy similar, por cierto, a la reflejada anteriormente en su obra Juegos Orientales-, con la nívea vestimenta de las protagonistas, apenas actuando como contrapunto las medias negras de una de las jóvenes o la oscura penumbra del fondo de donde surge un búcaro con flores. En todos estos elementos, y como fruto de su evolución estética, Villegas compagina un excelente naturalismo de corte clásico visible, por ejemplo, en los delicados bordados y encajes de los vestidos, con el uso de una pincelada amplia, de gran soltura y modernidad, evocando, como hacía Sargent por la misma época, unas maneras velazqueñas ya asimiladas por él de joven cuando, en el Prado, copiaba con ahínco óleos del pintor de Las Meninas. Asimismo, Villegas acierta al modelar los rostros de ambas muchachas, diferentes en sus expresiones pero similares en la juvenil franqueza de su mirada, con matizados juegos de luz y sombra, mientras, ahora, y frente a las efigies de su sobrinas, abre a la izquierda la escena en profundidad para mostrar uno de los suntuosos salones de la casa, dotando, así, al cuadro de mayor holgura espacial.
Lienzo de gran atractivo por su luminoso cromatismo, constituye, además, ejemplar muestra de un Villegas que, al tiempo que atravesaba por uno de los mejores momentos de su carrera, con evidente proyección de su figura en toda Europa, no tardaría en convertirse, como apunta Banda y Vargas, en uno de los mejores retratistas españoles de entresiglos, junto a Sorolla o Gonzalo Bilbao.
Se adjunta certificado de D. Ángel Castro Martín
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Una elegante de 1900, c. 1904, óleo sobre lienzo, 92 x 70 cm. Colección privada. Obra de José Villegas Cordero (Sevilla, 1844-Madrid, 1921).
Artista siempre versátil, tras realizar en 1902 la efigie de Alfonso XIII para el Banco de España, Villegas se convierte en uno de los retratistas más cotizados del momento, sobre todo entre las damas de la alta sociedad madrileña, reflejando revistas como Forma, Blanco y Negro o Por esos Mundos sus producciones en este sentido.
En nuestro caso, y a través de un formato ovalado apenas utilizado en su trayectoria, a excepción de algunos retratos familiares de sus comienzos, Villegas nos presenta esta figura de medio cuerpo cuyo rostro, tratado con una amplia y valiente pincelada que recuerda su juvenil formación velazqueña, parece vibrar en contacto con la luz, al tiempo que, protegida la modelo del sol por el sombrero de ala ancha, leves sombras surcan la barbilla o el grácil y desnudo cuello. Asimismo, el sevillano no descuida su atención al detalle y delinea con esmero las regulares facciones de la protagonista, desde la nariz a los finos labios o los pómulos cubiertos de un suave rubor.
La intensa y profunda mirada elude, por otro lado, al espectador para perderse, ensoñadora, a lo lejos e imponer al personaje, como ya apuntó la crítica de la época, un elegante distanciamiento de marcada línea francesa en el que Villegas resultaba un maestro inigualable.
La indumentaria, por lo demás, alcanza aquí especial protagonismo, sobre todo por la neta presencia de una pamela que, adornada con rizosas y finas plumas de cola de marabú, el maestro define con especial cuidado, constituyendo, tanto por su amplitud como por su intenso color negro, uno de los focos de atención del cuadro.
Como contraste a tan severa nota, la vestimenta, de un delicado celeste y con el cuello en pico festoneado por fino y sedoso tejido luego convertido en translúcido colgante, se muestra plena de ligereza, mientras que un transparente velo, animado por siluetas de flores delicadamente bordadas, dota al conjunto de un vaporoso efecto pocas veces visto en su carrera, posiblemente solo igualado en alguna escena de su futuro Decálogo.
No conocemos la identidad de la retratada ni el lugar donde impone su elegante presencia, quizá en alguna matinée de Biarritz, San Sebastián o La Granja, pero eso apenas importa ante la concentración expresiva de la figura, llena de prestancia, y la briosa factura que emana por entero de la composición.
En la subasta en 2010, se adjuntó certificado de D. Ángel Castro Martín.
Fuente: arteinfo.es

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